Capítulo 29: Barreras que empiezan a ceder - Parte I

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Una pelinegra caminaba a paso rápido hacia el interior de un castillo, bajo la mirada preocupada de un apuesto jovencito de cabello alborotado.

¿Lo comemos?, escucho.

¿Qué?, pronunció el joven de cabello alborotado.

El pastel que compre, ¿lo comemos?, dijo la peliazul.

Marón ¡gracias por el pastel! pero..., Gokú ni pudo terminar lo que iba a decir, pues vio al rey acercarse a su bella hija.

Nada de excusas, es pastel de fresas, tu preferido, ¡vamos a casa de tu abuelito! para compartirlo, el rey me dio permiso para estar unas horas en el castillo, decía Marón de manera melosa.

No puedo creer que el rey te esté apoyando, pronunció el apuesto joven con cierta molestia.

El rey es una gran persona, respondió Marón, haciendo una pausa para agregar: ¡Vamos a casa de tu abuelito!

Comemos ese pastel y te vas, dijo Gokú.

Pero, ¿por qué eres tan quisquilloso?, el rey me dijo que puedo quedarme las horas que desee, contesto Marón.

Tengo que trabajar y también estudiar, ya te lo he dicho, respondió el apuesto joven.

Comprendo ello, pero no te quitare el tiempo, lo prometo, dijo la peliazul, de manera melosa.

No puedes quedarte sola en casa del abuelo, agrego Gokú.

Bien, bien, ya entendí, comamos el pastel y me retiro, pronunció Marón.

En tanto:

Y me parece una buena chica para él, decía el rey, sonriendo.

No puedo creer que andes de celestino padre, pronunció con cierta molestia la pelinegra.

Ni yo, pero como ya te dije, creo que esa muchacha es un buen prospecto para él, además lo ama, mira que venir desde la Capital Central, solo por él, agrego el rey.

No me interesa los detalles, padre, voy por mis muñequeras, que tengo que ir a entrenar, dijo Milk con cierta molestia continuando su camino.

Creo que llevaba apuro y yo la entretuve con mi plática, pronuncio el rey, mientras veía alejarse a su bella hija.

Minutos después:

Sírvase abuelo, decía Marón.

¡Marón! no le llames así a mi abuelo, respondió Gokú.

Pero a mí ello no me molesta hijo, pronunció el abuelo Gohan, haciendo una pausa para añadir, mientras recibía un platito: ¡Gracias hija!

De nada abuelo, espero y sea de su agrado, contesto sonriendo Marón, mientras colocaba otra rebanada de pastel sobre un platito.

Así será hija, se ve delicioso, dijo el abuelo Gohan, mientras pensaba: Esta jovencita no pudo llegar en mejor momento, creo que ella podría ayudar a mi nieto a sacarse de la cabeza esa locura de estar enamorado de la princesa Milk.

Toma hermoso, decía Marón, alcanzándole un platito al joven de cabello alborotado.

¡Gracias! respondió Gokú tratando de controlar su molestia.

1 hora después:

¿Ya te vas?, decía Gokú.

¡Hijo! pronunció el abuelo Gohan, con cierto reproche.

Abuelo, tenemos funciones que cumplir en el castillo, respondió el joven de cabello alborotado.

Ya entendí, dijo Marón, haciendo una pausa para acotar: Ya me retiro, pero volveremos a vernos abuelo.

FLOR SILVESTREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora