Capítulo 27: Condición

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Un par de jóvenes, luchaban haciendo uso de todo su talento en el área elegida del bosque perteneciente al castillo.

Perfeccionaste más tus técnicas y aprendiste otras, ¡gracias a todos esos maestros que contrataste! decía Gokú, con calma, mientras le lanzaba un golpe con su puño que la pelinegra detuvo.

Así es, tuve el privilegio de recibir entrenamiento intensivo con los mejores maestros del país, gracias al abuelo Gohan, contesto Milk, lanzándole una violenta patada que su oponente esquivo.

Pues se nota el resultado, pero hay algo que se llama talento innato, y ello no se logra con la ayuda de maestros, ello lo traes en la sangre, y ese talento te permite lograr lo inimaginable sin la guía de un maestro, agrego el apuesto joven de cabello alborotado, con una encantadora sonrisa que puso un poco nerviosa a la joven princesa, que prefirió dirigir su mirada hacia otro lado, y debido a ello, su oponente le dio un sutil golpe en su estómago.

¿Estás tratando de decirme que yo no cuento con ese talento?, dijo molesta la joven princesa, mientras pensaba: ¿Cómo pude descuidar mi defensa?

Yo no he dicho ello, de hecho, tú posees un talento innato, por ello eres tan buena, pero no has sabes usarlo a tu favor aún, respondió Gokú, haciendo una pausa para agregar — Pensé que no fue tan duro.

Claro que no lo fue, ese golpe solo me produjo cosquillas, es más, mira como me rio, pronunció Milk, empezando a reír.

Tienes una sonrisa muy bella, dijo Gokú, haciendo que la joven princesa deje de sonreír. Mejor no hubiera dicho nada, agrego el apuesto joven, sonriendo, causando aquella inquietud que a la joven princesa tanto le inquietaba.

No sonrías, pronunció con seriedad la pelinegra.

¿Por qué?, respondió extrañado el apuesto joven de cabello alborotado.

Porque me desconcentras, dijo con firmeza la pelinegra, mientras el joven la miro con ternura.

En el pueblo:

Una peliazul de cabello largo platicaba por celular mientras bebía un refresco.

Así como lo oyes, me volvió a rechazar, pero bastante caso le haré, decía la joven.

¡Marón! escucho.

No me digas nada Bulma, yo vine tras de él con un objetivo, y no pienso rendirme hasta conseguirlo, pronunció la joven.

Marón, lo tuyo es obsesión, escucho.

Claro que no, es amor, respondió la joven, mientras llevaba su refresco a sus labios.

Bosque:

Una pelinegra había caído al pasto tras una maniobra que no le salió como lo quiso, pero ella no fue la única que había caído, también cayó un apuesto joven de cabello alborotado, y lo peor de todo era que este había caído justo sobre ella, solo que, para evitar su aparatosa caída, él había logrado colocar sus brazos, para para no golpear con su peso el frágil cuerpo de la joven princesa, quien se encontraba incomoda ante la cercanía de sus rostros.

¿Acaso piensa volver hacerlo?, pensó la pelinegra, mientras trataba de mantener la calma, al tiempo que miraba fijamente a su oponente.

Gokú, contrólate, contrólate, no puedes besarla o lo arruinarás nuevamente todo, pensaba Gokú, mientras la pelinegra colocaba sus delicadas manos sobre los hombros del joven para alejarlo de ella.

Ante ello, el joven de cabello alborotado se puso de pie, y extendió su mano para que la pelinegra lo tomase y pudiera levantarse.

No es necesario, puedo sola, dijo Milk con orgullo.

FLOR SILVESTREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora