ᴡᴀʀ ᴏꜰ ʜᴇᴀʀᴛꜱ | ᴊᴀᴄᴋꜱᴏɴ ᴀᴠᴇʀʏ

Capítulo 9 🫀

Temporada 10 Episodios 18 y 19

Emily:

Hoy nos retrasamos en llegar al trabajo por culpa de mi prometido. Dejamos a Mark en la guardería rápidamente para luego ir a cambiarnos de ropa y empezar nuestro turno.

—Son solo quince minutos tarde —dice Jackson bajándole el perfil.

—No llegaríamos tarde si nos bañáramos por separado.

—Lo sé —me toma de la cintura para acercarme a él—. Pero me gusta más bañarme contigo.

—Haces que llegue tarde al trabajo —le recuerdo ocultando una sonrisa.

—No te quejas cuando estamos en la ducha.

Estoy por replicar pero me toma de las mejillas para unir nuestros labios en un beso, saboreo sus labios como si fuera la primera vez y nos separamos cuando el ascensor abre sus puertas.

—Te amo —susurro—. Te veo luego.

Me regala una radiante sonrisa mientras salgo del ascensor, antes me costaba decirle esas dos palabras pero ahora salen con naturalidad, ya no tengo miedo de esos sentimientos.

—Hay un virus suelto en este hospital, parece gripe pero es estomacal —informa Owen—. Sus amigos son el jabón, el agua y el desinfectante. Si se sienten enfermos y pueden irse, se van. Corran la voz, es todo por ahora.

Aprieto el dispensador de alcohol gel antes de tomar la tablet y seguir mi camino hasta la habitación de mi paciente. He tenido días más ajetreados ya que Cristina esta fuera del quirófano enfocada en su investigación.

Ingreso a la sala de mi paciente junto con Edwards, ella esta en mi servicio hoy ya que hay pocos internos debido a la dichosa gripe.

—Ivy McNeil, 15 años, falla cardíaca por cardiomiopatía dilatada —informa la interna junto a mí—. Lleva cuatros meses esperando un trasplante.

—Hasta hoy, ¿no? —cuestiona la paciente.

—Es posible —le sonrío—. Evaluamos el corazón del donante y si todo sale bien, te operaremos pronto.

—Es increíble —celebra su madre.

—¿Dónde están los demás? —pregunto mirando la sala—. Son muy ruidosos.

—Lo se, la hermanita de Ivy contrajo el virus así que Jon está en casa con Link y ella —responde Sabine McNeil—. Nos dijeron que evitáramos las falsas esperanzas, ¿cree que...

—Vi el reporte del corazón y soy optimista —la interrumpo sutilmente.

Vemos como madre e hija se abrazan y dejamos la sala sin decir nada más, le encargo a Edwards que se encargue de monitorearla hasta que sea hora de operar.

⋯

Últimamente antes de cada operación me gusta venir a ver a Mark y pasar unos minutos con él, me alivia de alguna forma. Pero mi sorpresa es grande cuando llego a la guardería y no esta, inhalo profundamente tratando de no perder la cabeza.

—Uhm, ¿disculpa? —le digo con calma—. ¿Se puede saber dónde diablos está mi hijo?

—Sí, el doctor Shepherd vino a buscarlo junto a su hijo —informa la chica—. Deben estar su sala.

Asiento levemente y salgo de allí para ir a buscar a mi hijo al área de neuro. Pregunto por mi amigo y me indican la sala donde la puerta esta abierta. Evito reír al ver a Bailey y Mark en sus respetivas sillas de bebés mientras el neurocirujano habla.