Capítulo 26

286 10 0
                                    

Jake

6 de enero 2023

Hace dos días, nos tocó volver a la normalidad y poner fin a las vacaciones. Sam nos ha hecho ensayar el doble de lo normal por los días que hemos perdido.

Justo en eso estamos ahora.

—Otra vez chicos —nos grita—. Todavía no suena perfecto.

Como si él supiera cómo tiene que sonar la canción.

Ruedo los ojos y vuelvo a empezar cuando James empieza a aporrear la batería.

Menos mal que no soy el único cabreado.

—¡Alto, alto, alto! —grita como si fuera un director de cine— ¿Jake en qué se supone que estás pensando? ¡No has dado ni una nota!

Las he dado todas. Puede que haya alguien aquí que no sepa de música.

Desde el otro lado de la sala, Mike -quien nos ayuda a componer cuando lo necesitamos- está a punto de romper el bolígrafo con el que lleva jugando todo el ensayo.

Cuando termina, Sam me llama a su despacho, uno en las plantas altas de la discografía. Se nota que este hombre tiene personalidad 0 por la escasa -inexistente- decoración de este.

—Espero que este tiempo te haya ayudado a recapacitar sobre tu decisión.

—¿Mi decisión?

—Sobre Anna —aclara—. Su representante y ella misma han estado insistiendo por una respuesta.

Nada como la vuelta a la rutina.

—Mi opinión sigue siendo la misma —declaro—. No veo cómo eso podría beneficiar nuestra carrera cuando estaríamos engañando a nuestros fans.

>>Cosa que no está nada bien, ¿o no te lo han dicho nunca tus papis, Sam? —el sarcasmo es obvio en mi respuesta. Noto como se está hartando de mi presencia. Mejor, así me puedo ir a casa de los Jones para mi cita con Liv.

—Mira chico. Me da igual lo que tú pienses, aquí el manager soy yo. El que tiene el control sobre la vida del otro, soy yo.

>>Imagina si soy majo que te estoy dando a elegir. Un capullo no haría eso.

—Elegir entre salir con ella o que me obligues a salir con ella, no lo veo muy elección. ¿No crees? —pregunto.

—Hay otra, ¿no?

No contesto. Se toma mi silencio como una afirmación.

—Puedes seguir con ella. Lo de Anna es solo para que la prensa tenga algunas fotos y se inventen una historia. Lo único que tendríais que hacer es ser discretos y que tu puta sepa su lugar.

Estaba dispuesto a no reaccionar, a pasar de él como tantas veces que he hecho. Pero como ha llamado a Liv... No, eso no lo permitiré.

¡Se prendió esta mierda! *inserta fueguito y cara de diablo*

Soy rápido y no me ve venir. Empujo su cara contra el escritorio.

—¡¿CÓMO LA ACABAS DE LLAMAR?!

Como me esperaba, no hay respuesta.

—¡TE HE HECHO UNA PREGUNTA!

Lo suelto después de unos segundos ya que al sujetarle el cuello se estaba ahogando. Comienza a toser y a sujetarse la garganta.

—Más te vale irte ahora Jake, volveremos a hablar de esto cuando estés más calmado y no te hayan lavado el cerebro.

Le hago caso porque sé, que si me quedo lo único que haré será estropear las cosas.

Antes de salir por la puerta, Sam está haciendo una llamada todavía dándose masajes en la garganta.

***

Una hora después, llego a casa de los Jones intentando quitar mi mal humor para que no afecte mi cita con Olivia. Espero ser un buen actor.

Le escribo a Olivia que ya he llegado. A lo que contesta que le quedan cinco minutos y la espere dentro, así saludo a Sarah y JJ ya que John está trabajando.

Llamo al timbre y es JJ quien me abre la puerta malhumorada. Me deja pasar y sin saludar ni nada, sale dando un portazo tras ella. A saber a dónde se va, pero parece cabreada.

Tengo que hablar con Alex sobre el comportamiento de su hermana. En otra situación no me importaría, pero está preocupando a Olivia y lo que preocupa a Olivia me preocupa a mí.

—¡JESSICA ALEXANDRA JONES! —chilla Sarah saliendo de la cocina—Oh, eres tú Jake. ¿No te habrás cruzado con la rebelde de mi hija?

—Justo acaba de salir por la puerta —señalo.

—Espero que vuelva pronto. Últimamente ha cambiado mucho lo que ha llevado a muchas peleas en casa.

—¿Por qué ha cambiado?

—No lo sé. No habla con nosotros, solo con Liv. Y no creo que a ella le cuente nada tampoco.

—Eres una gran madre, Sarah. No puedes dudar de eso.

—Solo espero ser lo suficientemente buena para mi niña. Pero algo tengo que haber hecho mal si no confía en mí.

—¡Ya estoy! ¡Ya estoy! —grita Olivia mientras baja las escaleras corriendo.

Cuando tropieza y casi se come el suelo, Sarah y yo nos reímos. Y así, el ambiente se vuelve más relajado -como estamos acostumbrados-. Incluso se me había olvidado mi charla con Sam.

Mierda. La acabo de recordar.

***

En nuestra cita, volvemos al restaurante italiano que vinimos la última vez con los chicos.

Aquel donde nos atendió una italiana de la edad de Olivia que intentamos emparejar con Connor.

A todo esto, ¿ha estado él con alguien desde aquella vez? Tocará tener nuestras charlas profundas de banda en mi apartamento y el de Alex.

Ha sido la misma camarera -Aurora como nos ha recordado- quien nos ha atendido. Liv como pequeña cotilla que es le ha empezado a hacer preguntas.

—¿Cuántos años tienes?

—17

—¿Y trabajas aquí todos los días?

—Es el restaurante de mi familia, siempre que puedo los ayudo.

—¿Quieres estudiar algo?

—Si no fuera porque sé quien es tu novio, creería que eres policía —dice haciéndonos reír.

—¡Rora! —grita alguien desde la cocina— Non ritardare e continuare a lavorare "No te entretengas y continúa trabajando"

Tras la cena, hemos venido a mi almacén barra guarida. Ahora estamos acostados en mi cama haciéndole cosquillas que ella aseguró no tenía.

—¡Por favor, para! —se ríe— Me haces cosquillas.

Lo único que hace su queja es que ría y le siga haciendo cosquillas.

—¡Jakie para! —eso hace que me detenga y le de una mirada no muy amistosa.

—No me digas así.

—Vale. No volveré a hacerlo. Perdóname Jakie, por favor —hace un puchero. Esta chica es imposible.

Un añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora