Capítulo 1: Recuerdos

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En el balcón de una de las habitaciones de un castillo, un hombre de mirada meditabunda se encontraba parado con la mira fija en el hermoso jardín del lugar, de repente ante su mirada apareció en medio de las flores que el miraba fijamente, una bella jovencita de piel blanca cual porcelana, delicados rasgos y cabello negro.

Milk, mi bella niña, pronunció el hombre, mientras observaba con detenimiento a la nombrada. Cuanto has crecido, aún recuerdo la primera vez que te tuve entre mis brazos, eras tan bella a pesar de ser tan pequeñita, pero a ves te veías tan frágil e indefensa, que a partir de ese día te convertiste en el nuevo motor de mi vida, haciendo que aquel dolor no esperado se haga menor, si menor, agrego el hombre, mientras un recuerdo vino a su mente.

-.Recuerdo.-

En un pasillo que daba a una habitación, un gigantesco hombre de mirada entristecida, esperaba alguna noticia sobre su esposa y su futuro hijo, si hijo, el hijo que él tanto anhelaba, su sucesor, su heredero, el futuro rey de su reino; de repente, vio a una mujer salir de la habitación.

Aún nada, dijo el hombre.

No su alteza, respondió la mujer.

¿Cómo está mi esposa?, agrego el rey, en tono preocupado.

Muy débil, el médico dijo que tendrán que inducir el parto como ya se lo comento antes, contesto la mujer.

Luego de ello la mujer volvió a entrar a la habitación, mientras la mirada del hombre entristecía más, al tiempo que pensaba: "Milka, no nos dejes, lucha"

El pensamiento del rey, fue interrumpido por el sonido de su celular, este inmediatamente contesto el mismo.

¿Compadre ya nació mi futuro yerno?, escucho.

Aún no, respondió el gigantesco hombre, con nostalgia.

¿Qué te pasa Ox?, te noto melancólico desde hace algunos días, y no comprendo la razón, hoy nace tu primogénito, tu heredero, tu sucesor, escucho.

El parto se complicó debido a la enfermedad que padece Milka, el médico me dijo que si no puede tener a nuestro hijo por parto natural la inducirán, y parece que ello hará, ella está muy débil es probable no resista, acoto el rey, con melancolía.

No pierdas la fé Ox, Milka es muy valiente, ella vivirá para que juntos vean crecer a su hijo, escucho.

Tras unos minutos más de platica, el señor Ox, dio por culminada la llamada, al tiempo que un llanto inundo el pasillo.

Mi hijo, mi hijo ha nacido, pensó el rey.

De repente salió la habitación la misma mujer que minutos antes había hablado con él.

Su alteza, el médico dice que pase, pronunció la mujer en tono un tanto nostálgico.

El rey inmediatamente entro a la habitación, al hacerlos el médico poso su mirada en él, mientras agregaba: Se hizo todo lo posible, pero como ya se lo había dicho antes, era un embarazo de riesgo, y por ende el parto también lo fue, la reina ha fallecido, pero se fue viendo el rostro de su hija.

Aquellas palabras parecieron calar en lo más profundo del corazón del gigantesco rey, quién camino hacia la cama donde aún yacía el cuerpo inerte de su esposa, la tomo de la mano, la lleno de besos, al tiempo que unas lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas, solo el llanto desgarrador de un bebé, pudo hacerlo reaccionar.

Ella es su heredera, la princesa de Fripan, la reina nos dijo que quisiera que se llame Milk, pronunció el médico, haciendo que el gigantesco hombre pose su mirada en aquel pequeño bultito cubierto de mantas que una enfermera sostenía y que lo acercaba a él.

FLOR SILVESTREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora