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Miércoles 6 de Agosto

Me levanté de la cama muy temprano. No podía dormir. Busqué a Georgiana y por fin llegó, con Bingley y sus hermanas. Los recibi afectuosamente, y después, diciéndole a Georgiana que quería mostrarle un nuevo especimen de árbol en el jardín, la invité a dar un paseo. Ella fue conmigo enseguida. Cuando estábamos a alguna distancia de la casa, le dije:

-Georgiana, hay alguien a quien me gustaría que conocieras.
Me miró inquisitivamente.

-Cuando estaba en Hertfordshire el otoño pasado, conocí a una joven llamada Elizabeth Bennet. Me agrada mucho.

Georgiana parecía sorprendida, y después complacida.
-Está visitando Derbyshire, y se está quedando en una posada cerca de aquí. Si no estás muy cansada, me gustaría que la conocieras esta mañana.

Sabía que era algo repentino, pero ahora que había encontrado a Elizabeth, no podia esperar el presentársela a mi hermana.
-No, no estoy muy cansada. Me gustaría conocerla.

Regresamos a la casa. Caroline y Louisa estaban arriba, y Georgiana las siguió, prometiendo bajar cuando se hubiera refrescado las manos y la cara, y hubiera cambiado su vestido. Bingley estaba en la biblioteca.

-Hay alguien quien se está quedando cerca de aquí, a quien creó te gustará ver.
-¿Oh? -se giró.

-Miss Elizabeth Bennet. Ha estado viajando con su tía y su tío. Por casualidad estaban visitando la casa ayer, justo cuando llegué. Prometí que los visitaría esta mañana. Voy a llevar a Georgiana conmigo, y pensé que te gustaría venir.

Parecía sorprendido, pero dijo:
-Claro, Darcy. Me encantaría volver a verla- Dudó un momento y dijo-¿Será mejor si no pregunto por su hermana? ¿O parecería eso muy inusual y descortes?.

-Creo que deberías preguntar por ella.
Sonrió, y yo estaba complacido por el rumbo que la situación había tomado. Viajamos a Lambton, con Bingley siguiéndonos a caballo. Esperaba que Elizabeth no hubiera salido. La vi en la ventana y me tranquilicé. Creo que había estado tan nervioso como Georgiana cuando llegamos a la posada.
Elizabeth parecía azorada, pero tan pronto como le presenté a Georgiana, ella recobró su compostura. Entre ambas parecía haber surgido un cariño real. Georgiana estaba cohibida al principio, pero Elizabeth persistió, haciéndole preguntas y guiándola gentilmente a que hablara. Georgiana cada vez era más abierta en su conversación, y poco después estaban sentadas juntas.

-No debe olvidar que prometió pescar en mi río- le dije a Mr Gardiner. Parecía sorprendido, como si pensara que ya habría cambiado de opinión, pero aceptó rápidamente.
No pude evitar desviar mi mirada hacia Elizabeth, y creo que se hubiera mantenido ahí si no hubiéramos sido interrumpidos por Bingley. Afortunadamente sus hermanas no habían bajado durante el tiempo en que nos preparábamos para partir, o habríamos estado obligados a invitarlas a venir con nosotros.

Los rasgos de Elizabeth se suavizaron al verlo. No consideraba su inconstancia como algo en contra suya, entonces. Estaba agradecido. Yo había sido la causa de ello, no él. Si no hubiera sido por su natural modestia, hubiera seguido su propio deseo en lugar de escucharme a mi.

-Su familia está bien, ¿espero? - dijo.
-Si, muy bien, gracias.
-¿Su madre y su padre?
-Están bien de salud.
-¿Y sus hermanas?
-Si, están todas bien.
-Perfecto - Se detuvo, tan avergonzado como yo había estado el día anterior.
-Ha pasado un largo tiempo desde la última vez que tuve el placer de verla- Ella abrió la boca para responder, pero él siguió.-Han pasado alrededor de ocho meses. No nos hemos visto desde el 26 de Noviembre, cuando todos estábamos bailando juntos en Netherfield.
Que tan lejano parecía. Y cuanto drama se había desarrollado desde entonces.

-¿Cuándo planea regresar a Longbourn? - preguntó Bingley.
-Pronto. En poco menos de una semana.
-Estará encantada de ver a sus hermanas otra vez.
Elizabeth sonrió. No podía ignorar la razón detrás de toda esta charla acerca de sus hermanas.
-Si.
-Y ellas de verla.
-Estoy segura que lo estarán.
-Estoy pensando en regresar a Netherfield yo mismo- dijo de modo indiferente.
-¿Oh? Había escuchado el rumor de que deseaba dejarlo.
-De ningún modo. Es la casa más placentera que he encontrado.
-Y aun así, ha estado mucho tiempo lejos.
-Tenía asuntos que atender- dijo-Pero ahora soy el dueño de mi destino.

Los ojos de Elizabeth se toparon con los míos, y sonreimos. Estaba seguro de que ella sabía a lo que Bingley se refería cuando decía que ahora era el dueño de su destino.
Me di cuenta de que su tía se giraba en nuestra dirección, pero no disfrace mi admiración por su sobrina. Que lo supiera. Me gustaría decirselo a todo el mundo. Estoy enamorado de Elizabeth Bennet.

Me estuve preocupando por ser agradable. No fue difícil. Simplemente pretendía que había conocido a los Gardiner toda mi vida. Es increible que fácil es ser abierto con los extraños cuando le encuentras la maña. Y la motivación, tenía que admitir. Antes no me hubiera tomado la molestia. Ahora, hacia un esfuerzo por ser agradable. Nos quedamos alrededor de media hora, pero no podía irme. Al fin me di cuenta que la señora Gardiner miraba continuamente el reloj, y sabía que debíamos retirarnos.
-Espero que nos acompañen a cenar antes de que se vayan del vecindario- dije, mirando a Georgiana para que se me uniera en la invitación.

-Si, nos encantaría que nos pudieran acompañar- dijo tímidamente. Mire a Elizabeth, pero ella rehuyó mi mirada. No estaba preocupado. Había un rastro de
incomodidad, pero no de hostilidad en su rostro, y espero que con el tiempo nos conoceremos mejor y esa incomodidad desaparecerá.

-Estaríamos encantados- dijo la señora Gardiner.
-¿Qué tal el día después de mañana?
-El día después de mañana será
-Estaré esperándolo con ansias- dijo Elizabeth.
Se topó con mi mirada mientras lo decía, y sonreí. Vi una sonrisa como respuesta elevarse en sus labios, y estuve satisfecho.

-Yo también lo espero con ansias- dijo Bingley a Elizabeth-Tenemos mucho de qué hablar. Me gustaría escuchar sobre todos mis amigos en Hertfordshire.

Nos retiramos, y regresamos a Pemberley. Georgiana se retiró a su cuarto para quitarse su bonete y su capa.Entré al salón conBingley, y encontramos a Caroline y a Louisa ahi.

-¿Han estado fuera? -preguntó Caroline.
-Si, visitando a Miss Bennet- dijo Bingley.
-Jane Bennet está aquí? - preguntó Caroline sorprendida.
-Debía haber dicho, Miss Elizabeth Bennet
Aún peor, decía la expresión de Caroline. Pero pronto la suprimió.

-Dios mío, pero que coincidencia que ella resulte estar en Derbyshire justo cuando usted regresa, Mr Darcy.
-Si, es afortunado ¿no lo cree? - pregunté.Ella parecía querer decir algo sarcástico, pero reflexionó.
-Me gustaria verla otra vez. Creo que le hare una visita. ¿Qué dices, Louisa? ¿Vendrías conmigo?.
-No hay necesidad- dijo su hermano-Ella vendrá aquí.

-¿Aqui?- Caroline sonaba horrorizada.
-Darcy la invitó a comer.
-Con su tía y su tío- agregué.
-¿No el abogado de Meryton? - preguntó con un tono burlón.
-No, el tío que vive en Cheapside- respondí, removiendo su aguijonazo

Parecía molesta-¿Y él es muy vulgar? - preguntó.
-Debe serlo. ¡Querida! Cheapside-dijo Louisa estremeciéndose.
-De hecho es un hombre muy caballeroso, y su esposa una dama elegante.
-¿Y vamos a conocer a estos dechados? - dijo Caroline-Que entretenido.

La escuché con condescendencia mientras seguía hablando de la misma manera. Nada que dijera podría perturbar mi felicidad. Pensé sólo en Elizabeth. No me había rechazado. No mo había hablado con desagrado y desprecio. Había sido cortés, y agradable, y había algo en sus maneras que me hacían tener esperanzas de que no le era indiferente. Cuando pienso que una vez había dado por hecho que ella se casaría conmigo. Que no hubiera ni siquiera considerado la posibilidad de que me fuera a rechazar. Y ahora, aunque sentía la esperanza crecer en mí, tenia la precaución de que mis sentimientos podrían no ser devueltos.
Pero no pensaré en algo tan lejano. La veré el día después de mañana. Eso es suficiente.

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