Alessandro
Me bajo del auto cuando llego a la entrada del reino Green, para abordar un carruaje, formalidades del querido rey de este reino, patético.
El carruaje se detiene en el castillo, allí ya me espera Steven, el rey, me dirijo hacia él y lo saludo con apretón de manos.
—Tengo que decir que no me esperaba tú visita, pero adelante eres bienvenido. — dice con la mayor cordialidad que puede reunir, pero sé que no le agrada del todo mi presencia.
Mi familia y la de él no solían llevarse bien, puesto que mi reino y el suyo siempre han sido enemigos, pero nuestros padres, antes de morir, firmaron un tratado para acabar con la guerra, pero eso no quiere decir que debamos caernos bien solo soportamos la presencia del otro por intereses en comunes, el mío, mi pequeña diosa, es el único interés que tengo por este reino, ella.
—Mande a preparar todo para tu estadía, puesto que no se cuanto tiempo te quedaras. — trata de ser cordial, pero noto su incomodidad ya que como todos las reyes lo que Steven quiere de mi reino es mi tecnología.
—Mi estadía será muy corta, partiré mañana mismo. — le respondo a su pregunta no formulada, sin ánimos de darle mucha información.
—Entonces, ¿Qué es lo que te trae por aquí?
—Asuntos, Green, asuntos. Ahora, si me disculpas voy a prepararme.
—Claro, Alfred te guiara a tus aposentos. —Contesta tenso. Se le ha de estar carcomiendo la mente pensando que he venido a hacer a su reino.
Soy dirigido por, Alfred quien debe tener la misma edad que Leroy, pero con aspecto mas adusto; a mis aposentos, ya mi equipaje se encuentra ahí, por lo que antes que Alfred se retire le ordeno, al recordar que aquí no hay duchas.
—Prepárame un baño.
—De inmediato, su majestad.
No tardan en traer una tina a la que empiezan a llenar con agua y esencias, pronto veo a las mujeres que van a "bañarme", tratando y fracasando a la vez en disimular las miradas, cuando empiezo a desvestirme.
Me introduzco en la tina, cuando esta ya esta lista, y de inmediato soy rodeado de mujeres que empiezan a pasar esponjas por mi cuerpo, algunas deteniéndose en algunas zonas mas de lo debido ganándose una mala mirada mía.
Cuando termina el baño y todos se retiran, me visto con un traje negro, omitiendo la corona y la capa para no llamar tanto la atención.
Leroy ingresa momentos después informándome que ya reunió a los guardias que están en el castillo, custodiando a mi pequeña diosa; en una zona fuera de este.
Es un poco tarde cuando voy, puesto que me detuve a observar a mi pequeña diosa antes, estaba ayudando a su madre con algunos oficios desde donde estaba, detrás de una pared, pude observar su mejilla amoratada y no pude evitar tensarme, mas al mirar que estaba un poco pálida.
Con todo el dolor del mundo dejé de mirarla y me dirigí hacia el sitio acordado, una vez llego, todos hacen una reverencia, el lugar esta en ruinas y esta lo suficientemente lejos del castillo para no ser observados.
—Bien, empiecen — les ordeno y comienzan a darme un informe de todo lo que ha ocurrido. Coloco más atención cuando es el turno de Oscar y Clarissa, quienes llegaron más tarde y son quienes más cerca están de mi pequeña para no levantar sospechas.
—Le he aplicado un ungüento en su mejilla y le he dado comida — habla Clarissa, notablemente tensa y molesta— esos desgraciados no le habían dado comida a mi niña en todo el día — no me pasa desapercibido la forma en que la llama y es algo que hemos hablado, pero es una mujer terca, y temo mala influencia para mi diosa por la forma en que se expresa y dice groserías; y a quien no puedo hacerle nada porque mi pequeña la aprecia.
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La obsesión del rey
Historical FictionAlessandro Diermissen, rey del reino Diermissen, ha estado obsesionado desde niño con la hija de los Beasley, una familia de sirvientes del reino Green, en todos los sentidos es incorrecto, el rey no puede enamorarse de una plebeya. Pero poco le imp...