𝗙𝗜𝗡𝗔𝗟𝗜𝗭𝗔𝗗𝗢 | ✧ 𝐒𝐈 𝐘𝐎 𝐍𝐎 𝐏𝐔𝐄𝐃𝐎
𝐓𝐄𝐍𝐄𝐑𝐓𝐄 𝐍𝐀𝐃𝐈𝐄 𝐌𝐀́𝐒 𝐃𝐄𝐁𝐄𝐑𝐈́𝐀 .
" Minho ha estado engañando
a Jisung con Felix, y Han no
descansará hasta que ambos
reciban su cruel merecido. "
[ min + su...
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Jisung hizo el amago de darle un golpe a Minho en la cabeza deteniéndose a último momento al escuchar al contrario hablar.
—T-Ten piedad, Jisung. Te lo ruego, detén esta locura. —dijo tapándose con sus últimas fuerzas el rostro con sus manos ensangrentadas.
Han empezó a reír histéricamente, sus carcajadas eran sonoras y tornándose macabras al notar que en la expresión de Jisung no había felicidad, sino una mirada perdida y depredadora.
Este le apuntó a la frente con su navaja, era tan nítida que su reflejo maltrecho se iluminó a la luz de los faroles que fueron encendiéndose uno por uno al caer el atardecer.
—¿Recuerdas cuando te dije que te sumergiría en las profundidades del arrepentimiento y me suplicarías por perdón? Yo no soy como tú; yo sí cumplo mis promesas. —dijo sarcásticamente.
Minho empezó a golpear su propia cabeza contra sus manos intentando inútilmente sacar la nítida memoria en ese vacío pasillo de hospital donde Jisung le declaró una guerra donde maquinó absolutamente todos sus movimientos con anticipación.
Porque Han sabía de antemano que ganaría desde un principio, utilizó todo de lo que Minho creyó estar seguro; como peones en un tablero de ajedrez en su contra.
—Debes haberte visto muy iluso hablándole a un inerte vegetal creyendo que escucharía tu discurso de amor barato aún sabiendo que está sordo. Me das más pena que risa, Lee. —agregó con falsa voz suave.
Minho sintió su cuerpo empezar a helarse y sudar ante el tono tan calmado de Jisung, parecía no tener ni una pizca de empatía o compasión por el mayor con cada palabra que decía.
Nisiquiera por haber sentido algo romántico por él en el pasado, o quizás incluso actualmente irónica y retorcidamente.
—Y-Yo quise decirte, malinterpretaste todo, yo rompí contigo. P-Pero tú j-jamás entendiste que yo ya te había dejado de amar desde hace tiempo. —dijo con voz profunda sumida en un llanto amargo.
Jisung se agachó tomando el rostro del maltrecho Minho, uniendo ambas miradas.
—Claro que lo entendí, mi amor; lo que tú no entendiste es que si yo no puedo tenerte, nadie más debería. —musitó con voz cálida y una sonrisa lastimera en una fingida ternura.
Jisung sin más preámbulos enterró la filosa y reluciente navaja en el estómago del mayor mirándolo a los ojos. Penetrando su intimidante mirada en la expresión de horror que Minho poseía.
Este soltó algunas maldiciones entre balbuceos casi inaudibles, su mirada se perdió con el poco aliento de vida que le quedaba mientras Jisung sonreía suavemente.
—Lo que s-sentí por tí, f-fué real, Jisung.
Minho miró a Jisung con ojos llorosos y hablando entrecortadamente, montones de sangre salían de su boca mientras tosía y se tragaba sus palabras.
