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—¿Te propuso tener sexo con él?

Nian miró escandalizado a los costados de la cafetería, comprobando que nadie más haya escuchado lo que su amiga dijo.

—Habla más despacio, Lidya, por favor. —Le pidió, sintiendo el rubor ascender por sus mejillas—. Y sí, ya lo dije, él... él me propuso eso.

—¿Y qué le respondiste? —preguntó en esta ocasión su otro amigo, Marcus.

—Le dije que no.

—¿Pero por qué? —Lidya se mostró inconforme—. Te hemos escuchado hablar de tu enamoramiento por él durante años. Tu último novio era aterradoramente similar a él, y no creo que eso haya sido una casualidad.

—Eso suena raro... —murmuró Marcus.

—Lo sé. —Nian se hizo el cabello hacia atrás.

—Eso no es lo que importa —Los interrumpió Lidya—. A lo que voy es que has esperado que este momento llegue por muchísimo tiempo, desde que estaban en colegio o no sé si mucho antes, ¿por qué no tomas la oportunidad que se te está presentando?

—Porque no es algo que él quiera, ¿bien? Solo lo hace por su popularidad en el sitio ese.

Nian podía hablar libremente de ese asunto con sus dos amigos porque ambos sabían de sus sentimientos por Yohan y porque este les había revelado a lo que se dedicaba.

Yohan había dicho algo sobre que si Nian confiaba en ellos, entonces él también lo hacía. Se llevaban bien, no al mismo grado, pero Marcus y Lydia también estimaban a Yohan.

—¿Y eso qué? Tú también ganarás.

—No quiero sentirme utilizado.

—Técnicamente no te estaría utilizando.

—Sí, sí lo estaría haciendo. —Marcus intervino, mirando fijamente a Nian—. Pero has soñado con él por mucho tiempo, en lugar de ser solo el utilizado, puedes usarlo tú también. Míralo como un ganar-ganar.

—No lo sé... siento que ya estoy demasiado perdido por él. Si tenemos sexo las cosas van a empeorar entre nosotros.

—No creo que empeoren. —Opinó Lydia—. Lo que sí creo es que te podrías arrepentir si no lo haces y ya. Sin tanto problema, solo es sexo, y con el amor de tu vida, aún mejor. 

—Ese es precisamente el problema. —Señaló Nian—. He estado enamorado de Yohan desde que tengo uso de razón, acostarme con él sería dar un paso a un abismo sin final.

—No caerás solo, estarás entre sus brazos.

—Además, imagina todas las posibilidades. ¿Y si se enamora de ti en el proceso? —Sugirió Marcus con cierto atisbo soñador en sus ojos.

—No soy un personaje de uno de esos libros que escribes. Esas cosas solo ocurren en la fantasía. En la vida real eso no pasa. El chico hetero no se enamora de su mejor amigo gay por el poder del amor.

—¿Por qué tienes que ser tan pesimista?

Nian exhaló con pesadez. Su cabeza punzaba.

—¿Tienen idea de la cantidad de veces que he escuchado a Yohan hablar sobre las mujeres con las que se ha acostado? ¿De lo mucho que le gustan sus atributos o lo que más le prende de ellas? ¿O la cantidad de veces en las que ha dicho explícitamente que no le encuentra el atractivo sexual a los hombres? Lo que quiere hacer es solo por no perder seguidores, es una farsa. No hay forma en el mundo en la que él se pueda fijar en mí, hemos estado juntos toda una vida y eso nunca ha pasado, ¿por qué pasaría ahora?

CAÓTICA DECISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora