Un apuesto jovencito de cabello alborotado, como desde que acabo con la construcción de la casita del árbol, y desde que tuvo el telescopio en ella, observaba con el mismo lo que hacía la pelinegra en el bosque sin que ella lo supiera.
Es muy buena para las artes marciales y lo sería aún más si me dejará entrenarla, pero es tan terca mi florecilla silvestre, aunque pensándolo bien, es mejor no entrenarla, no vaya hacer que se cumplan aquel dicho "El alumno supero al maestro", pensó Gokú moviendo su cabeza de un lado al otro.
El pensamiento del apuesto joven, se vio interrumpido por el sonido de su celular, Gokú dejo de observar por el telescopio y se acercó a tomar la llamada telefónica, sin siquiera ver quién lo llamaba.
¡Hermoso! al fin contestas, escucho.
Marón, dijo Gokú con la mayor calma que pudo.
¿Por qué me andas evitando chico lindo?, escucho.
¿Evitando?, pronunció Gokú sonriendo.
Sí, no contestabas mis llamadas, ¿acaso eso no es evitar?, escucho.
Marón, ¡disculpa! no te estuve evitando, es solo que ando muy ocupado, contesto el apuesto jovencito.
¿En dónde estás?, ya me quedo claro que no estás en la Capital Central, Krilín me repite lo mismo cada vez que voy a buscarte a la agencia, además gracias al apoyo de Dieciocho, comprobé que lo que me dijo era cierto, y que además ya no estás viviendo allá. ¿Es que la misión que te dieron te tomara tanto tiempo que entregaste la habitación donde vivías?, ¿o en verdad no piensas regresar como me lo dijeron Krilín y Dieciocho?, escucho.
Lo que ellos te dijeron es cierto Marón, ya no volveré a la Capital Central, agrego Gokú.
Pero, ¿por qué?, yo de verdad te quiero, por quién eres, y mis padres ya aceptaron mis sentimientos hacia ti, y los apoyan, escucho.
Marón, ya hemos hablado de ello, ya te dije que yo solo estaba...., decía el joven de cabello alborotado.
Ya lo sé, cumpliendo una de tus misiones, pero...., escuchaba.
Marón, a quién amas es a Túrles, no a mí, ya te dije que aquel día...., agregaba Gokú.
Lo sé, solo cumplías tu trabajo, pero yo también te dije cuando descubrí el engaño, que ese día sirvió para darme cuenta que Túrles no me quería tanto, si prefirió contratar a un doble para él irse con sus amigotes, y por lo mismo termine con él, escucho.
¿Terminaste con el multimillonario Saiya?, dijo sorprendido Gokú.
Sí, para que veas que tan grande es mi amor por ti, escucho.
Como puedes hablar de amor, si ni siquiera me conoces bien, además yo solo puedo verte como a una amiga, ya te lo he dicho, respondió el apuesto joven con calma.
Dime, ¿Dónde estás?, necesito verte, abrazarte, escucho.
Marón, yo estoy enamorado de otra chica, y por ella renuncie a todo en la Capital Central, pronunció Gokú.
¿Quién es mi rival?, escucho.
No te lo puedo decir, perdóname Marón, eres una gran chica, lo sé, a pesar del poco tiempo que nos tratamos, estoy seguro que encontrarás a tu verdadero amor, pero ese no soy yo, agrego el joven de cabello alborotado, dando por culminada la llamada.
Luego de esa llamada Gokú se acercó nuevamente a su telescopio y empezó a mirar por el mismo.
De seguro está en la zona de la laguna, y esa zona está prohibida para mis ojitos, ni modo, tendré que esperar un par de horas, antes de ir a darle el encuentro y recordarle que aún no me da mi cita, pensaba el apuesto joven.
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FLOR SILVESTRE
DiversosElla tiene una belleza natural que cautiva y un carácter que hechiza. Si quieres una cita con ella, tienes que ser capaz de derrotarla en el deporte donde ella es la líder en su reino y tal vez en su país, sin embargo, existe alguien que, si fue...