¿Tuyo de ti?

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DC.

"Mi abuela adoptiva", esa señora que me cuido desde que llegué a Miami, cuando la estaba pasando muy mal aparecia con un gran plato con caldo de pescado, no importando que hiciera el calor del infierno se justificaba con que "eran los nutrientes que necesitaba".

Cuando obtuve mi primera paga por trabajar de intendente en el hospital recuerdo que llegue ahora yo a su casa con hamburguesas y helado como una forma de agradecimiento.

Después, en cuanto fui creciendo laboralmente y con estudios que lo avalarán fue creciendo mi sueldo, y ahora íbamos a los lugares más prestigiosos de Miami y justo ahora estaba en un viaje a Brasil.

Ella era muy especial para mí y yo para ella, pero en temas de relaciones y parejas es muy insistente por no decirlo de otra manera, ella insiste en qué ya tenga pareja porque sino me convertiré en una vieja ermitaña.

Ella misma me amenazó con cortarme las bubis si se moría sin que yo tuviera hijos.

Al regresar del doble turno tuve una llamada con ella en donde decía que ya venía de regreso a Miami que si podía pasar mañana en la mañana por ella.

Suspiré recordando su amenaza "Si llego y no tienes pareja Daniela... yo misma te conseguiré una y sabes muy bien que si lo hago.

Hubo una vez en la que fingió tener un infarto frente a una chica, según ella solo necesitábamos un empujoncito, lo que no espero por nada del mundo es que justo en ese momento iba pasando una ambulancia y se detuvo al ver a una viejita en el suelo.... fue todo un caos.

Sabía de lo que era capaz esa señora y con una llamada a Martha supe dónde vivía Maria José, con algo de suerte llegaría a tiempo... y si...

En este momento estoy llegando a la casa de María José, quería aclarar la situación o simplemente hablarlo.

-Hola- sonreí al vigilante de la entrada - Vengo por Maria José- me sonrió de vuelta.

- Si señorita¿cuál es su número?- al decile mi nombre dejo de sonreír y hablo por teléfono- Lo siento, no puede pasar- dijo cerio- Los señores Garzón le negaron la entrada, hágame el favor y váyase antes de que llame a la policía- me miró con pena.

- No estoy entendiendo nada... justo ayer quedé con María José en qué iba a pasar hoy- esto era el colmó.

- Lo siento señorita es protocolo, si la dejo pasar me despiden- suspiré, no me quedo de otra más que estacionarme en la esquina y marcarle a María José.

Llamada.

- Hola mi amor ya vienes- se escuchaba que alguien más estaba con ella.

- Hola... Bueno ya llegué a la esquina...- trate de explicar.

- Bueno... pues entra- dijo obvia.

- Si.. ese es el problema, el vigilante me negó la entrada- suspiré.

-¡¿QUE?!- y colgó.

Supuse que ya vendría pero pasaron poco más de 5 minutos y me baje del carro e iba a volver a marcarle cuando la vi caminar rápido y bueno.. se veía enojada y lo comprobé cuando llegó con el vigilante a regañarlo.

- Maria José- le llame solo volteo y siguió, me acerque para el rescate del vigilante - Oye el no tiene la culpa- y santo error mío, volteo y me mato con la mirada.

- No me dijiste que te negó la entrada-dijo apretando los dientes yo solo asentí- Y entonces...- parpadeo tres veces.

- Estoy segura que el solo acató órdenes de adentro- le expliqué calmadamente.

Indirectas. Cache Donde viven las historias. Descúbrelo ahora