Sin importar las veces que cepillase su cabello para que ni una sola hebra estuviese fuera de lugar, por mucho que revisara que su traje no presentara el más mínimo doblez, Spamton no estaba del todo satisfecho con lo que observaba en el espejo. Estaba increíblemente nervioso, como nunca antes en su vida: tenía una audiencia real. Finalmente, la realeza se había fijado en su potencial como vendedor y ahora debía demostrar su lugar en ese mundo oscuro. Cuando creyó que ya estaba listo y que nada podía robarle su seguridad, la puerta sonó haciéndole dar un brinco como un gato pegándose al techo. Al abrir la puerta, se encontró con la Addison, la mesera que había conocido en el Chipset Café. Dado que todos los Addison tenían la misma estatura, Spamton le llegaba por debajo del hombro.
—Hola, cielo, no esperaba verte por aquí.
—Pero Spammy, tú me pediste pasar hoy a tu departamento.
—¿Ah, sí? —genuinamente no lo recordaba, últimamente su cabeza estaba hecha un caos—. Lo siento, muñeca, la mismísima Reina quiere verme en su mansión y después de eso no sé cómo estarán mis horarios. En cuanto tenga tiempo libre, te llevaré a cenar al restaurante más caro de la ciudad y te compraré ropa nueva, ¿de acuerdo?
La chica no parecía del todo entusiasmada con la respuesta; sin embargo, aceptó y se despidió dándole un beso en la mejilla antes de retirarse.
Spamton apenas suspiró ligeramente con esa muestra de cariño, lo más cercano a tener una novia que jamás había tenido. Pero estaba tan encantado con la idea de visitar la mansión real que el beso no le importó mucho. Volvió a verse en el espejo y pensó que lo que le faltaba a su imagen perfecta era un reloj. Si todo salía bien, podría obtener el dinero suficiente para saldar la deuda de su traje y comprarse un reloj de oro. ¿Y por qué no? También se compraría un anillo de diamantes.
De pronto sintió un impulso eléctrico doloroso impactando en su cabeza, como si alguien clavase una idea directo a su cerebro. Estaba seguro de necesitar unas gafas oscuras; nunca antes había visualizado a un pez gordo usando unas, pero ahora tenía la certeza de que las necesitaba e iría a comprarse unas de inmediato.
Poco después ya se encontraba a las puertas de la mansión donde una larga alfombra roja señalaba la entrada. El lugar era sin dudas... peculiar. Spamton esperaba encontrar algo más cercano al Pandora Palace con su estilo clásico y elegante, no con un edificio que parecía más una atracción de feria o una discoteca. Aun sin ser como lo había imaginado, la mansión era enorme y Spamton no podía contener la emoción por ver el lugar por dentro. Corrió a toda prisa por encima de la alfombra hasta que súbitamente sintió sus pies moverse sin avanzar a ningún lado. Tardó un poco más en notar el látigo enredado en su cintura.
—¿A dónde cree que va?
—Oh... Comandante Tasque, yo...
—Dentro del recinto debe llamarme Administradora Tasque, no me gusta mezclar mis actividades dentro de la mansión con las de fuera. Orden ante todo —interrumpió de forma tajante.
—Ah... sí, qué bien, pero... ¿podría bajarme? Tengo una audiencia con la reina.
—¡Por ahí hubiese comenzado! —le gritó la felina a la par que aflojó su puño para liberarlo—. Acompáñeme y, por favor, hágalo con la espalda recta, mirando al frente y caminando a mi paso. Andando.
—Vaya carac... —el sonido del látigo azotando contra el piso le hizo callar y avanzar a toda prisa.
Spamton estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para mantener la postura puesto que deseaba verlo todo; quería voltear a contemplar las estatuas, los jarrones, las pinturas y cuanta cosa cruzara en su camino. El sonido del látigo de Tasque le decía que no era una buena idea hacerlo. Tras un largo recorrido finalmente llegaron al balcón real en la parte más alta de la mansión. Swatch acababa de terminar su rutina de limpieza y al ver entrar a Tasque con su acompañante quedó anonadado: Spamton lucía... diferente. El vendedor pareció notar la mirada del mayordomo posarse en él, motivo por el cuál su rostro enrojeció por un breve instante.
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Deltarune: Hilo negro
FanfictionEl sueño de Spamton es ser el auténtico pez gordo de Cyber City. Tras varios intentos fallidos por hacerse un nombre comienza a ser presa de la desesperación hasta que una misteriosa llamada cambia su vida... para mal. Novelización del backstory del...