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Viernes 15 de

Wickham me visitó esta tarde, como sabía que lo haría. Su situación es desesperada, y no puede permitirse el desdeñar cualquier ayuda. Sólo el pensar en la felicidad de Elizabeth me sostuvo en esta prueba, la cual fue tan poco placentera como nuestro último encuentro. Si no fuera por ella, hubiera abandonado todo el asunto. Por fin llegamos a un acuerdo: mil libras para pagar sus deudas y otras mil más.

-Y una carta de referencia.

-No creo que seas bien recibido en el ejército.

-Tienes algunas influencias ahí. Vamos, Darcy, necesito tener algo para vivir. ¿De qué otra forma mantendré a mi esposa?.

Al final accedí, con la condición de que se uniera a un regimiento en el norte. No quiero verlo cuando Elizabeth y yo estemos casados. Si Elizabeth y yo nos casamos. Ya cometí el error una vez al pensar que ella deseaba que se lo propusiera, pero estaba equivocado. No cometeré el mismo error otra vez.

Habiendo fijado todo con Wickham, decidi llamar al Señor Gardiner para dejarle saber lo que se había decidido. Pronto encontré su casa, pero cuando pedí verlo me percate por la charla de los criados que el Señor Bennet estaba con él. Dudé. Si Mr Bennet lo supiera, temi que haría algo precipitado, al estar tan estrechamente involucrado en el incidente. Indagando un poco más descubrí que el Señor Bennet estaría regresando a casa mañana. Por esto juzgue más conveniente esperar, pensando que sería más fácil hablar con el Señor Gardiner que con Mr Bennet. El señor Gardiner está menos involucrado, y será probablemente más racional. Sábado 16 de Agosto.
Visité a Mr Gardiner y esta vez lo encontré solo. Estaba sorprendido al verme, pero me recibió cordialmente.

-Mr Darcy. No sabía que tenía planeado visitar la ciudad tan pronto. ¿Cómo esta su hermana? ¿Bien, espero?

-Muy bien.

-Estuvimos encantados de conocerla en Derbyshire. Ella es una hermosa joven.

-Gracias. Es muy amable. Pero no es sobre mi hermana por quien he venido a hablar con usted, sino acerca de su sobrina.

Lo vi cambiar de color. -¿Desea sentarse?

-Gracias. Fui a visitarla después de que la carta de su hermana hubiera sido recibida-dije- y me reveló la desafortunada realidad. Me siento responsable por la situación, pues conocía el carácter de Wickham y aun asi permaneci en silencio. Ya había hecho algo similar antes, pero no lo mencione porque quería proteger la reputación de la joven. Si lo hubiera hecho público, entonces ninguna mujer habría sido capaz de amarlo, y Miss Lydia hubiera estado a salvo.

Su expresión decía que nada hubiera mantenido a salvo a una chica tan inmadura como Lydia.
Pero solo dijo -No es en absoluto su culpa.

-Aun así, tomé como mi obligación el buscarlo. Conocía sus amistades, y sabía cómo descubrir el lugar en donde pudiera estar. Lo he visto, y lo he persuadido de que una boda debe llevarse cabo.

Cada vez parecía más y más sorprendido mientras desvelaba los detalles. Se negó a dejarme asumir cualquiera de los arreglos financieros, y mientras discutíamos sobre esto, una expresión pensativa empezó a cubrir su rostro. Sospechaba la naturaleza de mis sentimientos por Elizabeth. Estoy seguro de ello, pero no dijo nada. ¿Cómo podría? Al fin él dijo que habíamos hablado suficiente, y me invitó a presentarme mañana nuevamente. Creo que desea consultarlo con su esposa sobre si debería permitirme ayudar. Lo dejé y me retiré a mi club. Todo estará pronto arreglado, tengo confianza en ello. Tan pronto como Elizabeth escuche de esto, estará muy aliviada, y esa idea es la que me sostiene. Sera capaz de reír otra vez, y molestarme, y se olvidará de todo lo concerniente con su hermana.

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