Me casare. 2/?

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MJ.

-Adelante- grite para que me escucharán.

- Hola- la vocecita de Renato se hizo presente - Me perdí- dijo apenado.

- Hola chaparro, dame un momento y te llevo con tu mamá- guarde unas cosas en su lugar, mientras Renato fisgoneaba mis cosas.

- ¿Es tuyo?- cargo un peluche que mi papá me dio justo cuando tenía su edad, recuerdo que fue para escuzar su ausencia en el festival del día del padre.

- Si, es el pequeño Bongo ¿Te gusta?- asintió - El es mi mejor amigo, te hará buena compañía- me mira curioso.

- ¿Puedo llevarlo conmigo? ¿Y tú con quién te quedarás?- tomo mi mano mientras que con la otra abrazaba fuertemente al peluche.

- Si, puedes llevarlo contigo, con la condición de que lo cuides y no te preocupes por mi, tu podrías ser mi amigo ahora- llegamos a la habitación estaba abierta y entramos.

- Mira a quien.....- nunca espere ver a mi hermana en esa habitación, y menos que tuviera a Martha acorralada entre la pared y ella -¡Valentina!- el pequeño se soltó de mi y fue corriendo con su mamá a abrazarla fuerte después de empujar a mi hermana lejos de ellos.

Jale a mi hermana fuera del cuarto y lejos del mismo.

- Siempre tan oportuna hermanita- me dijo sarcástica.

- Y tu siempre tan hormonal Valentina debes de calmarte ya- jiro los ojos- Hablo enserio Valentina, no sabes lo que han pasado ellos - la frene - Ella no está para jueguitos tontos Valentina escuchaste- asintió.

- Maria José- me detuvo mi papá al pasar por su oficina - Pasa, quiero hablar contigo- me miró a los ojos.

- ¿Que pasa papá?-al entrar a su oficina el se sentó en su silla de cuero.

-Quiero que me digas lo que pasó, sin rodeos- me senté, esto iba para largo.

Le conté cómo sucedió que me di cuenta y omitiendo unas cosas.

- Entiendo que no estuvo bien lo que hizo...pero- dijo pero?- debes de entender que un hombre tiene necesidades...- lo dijo tan despacio como para que lo entendiera.

- Papá estás consciente de lo que me estás diciendo- asintió- No puedo creerlo- me levanté dispuesta a irme.

- Hija, entiende yo solo quiero lo mejor para ti- lo dijo tan convencido que me frene.

- Lo mejor para mí?, Por favor- me reí de forma sarcástica- Desde cuándo lo mejor para mí es casarme con alguien bueno pera nada que encima me pone cachos con mi prima!- lo mire directo a los ojos - No me voy a casar con Gonzalo- sentencie.

- Es para que tengas la oportunidad de tener un futuro mejor, el muchacho te dará todo...- seguía

- Si la oportunidad de mi vida es tener"un futuro mejor" y terminar igual a tener una vida como la que tienen tu y mi madre, prefiero desaprovecharla- me fui.

Recuerdo cuando mi papá jugaba con nosotras a las princesas y el era el heroe de la historia... Y de un día para otro todo cambio, siempre llegaba tarde o se la pasaba en su despacho.
Mi madre plantando la idea de que algún día mi príncipe azul me rescataría.
....

DC.

Estaba de guardia en el hospital no podía concentrarme al cien porciento todo estaba vuelto nada y yo solo podía pensar en la niña fresa.

Sonia estaba igual o peor, insiste en qué "esa niñata tonta" se aprovecharía de la situación con Martha.

Llamada.
- Bueno? Martha- conteste

- Hola Calle- respondió - ¿Cómo están, cómo está Sonia?- mi amiga al darse cuenta de quién era me quiso arrebatar el teléfono, después de unos jalones y pucheros de su parte pude contestar.

- Está mal... Quiere saber de ustedes- un suspiro profundo se escuchó.

- Solo dile que estamos bien, que le agradezco mucho por...- .

- Mira ella justo acaba de llegar, te la paso y tú misma le dices- le mentí, le pase el teléfono a Sonia ella muy esperanzada contesto.

De estar con la cara llena de ilusión paso a una desfigurada y triste, muy triste.

Sonia estaba enamorada de ella... Lentamente no fue correspondida de la misma manera por Martha, lo fue en su momento, una escapada de la realidad de lo monótono y los problemas que vivía en su casa le llevaron a confundir lo que en realidad sentía por Sonia.... Lamentablemente mi amiga paga los platos rotos.

- Vamos Sonia- le dije después de que colgó- Tenemos que trabajar- solo asintió y camino.

.....

MJ.

- Hija- paso mi mamá a mi cuarto.

- Mamá no quiero hablar ahorita...- sabía lo que se venía.

- Tu papá me contó todo...- y aquí vamos - Hija es por tu bien, no queremos que te cases con un bueno para nada, pero tampoco tenemos todo el dinero del mundo - me explico.

- ¿Me pides que me case por dinero?- en qué año estamos.

- No hija lo que quiero decir es..- la corte.

- Por más que quieran que me case con Gonzalo, no va a pasar mamá- se sentó en mi cama.

- ¿Que harás de tu vida entonces?¿Que van a decir de ti?- lo sabía.

- Mamá a mi no me importa lo que digan de mi... Me casare cuando...- y me interrumpió.

- Hay una herencia Hija- soltó sin más.

-¿Qué?- pensé que no había entendido.

- Tienes que casarte para recibir tu herencia que te dejo tu abuela- no lo puedo creer.

- A mi no me importa nada de eso mamá, tu sabes la conexión que tenía con ella.. por qué me dijeron hasta ahorita- le dije indignada.

-Entonces... ¿Te casarás con Gonzalo?- me miró esperanzada.

- No mamá- salió hecha furia de mi cuarto.

Toda la noche me quedé pensando en lo que me dijo, el dinero me ayudará a poner mi propio restaurante y no tener que pedirle a mi papá el dinero, si me ayudaría y mucho ese dinero. Aunque fuera poco eso más lo que tengo ahorrado sería de gran ayuda.

.....

MJ.

Al día siguiente me levanté con una gran migraña y una pereza enorme.
Al llegar a la cocina estaban mis padres y Valentina desayunando.

- ¿Vas a desayunar?- pregunto Valentina.

- Si, muero de hambre- después de que me trajeron mi desayuno mi hermana hablo.

- Que pasa Maria Poche- pregunto mi hermana jodiendo.

- Mis papás me quieren obligar a casarme con Gonzalo- le solté de una

- No se por que no me sorprende- suspiro - ¿Obviamente no lo harás verdad?- la entendía, éramos tan predecibles y cerrados pero se alguna manera ese viaje, esa travesía que viví me abrió mucho los ojos.....

En eso entraron mis papás, al sentarse a desayunar solté de una.

- Me casare- los tres me voltearon a ver y soltaron al unísono un...

-¿Qué?!-....

Ni yo sabía que era lo que estaba diciendo y ni que iba a suceder, pero ya no había marcha atrás.





Indirectas. Cache Donde viven las historias. Descúbrelo ahora