Indirectas. Cache

Grandioso Calle, quemaste el agua.

DC.

- Muchas gracias hija- me dio un beso en el cachete.

- Gracias por acompañarla mi niña, sabes que cuentas conmigo en todo- le dio un beso y la abrazo.

- Gracias Luz- nos fuimos caminando a mi casa que quedaba justo en frente de la de mi abuela.

- Siento que ya te quiere más a ti que a mí- le dije después de cerrar la puerta de mi casa.

- Es imposible no quererme...- se quedo callada al ver un bulto en mi sofá.

- Tranquila es Sonia- suspire- Amiga- la levanté para que se fuera a su habitación.

Pero al ver a Poche la atiborro de preguntas.

- Aunque sea dime¿cómo están?¿por qué no se quiso ir conmigo?- la miro triste.

- Ella quiere ser libre- la miro con el seño fruncido- Entiendela ella vivía, prácticamente, en una cárcel- la tomo del hombro- Necesita tiempo- en shock mi amiga se sentó.

- Mierda- suspiro.

- Si... te sirve de consuelo ella te quiere y mucho- dijo Poche tratando de animarla.

- La única diferencia es que yo la amo- le sonrió de lado- Voy por cerveza, ¿gustan algo?- se levantó y se encamino a la puerta esperando respuesta.

- No gracias- respondimos al tiempo, sin más se fue.

- Le afecto mucho verdad?- me miró.

- Si... ella cuida mucho a su familia y en sierto punto los consideraba como su familia- le expliqué.

- Entiendo...- se quedó pensativa.

- ¿Quieres cenar algo?- corte el silencio.

- Claro..- nos dirigimos a la cocina pero como era costumbre no tenía nada- ¿Que es ésto?- saco un toper con... algo adentro no se lo que era, ni desde cuándo está eso ahí- Creo que dio una patada- rápidamente tome una bolsa y ella lo metió, le hice un nudo y lo tire

- Creo que mejor pedimos algo- tome mi celular.

....

MJ.

Después de cenar hamburguesas, nos pusimos pijamas y nos quedamos viendo una película en la sala, era interesante solo que no podía concentrarme después de todo lo que ha pasado en un día, no se que pasará mañana ni cuánto tiempo estaré viviendo aquí.

- Oye..- llamo mi atención- Todo estará bien- me sonrió y simplemente le creí, le sonreí de vuelta y me acosté en su hombro.

- Gracias- lo dije en un hilo de voz.

....

No me di cuenta de cuando fue que me dormí ni como llegué aquí, vaya costumbre rara la que tengo.

Al ir despertando y agarrando el rollo de dónde estaba me sorprendí, más me sorprendió el que no hiciera nada para quitarme.

Estaba aferrada al torso de Calle y apoyada en su brazo.

Estaba tan agusto como para quitarme... entre pensar si quitarme o no, me quedé dormida de nuevo, me desperté cuando ya no estaba nadie al otro lado de la cama, me levanté a lavarme aunque sea la cara.

Al bajar encontré a Sonia en la barra y a Calle en la cocina... oh oh

- JAJA eso se ve asqueroso Daniela- se burló Sonia.

- Hola- sonreí al llegar junto a ellas.

- Buenos días- respondieron al tiempo - ¿Cómo dormiste?- me preguntó Calle.