ᴡᴀʀ ᴏꜰ ʜᴇᴀʀᴛꜱ | ᴊᴀᴄᴋꜱᴏɴ ᴀᴠᴇʀʏ

Capítulo 13 🫀

Temporada 9 Episodios 23 y 24

Emily:

Se viene una gran tormenta en tres días por lo que estamos preparando el hospital para que pueda soportarla y ayudar a los heridos, porque claramente van a haber accidentes.

Me apoyo en el mesón de enfermeras con Shane a mi lado, es el interno que está a mi servicio. Tiene mi celular en su poder ya que la Fundación no ha dejado de molestar y no quiero responder nada así que él lo hace por mi.

—No lo sé, ella está ocupada ahora —dice Shane al celular—. Le diré que llamé de regreso.

—¿Quién llamó esta vez?

—La obstetra, para confirmar la ecografía de la octava semana —responde Shane.

—Bien, que quede claro, no escuchaste nada —niego con seriedad—. No sabes nada y no le dirás nada a nadie. Nunca. ¿Entendido?

—Entendido, Dra. Hotchner —asiente levemente—. Felicitaciones —me sonríe, lo miro con seriedad—. Yo no sé nada.

Le pido mi celular para confirmarla, lo envío a ver mis post operatorios ya que no tengo cirugía hoy, Owen las canceló y enviamos pacientes a casa para atenderlos después de la tormenta.

⋯

La cita con mi obstetra salió bien, por ahora el bebé se ve normal y sano por lo que tengo una preocupación menos, aunque debo seguir cuidándome. Guardo la ecografía en el bolsillo de mi bata mientras camino por el pasillo.

—Hey, Emily —dice Derek acercándose—. Habla con Karev, trajo a un amigo con una hemorragia, estaba muy golpeado. Es Jason Myers de obstetricia.

—Voy a buscarlo, gracias por avisar.

No le voy a decir que ese tal Jason no es su amigo porque eso pondría a Alex en sospecha. Corro por los pasillo hasta llegar a la sala de especialistas, esta sentado en el sofá.

—¿Por qué trajiste a Jason a urgencias? —le pregunto—. Derek me lo dijo, cree que es tu amigo.

—¿Qué le dijiste?

—¡Nada! —exclamo—. Dije que pelearas pero no con él. ¿Que fue lo qué paso? Tu carrera...

—No iré a la cárcel, Ems —me interrumpe—. Estaba así cuando lo encontré.

—Bien, te creo —digo sincera—. Pero no sé si la policía lo haga.

—No hice nada, Ems, lo juro.

—Tiene razón —interviene Jo entrando, tiene moretones en el rostro—. Él lo encontró. Yo lo hice.

—¿Qué te pasó en el rostro? —pregunto con delicadeza—. Cierra la puerta.

—Estábamos peleando, él me agarró el brazo y me lo quité de encima —dice rápidamente—. E cayó, se golpeó la cabeza. Pero aún gritaba cuando me fui. Estaba bien, lo juro.

—Debes irte, ahora —le indica Alex, lo miro confundida—. Nadie hará nada por ahora.

—Se estaba defendiendo, nadie la culpara por defenderse —alego—. Es mejor que se sepa la historia de inmediato.

—No, Ems —niega Alex, mira a la interna—. Vete a casa, que nadie te vea —sus ojos se clavan en mi—. No digas nada hasta saber bien qué sucede. ¿Entendido?

—Bien —accedo derrotada—. Puedes irte, Wilson.

La castaña nos mira una última vez antes de salir por la puerta. Suelto un suspiro cansado, ¿acaso no podemos tener un día normal lejos de problemas?