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—¡Hey, chicos! ¡Los eché de menos! —Yohan le sonrió a la cámara y los comentarios en la pantalla se desataron—. Vaya, noto que todos ustedes también me extrañaron...

Yohan se tomó su tiempo para leer la mayor parte de las cosas que decían su seguidores, aunque eran demasiados logró alcanzar a ver algunos cuántos.

«¿Dónde estuviste?»

«Ahh por finnn»

«Desnúdate»

«Llevas mucha ropa»

«Siiii, extrañé tu verga»

«Pensé que nos abandonarías»

«¿A dónde fuiste?»

«Muéstranos tu polla»

—Veo mucho interés con saber en dónde estuve... —Yohan se lamió el labio—. Solo puedo decirles que buena compañía no me hizo falta. Fui con mi chico a una casa de campo y lo jodí contra los árboles, de solo recordarlo se me para la verga... —Se masajeó el miembro cubierto por la áspera tela del jean.

Yohan se puso de pie y se sacó la camiseta, flexionando los músculos. Dejó que la cámara capturara un poco sus movimientos y la piel desnuda de su torso, y se volvió a sentar. Se siguió masajeando la erección que se iba formando con lentitud bajo sus pantalones.

—¿Que por qué no grabé? —Yohan leyó un comentario en voz alta—. Bueno porque hay momentos que son solo para mi chico y yo. Ustedes no se pueden quejar, ya han visto la mejor parte de nosotros.

Se mantuvo respondiendo los comentarios que alcanzaba a leer, algunas de las cosas que decía eran mentiras. Como lo de joder a Nian contra algún árbol. Ahora que lo pensaba, eso habría sido una buena idea, hubiese sido un buen material para su cuenta.

Sin embargo, el motivo de aquel viaje fue divertirse y desestresarse de toda la tensión a la que se habían visto expuestos en los últimos días. Podía asegurar que funcionó porque las cosas entre él y Nian parecían haber vuelto a la normalidad. Su amigo ya no huía de sus toques, e incluso le permitía dormir abrazado a él de nuevo.

Así que todo salió bien, al menos para él. No podía decir lo mismo de Marcus, debido a que cuando regresó junto a Nian después de pasar la noche acampando, se encontraron con que aparentemente Marcus se había caído de las escaleras, o eso fue lo que dijo para justificar su malestar.

Parecía bastante adolorido, caminar le resultaba una tarea difícil.

Ese día no salieron, a pesar de que Marcus insistió en que podía quedarse solo, todos prefirieron disfrutar en la casa. Nian no se quería apartar de su amigo.

A pesar de ello fue un viaje memorable.

—Carajo, chicos... —Yohan silbó, y puso una mano detrás de su nuca al ver el contador de espectadores—. Son cien mil... ¿en qué momento llegaron tantos? Bienvenidos, espero que disfruten mi contenido y se corran mucho.

Yohan pasó una mano por su abdomen y se desprendió el botón del pantalón, para luego exponer su miembro endurecido frente a la cámara.

Aunque lo estuviese disimulando bastante bien, la emoción que recorría su cuerpo era indescriptible. Ni en sus más locos sueños se hubiese imaginado que llegaría el día en que tantas personas estuviesen conectadas en una de sus transmisiones.

Gran parte de ese logro se lo debía a Nian, así que la próxima vez que vaya a coger con su amigo, se aseguraría de volverlo loco de placer para recompensarlo por todo lo que había hecho por él.

CAÓTICA DECISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora