Una nave de este tamaño no podría tomar tierra en cualquier plataforma, necesitaba una un poco más grande que la que se supone llevaría un diplomático en viaje oficial. Aunque tampoco creo que un diplomático se atrevería a presentarse en una nave de transporte de mercancías. Y tampoco elegiría un lugar para tomar tierra como la zona exterior, el lugar más alejado de cualquier ciudad de verdad.
Pero no fue ese el motivo por el que el agente de aduanas me miraba con expresión estreñida, sino porque sabía perfectamente qué era yo: un ángel. Nadie mejor que un violeta para reconocer de inmediato los rasgos distintivos de uno como yo; facciones hermosas unidas a un cuerpo preparado para la lucha. El color de mi piel, mis ojos, mi estatura... Todo gritaba ángel, aunque no exhibiese unas alas enormes en mi espalda.
—Documentación y motivo de su visita. —exigió en el momento que alcancé su puesto de control.
Sonreí internamente, porque era el momento de ver como ese funcionario estirado se convertía en un manso animal de compañía. Alcé mi brazalete y pulsé el botón para mostrar mi identificación. El sello diplomático de la casa blanca hizo que sus pupilas se dilatasen hasta casi hacer desaparecer su iris.
—Solo una visita a unos amigos.
—¿Necesita ayuda con su equipaje? —Sus ojos se posaron sobre la mochila que cargaba a mi espalda.
—No, gracias.
—¿Una escolta tal vez? —Alguien de la casa blanca no solo sería agasajado, sino controlado en todo momento.
—¿Tengo aspecto de necesitarlo? —dije con vez seca. Hacer que la espalda de un violeta se doblase, como gesto de sumisión, fue una experiencia que no me importaría repetir.
—Solo le ofrecía la compañía de un guía que le acompañase allí donde desee ir, señor.
—No se preocupe por mí, sé perfectamente dónde voy. ¿Es todo? —pregunté con voz impaciente.
—Disculpe, señor. —El funcionario tecleó rápidamente en su terminal, enviando el permiso de entrada a mi brazalete. —Si desea...—No le dejé continuar.
—Quiero tranquilidad, así que espero no ser molestado. Mi viaje es de placer, no es un viaje oficial. —Con eso le dejaba claro que no respondería a ningún requerimiento o agasajo, de cualquier funcionario de rango superior o terrateniente que quisiera presumir de haber tenido una entrevista con un representante de la casa blanca.
—Por supuesto, señor. Que tenga una agradable visita a Celestia. —Sobrepasé su puesto mientras el hombre alargaba su cortesía.
No me sorprendería que comunicase con sus superiores en cuanto estuviese a una distancia prudente. Si el servicio policial seguía funcionando igual que siempre, pondrían una unidad de vigilancia a seguir todos mis pasos. Lo único que tenía que hacer, era llegar a mi destino antes de que el operativo estuviese preparado. Una vez allí, destacarían como un barco en mitad del océano.
Nada más salir del edificio inspiré profundamente el aire a mi alrededor. El olor a granja y campo se mezclaba con la grasa del puerto de transporte de mercancías. Fue lo último que percibí cuando abandoné este planeta.
Mientras caminaba entre la multitud de granjeros y comerciantes, busqué la estación de transporte colectivo a los campos de trabajo. Nada pasaría más desapercibido que un ángel mutilado sin alas, que regresa a su granja después de hacer una visita a la ciudad. Nada de un trasporte personal de alquiler o algo parecido.
Oculté mi ropa bajo una vieja capa de trabajo que llevaba en mi mochila, y paté con fuerza el camino de tierra para ensuciar mi calzado y la parte baja de mis pantalones. Pagar el transporte no era un problema, el sensor solo detectaría la transacción sin necesidad de mostrar mi dispositivo. Un ángel de campo, tendría una vieja pulsera de identificación que incluiría su nombre, la granja de trabajo, y un pequeño monedero donde tendría la escasa nómina que le pagarían por sus servicios, lo justo para las compras básicas: comida, ropa, tratamiento médico de mala calidad.
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La legión del Fénix - Estrella Errante 4
Science FictionLa reina blanca necesita hacerse más más fuerte, porque el enemigo que está por aparecer no solo se oculta, sino que tiene dominado al segundo ejército más poderoso de todas las casas, y se ha estado preparando para este enfrentamiento durante mucho...