Capítulo 37

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Jake a diferencia de mí, no se separa. Muchos están pidiendo autógrafos, pero él no aleja la mirada de la mía.

–Cariño.

–Hmmm... –digo embrujada por sus ojos grises.

–Sé que no es fácil estar conmigo –susurra intentando que nadie lo oiga–, pero me preguntaba si quieres volver a intentarlo.

–Jake...

–No te puedo prometer que no vuelva a salir nada de nosotros. Pero sí que haré todo lo posible porque sea por algo que queremos. Como demostrar lo mucho que te quiero. Podemos empezar mañana con todos los videos que van a salir esta noche. Y también podemos...

Ya estamos otra vez. Amo cuando empieza a divagar al estar nervioso, pero ahora no.

–Jakie...

–Te dije que no me llamaras así. Solo déjame decir lo... –no puede seguir porque le tapo la boca con mi mano.

–Ahora es tu turno de escucharme señorito –él enarca una de sus bonitas cejas–. No hacía falta que hicieras todo este teatro, iba a hablar contigo de lo mismo mañana.

Intenta decir algo aunque es imposible entenderlo por mi mano.

–¿Qué decías? No te he entendido –bromeo llevando mi otra mano a mi oreja.

Él me chupa la que tengo sobre su boca y me aparto asqueada.

–¡Puaj! ¡Qué guarro eres! –me quejo.

—Antes no te quejabas cuando chupaba —sonríe inocentemente. Será cabrón. Me vuelvo roja como un tomate.

Me limpio la mano en su traje, porque ni de coña voy a manchar mi vestido. Él se ríe.

–¿Esto es que volvemos? –pregunta sonriendo.

–No, significa que me estoy muriendo –digo sarcástica.

–Ohhhh –se escucha en el pabellón.

Puede que aunque hayamos susurrado, se nos olvidará el micrófono que Jake llevaba en la mano. Escondo mi cara en el pecho de Jake y él pasa su brazo por alrededor de mi cuello atrayendo me hacia sí.

¡Qué vergüenza! Me ha oído todo el instituto. Ahora sí que me pongo roja.

***

Los chicos se han quedado lo que resta de baile. Lo que lleva a estar bailando todos juntos en medio de la pista.

Nos cortan la canción. Repito, nos han cortado la canción en la mejor parte. ¡No pueden hacerle eso a una bailarina! ¡Es como quitarle un caramelo a un niño!

Código rojo. Llamen a la policía musical.

La directora vuelve a subir al escenario con varios de los organizadores del baile. Ponen en unas mesas dos coronas.

–Esta vez, sí he subido por lo que esperaba –anuncia–. Ha llegado la hora de coronar a nuestros rey y reina de San Valentín 2023.

Todos chillamos y aplaudimos.

–He de decir, que han habido muchas votaciones que contar...

–¡Vaya al grano directora! –le chilla Mark y muchos se ríen.

–Está bien, está bien. Sin más preámbulos, nuestros reyes del baile son...

A un lado, veo a Barbara impaciente por subir. Sabe que es ella la que ganará. No es la más popular por nada.

>>Parece ser que habrá dos reyes, Álvaro Martínez y Mark Wells por favor suban al escenario.

Espera, ¿cómo dices que dijistes?

Empiezo a aplaudir como una loca, es decir, no todos los días tu mejor amigo es nombrado rey del baile. Él por su parte está petrificado a mi lado, así que le doy un empujoncito para que camine. Los chicos gritan.

Cuando por fin se mueve, vuelvo a donde estaba, los brazos de Jake.

—¿No te habría gustado ser tú? —me pregunta Alex.

—Pues claro que me habría gustado. ¡Vosotros me habéis visto! Habría sido la mejor reina, pero Álvaro tampoco está mal.

—Diva y egocéntrica hasta la muerte —se ríe Connor.

—Igual que tú, primito —le guiño un ojo.

Mientras tanto comienza el baile de los reyes. Poco a poco se van uniendo más alumnos. Y, no sé cómo lo consigo, pero hago que Jake baile "The one" de Kodaline conmigo. Entrelazo mis manos por detrás de su cuello y él pone las suyas en mi cintura.

Pese a todas las fans, rumores y todo lo que nos traerá nuestro futuro, siento que cuando me junto con Jake nos encerramos en una burbuja de la que es muy difícil sacarnos. Por no decir imposible. Ahora mismo, solo bailamos nosotros dos en medio de su salón, sin preocuparnos del qué dirán y centrados en lo que nos importa, lo que nos hace felices.

–Te quiero –dice atrapando mi mirada.

Te amo –contesto.

Como dice la canción, él es el único para mí.

Un añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora