ᴡᴀʀ ᴏꜰ ʜᴇᴀʀᴛꜱ | ᴊᴀᴄᴋꜱᴏɴ ᴀᴠᴇʀʏ

Capítulo 5 🫀

Temporada 9 Episodio 7 y 8

Narrador omnisciente:

Todos los especialistas están reunidos en la sala escuchando a Owen sobre la reprogramación de algunas cirugías. Jackson juega con la mano de Emily mientras llea observa el raro intercambio de miradas entre April y Brent. 

—Una cosa más. Quizá hoy vean a Arizona Robbins, hoy regresará —recuerda Owen, todos aplauden—. Si la ven, háganla sentir bienvenida.

—O no, no hagan escándalo —contradice Callie—. Quizá sea lo mejor.

—Bien. Esperen, una cosa más —dice Owen antes de que se levanten—. Quizá ya sepan que varios de nuestros médicos demandaron al hospital. Algunos se preguntarán que significa esto y cómo nos afectará. Que quede claro, no nos afecta. Para nada. Que los abogados se preocupen por eso, ese es su trabajo. Nosotros debemos trabajar juntos, apoyarnos entre todos y dar la gran atención que nos caracteriza. No dejemos que algo como esto lo arruine. Gracias.

Jackson acaricia el hombro de Emily al notar su incomodidad, pues ella está involucrada en la demanda y lo que menos quiere es afectar a sus compañeros de trabajo.

—Eso fue un buen discurso —le dice Emily a Owen, se dan una leve sonrisa—. Nos vemos.

—Ten un buen día, Hotch. 

Owen vuelve la vista a su carpeta y Emily sale de aquel lugar seguida de su novio. Jackson la frena en el pasillo y la mira con preocupación.

—¿Crees que nos odie? Por la demanda.

—No, no —niega Jackson de inmediato—. Es amigo de ustedes, dijiste que había sido un apoyo en las reuniones anteriores.

—Sí, pero eso fue antes de demandarlo.

—No lo demandaron a él, sino al hospital —le recuerda Jackson en un susurro—. Todo va a salir bien. Confía en mi.

Emily suelta un pequeño suspiro y juega con sus manos nerviosa.

—No quiero perder a otro amigo.

—No lo harás —le asegura Jackson—. Hicieron lo que debían.

Emily hace una leve mueca antes de alejarse por el pasillo para ver sus post-operatorios. Jackson la observa y en verdad espera que salga algo bueno de aquella demanda.

⋯

Emily está en el mesón de enfermeras de urgencias terminando de llenar una ficha. Brent le entrega un vaso de café, besa su mejilla y se aleja de inmediato a ver un paciente. April los observa desde lejos antes de acercarse al neurocirujano. 

—Brent —lo llama en un susurro—. Tenemos que hablar.

—Tengo una consulta...

—Ya mismo —le toma la mano y lo arrastra a un área de suministros—. Tengo un retraso. Cuatro días. Nunca tuve un retraso de cuatro días.

—Oh... —Brent no sabe que decir—. Bueno, tenemos que...

—¡Claro! —interrumpe April—. Justo cuando pensaba que esto podía funcionar, que algo que tan bueno no podía ser malo, ¿no? —comienza a divagar—. No lo sé, quizá Jesús acepta el sexo premarital. Eso cuando se casaban a los 16, ¡no sabían que esperarían hasta los 30! Ahora tengo un bebé en el útero y dejó claro que no le gusta. Bueno, Jesús, lo entiendo.

—Relájate —pide Brent tomándola de los hombros—. No estás embarazada.

—Soy como un reloj, jamás tengo retrasos.