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Martes 28 de Octubre

No sabía que podía sentirme tan nervioso, pero esta mañana me senti casi tan nervioso como el día en que le pedi a Elizabeth que se casara conmigo. Bingley y yo nos dirigimos a la iglesia juntos. Creo que él estaba aún más ansioso que yo cuando fuimos y tomamos nuestros lugares en el frente.

Los invitados comenzaron a llegar. Mr Collins fue el primero. Su esposa no estaba con el, pues ella era la dama de Elizabeth. Mrs Philips lo siguió. Los Lucas llegaron, después una cantidad de conocidos de Elizabeth. Por mi parte, de familiares solo estaban el Coronel Fitzwilliam y mi hermana Georgiana. Lady Catherine y Anne no asistieron. No lo esperaba, y
estaba aliviado de que mi tía decidiera permanecer alejada, pero me hubiera gustado el ver a Anne, y sospecho que a ella le hubiera gustado verme seguramente casado con Elizabeth.

La iglesia estaba llena. Los invitados tomaron sus asientos. Bingley y yo intercambiamos miradas. Miramos hacia la puesta. Nos volvimos a voltear a ver. Mire mi reloj. Bingley miró el suyo. El sonrió nerviosamente. Yo sonreí tranquilizadoramente. El asintió. Junte mis manos. Y entonces escuchamos un suspiro y, volteando alrededor, contemplé a Elizabeth. Estaba caminando hacia el altar en el brazo de su padre, con Jane en el otro brazo, Pero no tenía ojos para Jane. Tenía solo ojos para Elizabeth. Ella se veía radiante. Sentí mis nervios y angustias dejarme mientras ella se me unia, tomando su lugar junto a mí, como Jane tomaba su lugar junto a Bingley.

El servicio fue sencillo pero me conmovió profundamente. Al intercambiar los votos Elizabeth y yo, pensé que no podía existir un hombre más feliz en toda Inglaterra. Partimos de la iglesia, y mientras miraba a Elizabeth, sabia que ella era ahora la señora Darcy. -¡Señora Darcy!- dijo su madre, repitiendo mis pensamientos. -Que bien suena. ¡Y Señora Bingley! ¡Oh! Si pudiera ver a mis otras dos hijas tan bien casadas, no tendría nada más que pedir.

Regresamos a Longbourn para el desayuno de la boda, y después Elizabeth y yo nos dirigimos a dar un paseo por Lake District. Jane y Bingley fueron con nosotros. Nos detuvimos en la noche en una pequeña posada y estoy haciendo lo mejor con esta oportunidad de escribir en mi diario, pues no tendré tiempo después. Estoy ansioso de que llegué la tarde. Después de la cena, nuestro verdadero matrimonio comenzará.

El diario de Mr. Darcy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora