⚡ 6 ⚡

70 12 2
                                    

Los murmullos bajos alrededor del sitio le despertaron. Sentía una pesadez en el pecho y su garganta aún estaba adolorida por la presión a la que se había visto envuelta anteriormente. No podía moverse, por mucho que intentara, y esto era solamente una de las consecuencias de las energías poderosas que se habían infiltrado en su cuerpo. Sus ojos recorrieron el escenario frente a él, concretamente, el techo de color claro con manchas de suciedad viejas. Al parecer, los ruidos venían desde afuera y él era el único dentro de la habitación. Respiró hondo, calmando el hormigueo que recorría sus extremidades y que parecía no querer ceder en ningún momento. Sintió el revoltijo en su pecho, producto de las energías diferentes que todavía habitaban en su interior. Resultó ser una sensación nueva y muy diferente a la que vivió cuando drenó la voz de Hyunjin. Y ahora podía entender perfectamente la actitud arisca de Hyunjin para con esas centellas horrorosas.

Toc, toc, toc.

—A-adelante ~.

Su voz fue inexistente, casi como un susurro profundo. Aún así, la puerta se abrió y Seungmin ingresó con una charola de plástico improvisada. Llevaba una taza humeante, un vaso, una botellita de agua y una caja de medicamento. Dejó el plástico sobre su propia cama y se giró hacia el pecoso. Colocó el dorso de su mano sobre la frente y sonrió al no detectar la fiebre de antes.

—No hables si todavía te duele —mencionó, ayudándole a sentarse sobre su lugar—. Debes estar aturdido, te desmayaste y ha pasado un día y la mitad de este, intenté hacer que movieras las articulaciones, pero estabas como una roca —explicó, tomando la taza y una de las pastillas—. Vas a tomar esto, el té relajará tu garganta y la pastilla es un analgésico, vamos a intentar una vez más para que puedas moverte.

Felix sólo pudo mirarle y dar un casi inexistente asentido. Le dolía no poder moverse. La pesadez era agobiante y no podía no pensar en la posibilidad de que sus brazos se caigan y sus piernas se desprendan de su tronco. Vio con atención los movimientos de su amigo y compañero de habitación. Este llenó el vaso con la agua y posteriormente, abrió la cápsula, dejando caer el medicamento. Con ayuda de un popote, disolvió el polvo en la agua y acercó el mismo a la boca del otro.

—Tómate tu tiempo para beberlo —le dijo con suavidad.

Felix sostuvo el popote entre los labios y comenzó a sorber. Al inicio fue un martirio, la resequedad era extrema, dando la sensación de no haber bebido agua por muchísimo tiempo. Afortunadamente para él, Seungmin tuvo mucha paciencia con su lentitud y pudo aguantar sostener el vaso por pesados quince minutos.

Kim se dirigió a su maleta, abrió la misma y tomó una bolsa más chica, sacando de esta un envase de vidrio con una clase de menjurje verde y líquido. Volvió al costado de Felix y miró la confusión en los ojos ajenos.

—No te asustes, hyung. Esto es una mezcla de marihuana con otras plantas y medicamentos, es una receta de mi padre para los dolores musculares, te la pondré para facilitar las cosas... Ahora da un sorbo al té —acercó la taza con otro popote.

Felix aceptó la bebida y sintió el ardor calmoso en la garganta ya previamente húmeda. Estaba encantado con la amabilidad de Seungmin y ahora agradecía que fuera él con quién compartía la habitación. Carraspeó un poco la garganta y al no detectar el mismo dolor de antes, se dispuso a intentar.

—Gracias, Minnie.

El aludido le sonrió, satisfecho con el avance. Dejó la taza de lado y se colocó al costado de Felix, tomándole la mano, desatando un gesto doloroso por parte del pecoso.

—Al menos ya puedes decirme que tanto te duele.

—Duele mucho, todo mi cuerpo está entumecido.

—Claro, tienes que aguantar un poco, no podemos esperar a que te recuperes por ti sólo, así que debemos acelerar un poco el proceso.

NOEASY || STRAY KIDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora