Capítulo 3

291 14 2
                                    

Liv

06 de agosto 2022

Llevo ya una semana aquí y no tengo ninguna queja. Es obvio que no soy la primera estudiante en quedarse en casa de los Jones, ya que tienen una habilidad para hacerme sentir incluida que solo puede venir de la práctica.

10/10 en la reseña disponible en nuestro perfil ;)

Las clases empiezan el lunes y no puedo evitar estar nerviosa. No es que vaya a ser del todo nueva ya que conozco a JJ -con quien he pasado mucho tiempo esta última semana-, pero el empezar en un nuevo instituto siempre impone.

Con respecto al plan.... Yo desde aquí no puedo hacer mucho, pero por suerte María se está encargando de ello. Mi amiga puede no ser la mejor en matemáticas, pero es un cerebrito en cualquier cosa relacionada con la tecnología. No por azar me mandaron a este estado. Ahora mismo está investigando sobre el tema y en cuanto sepa algo, me lo contará.

Por otra parte, Sarah me dijo que al fin hoy conocería a NAY. A todos. Esa es otra de las razones por las que estoy nerviosa.

Es decir, debo causar una buena impresión porque si no me pueden meter en una caja dirección España que ponga "lo sentimos, pero viene con un error de fábrica"

¿O no pueden hacer eso?

Mejor no arriesgar.

Una vez me he puesto mis vaqueros azules y mi top favorito, bajo a ayudar a Sarah y a John con la comida.

***

Acabamos de terminar de preparar la mesa cuando suena el timbre. Y no he sido capaz de girarme cuando ya están entrando por la puerta de la cocina 3 chicos, y otro -al que reconozco como Alex- va por detrás con JJ enganchada a él como un koala.

Los chicos empiezan a saludar a los señores Jones, pero pasan olímpicamente de mí. El último en saludar -el más alto de todos, de tez oscura y cabello rizado- es el primero en dirigirme la palabra.

-James, pero para tí no hay saludos -me dice y acto seguido me saca la lengua y se hace un silencio incómodo en la cocina. Pero eso me da igual. Porque. Me. Saca. La. Lengua.

¡Pero sí JJ me dijo que James tenía 19 años y era el mayor!

No serán mentales.

-Sobre eso -se ríe JJ-, se me olvido decirlo. Ella es Liv, como ya sabéis, y no es como eran las otras. No sabía ni quiénes érais hasta que se lo dije.

-Entonces más razones para no saludarla -vuelve a decir James, esta vez en broma. O eso espero-. Anda que no conocernos, Ya te vale diva.

-¿Diva? -pregunto.

-Claro. Con esos ojos y toda tú -me señala-, no hay mejor apodo. Si vas a pertenecer a este círculo necesitas un apodo.

-¿Por qué?

-Es ley. Al igual que JJ y la mujer más bella del planeta, mi novia, tienen uno.

-Lo que quiere decir, es que un día apareció con esos apodos, que seguramente sacó de una serie, y pese a nuestras quejas por lo ridículos que son, no los quita -explica Alex.

-Mucho de que pertenece a la familia pero no he oído a nadie presentarse decentemente -dice Sarah-. ¿Os habéis dejado los modales por el camino? -pregunta esta vez mirando a su hijo fijamente quien rueda los ojos y decide tomar la iniciativa.

-Alex -se presenta-, aunque seguro que ya lo sabes ya que mi cara parece estar pintada en las paredes de tanta foto. Pero si mi madre quiere que me presente, aquí está su servicial hijo para hacerlo -termina haciendo una reverencia.

Sin duda, Sarah tiene autoridad aquí. El otro día hizo que John dejará su periódico y se pusiera a recoger la mesa con solo mirarlo.

Hombre inteligente, aunque si hay un poco más de acción no me quejo.

-Ellos son James, Connor -los señala- y él es Jake -señala al que ha estado todo el rato apartado ayudando a Sarah con la comida.

¿Os acordáis que he preguntado por lo que les dan de comer a los adolescentes aquí? Pues lo retiro. Quiero saber que come ese chico y llevármelo a España.

Es alto -puede 1,85 o más-, su camiseta de manga corta negra no deja mucho a la imaginación sobre el cuerpo ejercitado que hay debajo. Su pelo negro parece un desastre sin peinar pero que de alguna manera, le hace aún más atractivo y no me hagáis hablar de los ojos. Porque, ¡madre mía! Menudos ojos. No se si soy yo que estoy obsesionada con los ojos claros, pero creo que esos son los ojos azules más bonitos que he visto en mi vida.

***

Después de haberle dicho a James unas cuántas palabrotas en español -petición suya, no mía-, me he ido al baño.

-¡Auch! -me he chocado con alguien al salir y mi pobre nariz ha salido perjudicada.

-¿En serio no nos conocías? -pregunta una voz grave que me cuesta reconocer mientras sujeta mi cintura evitando que me caiga y pegandome a su cuerpo. Siento una corriente que me atraviesa todo el cuerpo.

Asoció su voz con la de Jake que es el único con el que no he hablado y él que menos ha hablado. Levanto la vista y, exactamente, ahí está él. Así de cerca, me permito fijarme en lo definida que está su mandíbula, lo largas que son sus pestañas, en su recta nariz y con sus brazos a mi alrededor, en la anchura de sus brazos.

Un gymbro ;)))

-¿Es qué no vas a pedir perdón por haberte chocado? Porque todavía me duele la nariz.

-No. Ahora, ¿me harías el favor de contestar a la pregunta?

-Ya lo ha dicho JJ antes, ¿es que acaso estás sordo?

-Te puedo asegurar, cariño, que soy muchas cosas, pero no sordo -dice con una sonrisa burlona en su rostro.

Intento dirigirle la misma mirada que Sarah a John, pero no me sale. Lo que consigo es que se quede un rato evaluando mi rostro en busca de alguna imperfección que yo se que no tengo.

Menuda confianza que te cargas a veces chica.

Tan equivocada no estaré si cuando se separa me vuelve a mirar -esta vez el cuerpo entero- de arriba abajo.

Esperemos que no sea porque te has manchado.

-En ese caso, deja que me presente correctamente. Soy Jake Hudson, un placer. Creo que nos vamos a divertir mucho -se inclina y deja un beso en el dorso de mi mano.

Una vez dicho eso y tras darme otra sonrisa burlona, empieza a irse. ¡Como si no me acabará de derretir con unas cuántas palabras!

-¡Mi nombre es Olivia, no cariño!- le digo a su espalda y me arrepiento porque una risa ronca que me deja peor que sus palabras llega a mis oídos.

Un añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora