ᴡᴀʀ ᴏꜰ ʜᴇᴀʀᴛꜱ | ᴊᴀᴄᴋꜱᴏɴ ᴀᴠᴇʀʏ

Capítulo 2 🫀

Temporada 6 Episodio 5

Emily:

"Hospital Seattle Grace Mercy West"

Sin duda esto de la fusión traerá muchos problemas, suelto un suspiro y sigo mi camino. Una vez que consigo los dos cafés me dirijo a cambiarme ropa.

Mi celular comienza a sonar lo que me distrae y en el momento menos esperado choco con alguien y termino derramando un vaso café en el suelo.

—Maldición —murmuro—. Mark va a matarme.

El chico que esta en el suelo se levanta rápidamente, gracias la cielo no me caí. Puedo detallarlo mejor es alto y moreno, de lindas facciones, sonrisa encantadora y ojos verdes. El único problema es el uniforme naranjo.

Es uno de los del Mercy West, genial.

—Lo siento, fue mi culpa —se disculpa rápidamente—. Estaba distraído, soy nuevo aquí...

—Puedo notarlo por tu uniforme —interrumpo su palabrería, tengo prisa—. Me encantaría escucharte hablar de ti, pero debo ir a conseguir otro café. Si me disculpas.

—Espera, déjame comprarte otro. Fue mi culpa.

—¿No? —frunzo el ceño—. Deberías ir a hacer rondas o algo productivo en tu primer día.

—Tú también, quiero decir te ves de mi edad —comienza a caminar conmigo—. Podrías mostrarme la cafetería.

—¿Tengo opción? —cuestiono sin mirarlo—. Creo que no tengo opción.

—Sí, te seguiría de todos modos —suelta una risa encantadora—. Por cierto, soy Jackson Avery.

—Bueno, encantada —lo miro de reojo—. No voy a decirte mi nombre.

—No es justo que tu sepas quién soy y yo no sepa quien eres.

—Ya lo sabrás —le aseguro—. Aunque ya debes haber escuchado mi nombre en alguna parte.

Digo eso sin ánimo de sonar egocéntrica, pero mi nombre es conocido en el mundo de la cirugía. Y se ha hecho más famoso desde que llegue a Seattle.

—No tienes tu uniforme puesto aún, así que...

—Podría ser una asesina serial, estoy llevándote donde planeo matarte y descuartizarte.

—Eres linda, no creo que asesines gente. Aunque la belleza no tiene nada que ver, solo buscaba una excusa para decirte que eres linda.

—Así que soy linda —lamo mis labios y su vista viaja a ellos—. Interesante.

—Vamos, dime, ¿eres residente o enfermera?

—¿Luzco como una enfermera? —cuestiono con seriedad—. Como sea, ya llegamos a la cafetería.

—¿Cómo es el café?

—Ahora quieres hablar sobre café —suelto una risa involuntaria—. Eres todo un caso, Dr. Avery —me acerco al carrito—. Un café, por favor.

—Yo pago —ofrece el moreno.

—No, gracias —entrego el billete y recibo mi vaso—. No es para mi, es para un... amigo.

—Genial —murmura él—. ¿Te veo luego, chica misteriosa?

—Claro que lo harás —sonrío de lado—. Muero por eso.

Una sonrisa se instala en sus labios mientras me observa alejarme. No puedo evitar sonreír ante esa pequeña interacción, ¿qué demonios me pasa?