Capítulo 12 🫀

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Narrador omnisciente:

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Narrador omnisciente:

Hoy es el gran día, o el desastroso día como lo llama Mark, pues sigue sin querer que su mejor amiga se casé con ese sujeto. Emily le pide a su madre que cierre los ojos, la novia entra al salón de su casa, viene de la peluquería. 

—Abre tus ojos, mamá —pide la menor—. Teñí mi cabello, ¿te gusta?

Los ojos castaños de Lilian Prentiss se enfocan en el cabello, ahora claro, de su hija.

—Eres rubia... otra vez. Es... lindo.

—Bien —se sienta frente a ella—. ¿Qué pasa? ¿Qué es lo que no te agrada? ¿Vas a perfilarme?

—Tu cabello es hermoso de cualquier modo. Tu eres hermosa.

—¿Puedes decirme que te pasa? Llegaste hace tres días, y no he podido ver una sonrisa en tu rostro —indica Emily molesta—. Hago esto por la familia. Voy a casarme hoy.

—No insinúes que casarte lo haces por nosotros. Lo haces por la Fundación, pero nadie te obligó, Emily —dice con dureza, si tan solo supiera del ultimátum—. Estás mal, teñiste tu cabello como medio de escape otra vez.

—¿Ese es el problema? —la rubia levanto molesta—. ¿Qué te molesta más, que me case con un Thorne o que recurra al cabello rubio otra vez?

—Solo quiero que mi hija sea feliz. Te conozco como la palma de mi mano, y sé que nunca serás feliz en ese matrimonio.

—No te agrada esta mierda de situación, bien, lo acepto. Pero podrías al menos intentar apoyarme. ¿Sabes lo difícil que es que todos me piden que no me case?

—Lo siento, hija —responde ella apenada—. Creo que si todos te lo piden, debe ser por algo.

—Terminé aquí —Emily se levanta frustrada—. Iré a ver a mis damas de honor al hospital.

La rubia no espera respuesta alguna y vuelve a encaminarse a la salida, su ánimo ha estado horrible estos tres días antes de la boda y no por nervios, si no porque en el fondo sabe que esta arruinando su vida.

Emily suelta un suspiro antes de salir del ascensor, un par de enfermeras que iban con ellas quedaron viéndola por su nuevo look y ese simple hecho le irrito, pero no dijo nada desagradable.

—Auch. Maldita sea —se queja cuando choca contra el pecho de alguien, reconoce el perfume de inmediato—. Jackson... hola.

—Wow... tú...

—No —interrumpe ella—. No me mires así.

—Estás rubia —murmura Jackson de todos modos, sus ojos no puedes despegarse de los de ella—. Muy rubia —pestañea confundido—. ¿Qué haces aquí? Deberías estar preparándote.

—Escapando de mis padres y amigos que quieren perfilarme —intenta bromear ella—. Solo busco a mis damas de honor que no fueron a probarse los vestidos una última vez hace unos días.

ᴡᴀʀ ᴏꜰ ʜᴇᴀʀᴛꜱ | ᴊᴀᴄᴋꜱᴏɴ ᴀᴠᴇʀʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora