Un año

Capítulo 24

Liv

31 de diciembre 2022

Criticando -o más bien alabando- la comida de Jake, anécdotas, canciones, bromas, juegos de mesa, viendo películas -aptas para Matthew y Thomas- y más es como hemos pasado estos últimos días. Todos juntos. No he podido evitar sentirme en familia otra vez.

También, hemos hecho alguna que otra videollamada con María. En ellas siempre se veía a Alex intentando ligar con ella, pero ella ya ha cogido confianza y ahora le devuelve todos sus comentarios dejándole sin palabras.

Shipppp.

Pensé lo mismo, hasta que Jake me dijo que Alex era un mujeriego sin remedio. No dudo que pueda cambiar, pero está la posibilidad de que le haga daño y eso no lo permitiré.

Conoció al resto de padres de los chicos -a Sarah y John ya los conocía y se llevan genial-, a Matthew y a Thomas. En una llamada de las dos solas, me dijo que ella también notó el parecido entre este último y mi hermanito, Pablo.

Mi habitación la hemos dado por abandonada. Desde que empezamos a salir, he dormido en la habitación de Jake.

¿Dormir solo?

La cosa no ha avanzado malpensados. Como diría él, todavía no alcanzamos la última base. Sí, mi novio es un friki del béisbol. Tengo tiempo para hacerlo team fútbol.

Como decía, lo único que hacemos por las noches es hablar, ver películas o escuchar a Jake componer.

No se porque Ava y JJ dijeron que no compone nunca canciones amorosas. Es del único tipo que ha compuesto en estos días.

¿Por qué será?

Muchas personas dirán que vamos muy rápido o que saldré muy herida cuando terminemos. Que solo llevamos 2 días juntos y antes de decir debería superar la prueba de los tres meses esa.

No es el tiempo, es la persona.

A lo mejor tienen razón, pero no se siente así. Parece como si nos conociéramos de hace tiempo y todo saliera de forma natural. No voy a decir que es como si nos conociéramos de toda la vida, porque no. Es imposible conocer del todo a alguien, menos si no te conoces a ti mismo como en mi caso.

¿Tengo miedo? Mucho. Pero no lo demuestro. Tal y como dicen, quien tenga miedo a nacer que no nazca.

***

Esta noche no tiene nada que ver con Nochebuena. Entonces fue un poco más familiar, pero esta vez los padres de Connor han invitado también a socios de su empresa y esto se ha convertido en una fiesta de ricos que les gusta malgastar dinero.

Llevo un vestido largo azul con una abertura en mi pierna derecha con unos tacones dorados y un collar que era de mi madre. El pelo lo llevo en ondas y un maquillaje bastante sencillo la verdad.

Cuando Jake sale del baño, descubro porque quería que le dijera el color de mi vestido. Aparte del traje, lleva una corbata del mismo color. No se ha esforzado mucho más. ¿Peinarse? Nah, eso está sobrevalorado según él. Así que sigue llevando sus rizos descontrolados.

—Preciosa —afirma después de mirarme de arriba a abajo con una sonrisa.

—Precioso —digo tras hacer lo mismo.

Se ríe y me tiende el brazo.

—¿Lista para conocer a los ricachones mimados?

—Tú tienes más dinero que muchos de ellos, el ricachón en todo caso eres tú.