🔴CAPÍTULO CON CONTENIDO +21. SE RECOMIENDA DISCRECIÓN🔴
DIECISIETE AÑOS ATRÁS,
VARSOVIA, POLONIA—¿Eva? —me limpio los zapatos de charol en el felpudo de la puerta principal—. ¿Gigi? ¿Papi? —no sé cuántas veces van las que le he pedido a papá quedarme con el limpiasuelas. Es mullido y tiene forma de oso cosa que me encanta. Creo que por eso lo compraron en la feria artesanal de invierno.
—Ivanka —la voz viene del fondo al igual que el olor a quemado.
Dejo mi mochila en el perchero, también mi abrigo, mi gorro y los guantes.
Hace muchísimo frío afuera pero si naces en el hielo y tu padre te avienta al agua gélida del lago con apenas unos meses, se te cura de inmediato la intolerancia a las temperaturas polares cediendo espacio simplemente al soportable invierno europeo.
A veces ni se porqué me abrigo tanto.
O bueno, sí lo sé. Es culpa de Gio.
Gio me usa de maniquí y siempre me pone la ropa que se le antoja.
Después de Gio en términos de mamá, vienen mis cinco hermanas con complejo de maternidad y por último viene Sasha Novak, mi madre.
Es la desventaja de ser la más chica entre tantas mujeres. Todas te cuidan, todas te vigilan, te reprenden, te sobreprotegen, te enseñan y te crían.
—¡Sav! —lo grito, sacando el cuaderno con las tareas que tengo pendientes para mañana—. ¡Savi se te está quemando la comida!
—Cállate Mila —lo gruñe—, o te daré el quemado a ti solita.
Con mi cartuchera bajo el brazo voy corriendo a la cocina.
Savannah está cocinando y de todas, es la que cocina peor. Si no se le quema le queda salado, muy dulce o demasiado asqueroso.
—¿Eva y las demás? —lo pregunto contemplando sus cortos y bonitos rizos color caramelo.
Deja de batir las claras en el bowl y apaga el fuego para quedarse viéndome con su chistosa pero armoniosa y bella expresión, y el utensilio apuntando en mi dirección.
—Evangeline y Liliana están en el autobús.
—¿Y Gigi? —avanzo al fogón aguantando la risa puesto que intenta y se esmera en preparar claras a nieve—. ¿Dónde están Irina y Sasha?
Los almendrados y ambarinos ojos de Savannah Novak se abren con advertencia.
—Las demás están en el jardín, Mila. Están cosechando con papá así que no vayas a husmearles.
—¿Será que nacieron las fresas? —con ilusión rodeo a mi hermana, la segunda después de Gio y apoyando mis útiles en la mesa salgo al patio trasero.
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AVARICIA © Pecados Capitales I +21 EN FÍSICO
Ficção Geral#AVARICIA: Dícese del pecado de exceso ante el deseo de poseer bienes materiales y riquezas. Viciosos contaminados por tener grandes cantidades de objetos, influencias y o poder sin importar los medios por los cuales puedan obtenerlos. Mila se crió...