Capítulo 13: El reto

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Una princesa pelinegra se despedía con efusivo abrazo de una princesa peliroja, mientras a la distancia un hombre de bigote la observaba.

Hiroshi, ya puedes llevar el equipaje de la princesa Milk, pronunció el padre de Cirys.

Como manda su alteza, dijo el hombre, luego de ello se acercó al lugar donde estaba la pelinegra, tomo su pequeño equipaje y lo llevo al carruaje.

Hasta pronto Cirys, pronunció Milk, deshaciendo el abrazo.

Hasta pronto Milk, y no te pongas triste, la verdad no comprendo como ese príncipe es tan tonto para no notar tu belleza, además no es nada caballero, pues fue el único príncipe que no se acercó a saludarme a la hora del saludo, y la verdad no comprendo, ¿por qué?, a menos que para ese momento él ya se haya retirado, decía Cirys.

Eso debió ser, contesto la pelinegra con nostalgia.

Ya habrá otras reuniones en las que de hecho se podrán encontrar, o si no le pediré a Cell que lo lleve a tu castillo, él me dijo que era su amigo, agrego la peliroja.

No como se te ocurre, respondió la pelinegra sonrojándose.

Pero no tiene nada de malo, de alguna manera debes volverlo a ver, añadió Cirys sonriendo.

Princesa Ox, su equipaje ya está en el carruaje, pronunció Hiroshi,

Bueno, ahora si llego el momento de tu partida, dijo la peliroja.

Sí, hasta pronto Cirys, un gusto volverlos a ver sus altezas, decía la pelinegra, mientras miraba a los padres de la peliroja.

Luego de ello la joven camino hacia el carruaje y lo abordo, al tiempo que el hombre de bigote y uniforme la miraba dulcemente.

Mi florecilla silvestre, ni imaginas que iré junto a ti en el tren, pensaba Gokú, mientras caminaba hacia el asiento que le correspondía, junto a la persona que dirigía el carruaje.

Tras varios minutos, el carruaje se detuvo en la estación de trenes, Gokú bajo el disfraz de Hiroshi bajo el equipaje de la joven princesa y lo llevo hacia el lugar de embarque, mientras Milk abordaba el tren, luego de algunos minutos Gokú le daba las gracias al verdadero Hiroshi quién estaba en la estación para hacer el cambio y el joven de cabello alborotado cambie nuevamente su imagen ahora a la de un hombre muy mayor.

Minutos después:

Milk miraba por la ventana del tren a las personas abordar los otros trenes, cuando de repente un adorable hombre mayor se sentó junto a ella, al tiempo que la miraba dulcemente, la joven al sentirse observada giro su rostro y se encontró con la cálida mirada de un ancianito que al verla sonrió.

¡Buen día! dijo Milk.

¡Buen día bella niña! contesto Gokú fingiendo la voz de ancianito, mientras la miraba embelesado.

¿A qué pueblo va?, agrego Milk con calidez, mientras miraba intrigada al ancianito, pues este la miraba profundamente.

Eres la princesa de Fripan, ¿verdad?, dijo Gokú, sin responderle a la pregunta a pelinegra, para evitar que la joven lo descubra.

Sí, pero no lo diga, tan fuerte, que no quiero que nadie más me reconozca, respondió Milk, mientras se colocaba una gorra que llevaba en su mano.

No se preocupe, yo no la vi, acoto el supuesto ancianito, haciendo sonreír a la joven princesa.

El resto del viaje, no cruzaron más palabras, la joven princesa se quedó dormida con su cabeza recostada sobre la ventana del tren, Gokú solo se limitó a mirarla durante todo el trayecto, mientras velaba su sueño.

FLOR SILVESTREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora