Capítulo 38: Flor Silvestre

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(Último capítulo)

Una pelinegra hablaba con un rubio en el jardín del castillo de su familia, tras la frase que había pronunciado.

¿Qué has dicho?, decía Milk, luego de librarse de su agarre.

Que te voy hacer cambiar de parecer y aceptaras mis sentimientos, contesto Isamu.

Eso no sucederá, yo ya elegí a mi prometido, y futuro esposo, lo único que puedo ofrecerte es mi amistad, pronunció la pelinegra, con firmeza, luego de ello continuo su camino.

Espera, está bien, acepto tu amistad, respondió el rubio, mientras pensaba: Por el momento no me conviene ponerme en discusiones con esta bella princesita, además si mis sospechas son ciertas, lo que sientas por el pobretón suplantador no llegará a ningún lado.

En tanto: "Bosque"

Tengo que hablar con ella, tengo que hablar con ella, además ni pude darle un abrazo por su cumpleaños ni el presente que le compre, pensaba Gokú, mientras apoyaba su espalda contra un árbol, al tiempo que unas lágrimas salían de sus ojos, mientras sacaba una pequeña cajita de terciopelo que guardaba en el bolsillo de su pantalón.

3 horas después:

Un apuesto joven de cabello alborotado caminaba hacia el castillo, sin notar que a varios metros de distancia un rubio tras observarlo, decidió darle el encuentro.

Son, ¿verdad?, pronunció el príncipe rubio fingiendo cordialidad.

Príncipe Isamu, dijo Gokú, tratando de mostrar calma.

Milk me comento que la estuviste entrenando, agrego el rubio.

La princesa Milk, le comento ello, contesto confundido el joven de cabello alborotado.

Así es, además quedamos que cuando nos casemos tú te convertirás en nuestro maestro de artes marciales, acoto el príncipe.

¿Se casarán?, pronunció el apuesto jovencito sorprendido.

Si, en un mes, por ello mis padres aprovechando que es el cumpleaños de mi bella prometida decidieron venirse con nosotros para apoyarnos con la organización de la boda. Es que Milk quiso que sea en su reino, decía Isamu continuando con su mentira, mientras sonreía fingiendo cordialidad.

Pues lo felicito, respondió Gokú con voz quebrada.

Bueno, voy con mi prometida, ¡Ah! ¿te puedo pedir un favor?, agrego el rubio.

Dígame, dijo el apuesto jovencito, a pesar de su nostalgia.

Nunca le comentes a Milk que me supliste, ello es algo vergonzoso de mi pasado, pero como ya lo sabrás tome en serio las artes marciales y me supere mucho, por ello pude ganarme una cita con mi futura reina, acoto con cordialidad Isamu.

No se preocupe, nunca mencionare ello, contesto Gokú, aguantando las ganas de llorar.

Bueno, voy con mi futura reina, dijo Isamu, dejando al joven de cabello alborotado devastado.

Dentro del castillo:

Gokú tenía razón, no fue buena idea no intercambiar nuestros números, desde que puse un pie en el castillo no he podido verlo, y ello es extraño, él sabe que hoy es mi cumpleaños, incluso andaba emocionando planificando este día para mí, pensaba la joven princesa, mientras les mostraba a los reyes de la Capital Central el castillo.

Tras terminar el recorrido por el castillo la pelinegra decidió ir en busca de Gokú, pero su objetivo se vio interrumpido por la presencia de Isamu.

Te andaba buscando, no te di tu presente pues estábamos con nuestros padres, decía Isamu, mientras le entregaba una caja a la pelinegra.

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