Pise lodo...

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MJ.

- Te ibas sin mi- la mire ofendida.

Si el burro no hubiera relinchado no me hubiera despertado y justo lo hizo cuando estaba caminando junto al burro.

- No cómo crees - me cree tonta - justo te iba a despertar-

- Si claro, idiota- giro los ojos y suspiro.

- Si quieres súbete a Solovino- la mire asqueada.

- En mi vida me e subído a un burro y ni me subiré- dije molesta.

- No durarás ni cinco minutos caminando en la selva- me reto - Solo tienes un tacon- .

- No- Me - Importa- le pique con la punta del tacón en el hombro.

- Bien- agarro al burro y camino- Pero no me voy a detener si algo te pica, si te cansas o tan si quiera si te sale una ampollita- y se metio a la selva.

...

Llevamos caminando 5 minutos, los cuales se han hecho eternos, no es recomendable caminar en la selva descalza.

- Cuánto falta?- hablé después de cinco minutos de silencio.

- Imposible- dijo divertida- Solo cinco minutos aguantas sin hablar- con las ganas que tengo de borrarle la sonrisa de un golpe - Faltan exactamente 99 km- suspire - Solo faltan 20 horas con cincuenta y cinco minutos- dijo como si fuera lo más normal del mundo.

- QUE!- me frene- Debes estar bromeando- me ignoro por completo.

...

DC

La siguiente hora fue de maldecir todo lo que se encontraba en su camino.

- Apúrate para alcanzar a llegar al refugio antes que llueva- siguió caminando.

- Solo a un loco se le ocurre caminar por tanto tiempo, solo a mi se me ocurre seguirte, solo a mi me pasa todo esto-.

Ya cansada le dije.

- Si quieres regresar es todo derecho, estás a tiempo -.

- Ni loca me regreso...-

- Entonces guarda silencio- dije exasperada.

Nota mental, no hablarles tan fuerte a las niñas fresas porque lloran...

- Ya no llores- me acerque a ella y otra vez se alejo -Perdoname de verdad- trate de quitarle las manos de sus ojos - ¿estás cansada?- le pregunté con diez kilos de paciencia encima.
Trato de hablar pero solo se escuchó un balbuceo seguido de un puchero, supongo que eso es un si -Bien..toma agua- y la hice sentarse en un tronco y mientras la miraba se hicieron 15 minutos de descanso -Debemos seguir antes que llueva- asintió y se dispuso a caminar. Que putas paso.

- Mira se siente rico pisar lodo- oh oh

- Si pero, no creo que debas...- no me dejó terminar

-Mi mamá dice que sirve mucho para la piel- si su mamá dice que está bien quien soy yo para decirle que no está bien.

Empecé a caminar y al llegar al "lodo" lo rodeé.

- Estás pisando el baño de Solovino- dije mientras reía.

- Es lodo... O no- cuando vio al burro defecar justo donde piso.

En realidad valió la pena otras dos hora de quejas, mientras llegábamos al refugio.

Es un lugar donde suelo descansar y previene a la medicina de la lluvia.

- Es aquí - dije contemplando lo que yo construí en un día -Descansemos que todavía falta mucho, para llegar al pueblo.

- No piensas que dormiré ahí adentro verdad?- no conteste y camine a resguardar al Solovino

-Si no quieres dormir adentro puedes hacerlo en el hotel que hay aquí adelantito, seguro tienen espacio- sonreí sarcástica.

- De verdad hay un hotel por aquí?- pregunto esperanzada.

- No- solté- Fue sarcasmo-

- Idiota- gire los ojos y seguí en lo mío

Al entrar, como era de esperarse tenía mucho polvo por todos lados.

Encendí la chimenea y acomode el saco para dormir.

Ella solo me veía y se acercaba a la chimenea.

- Traeré la cena- ni tiempo le di para responder cuando me fui al lago.

Esta chica es todo un reto.

...

MJ

Sin más se fue, me dejó con cucarachas y animales que ni siquiera sabía que existían, menos mal no fueron arañas.

Por dios que estoy haciendo aquí, en algún momento dije que me gustaría explorar la naturaleza pero no así, dios.

Se me soltaron unas cuantas lágrimas, después de todo ella tiene razón, a lo mejor fue mi instinto que me alejo de la supuesta boda perfecta que de perfecta no tendría nada.

Para empezar el novio era un patán, ahora que lo pienso no se porque aguante tanto estar con el, debí rechazarlo cuando me cobró la gasolina que uso para llevarme a casa después de la primera cita.
Estaba en un sueño, pues el mariscal de campo me había invitado a salir, y se repetiría la historia que mi mamá me conto de niña, "y vivieron felices para siempre", que gran mentira.... Suspiré y salí.

Me senté en la banca, después de verificar que no había ningún insecto claro está, estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando llegó y me puso dos pescados en frente.

Grite y pegue un brinco.

-¿Qué haces idiota?- estaba alterada.

-Ya cace la cena- dijo orgullosa.

- Lo vamos a comer crudo? - mi cara decía todo.

- No quieres pescado crudo?- negue- entonces deja pido unos camarones empanizados, seguro y tienen arroz blanco- Ahí está otra vez la niña señorita sarcasmo.

- No podemos comer pescado crudo, nos va hacer daño- dije dejando de lado su estupido sarcasmo.

- Lo siento pero la última vez que cocine me quedé sin cocina y por poco me quedo sin vida- sonrió y se dirigió adentro.

- Si comes pescado crudo igual te moriras- recalque.

- Bueno que quieres que haga- se encogió de hombros - Yo no se cocinar y dudo mucho que tú sepas- se burló.

- Pues si no quieres que yo cocine tu pescado, cometelo crudo- use su sarcasmo y busque algo con que cocinarlo en la chimenea.

- ¿Sabes cocinar?- la mire ofendida.

- Mi abuela me enseñó, siempre quise tener un restaurante y que se llamará Luna como ella - conté nostálgica.

-¿Y por que no?- porque me iba a casar y tendría que cuidar de la casa y mis hijos, dude en responder pero preferí no

- Porque no vas a buscar algo con lo que pueda poner el pescado- en el almacén tenía sal y especias que servirán de mucho.

Consiguió un palo de metal algo largo para los dos pescados, cómo pude los corte para limpiarlo por dentro y la mandé a traer agua, hasta eso hacemos muy buen equipo cuando tenemos hambre.

Cuando salieron los pescados no estaban nada mal.

- Esto está muy rico- dijo devorando el pescado.

- Lo se, lo hice yo- la mire triunfante y ella giro los ojos - Pero de esto a comertelos crudos en que pensabas?- y me entró la curiosidad - ¿En verdad has comido pescado crudo?-

- Obvio no- levanté una ceja - prefiero esperarme hasta llegar a mi pueblo- explico -Pero vi que tenías hambre y te conseguí pescado- termino su pescado y siguió - Y bueno, de eso a nada... que bueno que si sabes cocinar- me regaló una sonrisa muy bonita, la única que eh visto que es sincera - Si pones un restaurante de ahí no me vas a sacar- Se fue y sonreí.

Indirectas. Cache Donde viven las historias. Descúbrelo ahora