1. Primogénita Malfoy

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Capítulo 1: Primogénita Malfoy.

El 6 de Marzo de 1978 era una noche bastante tormentosa, y ese es un detalle importante por que esa noche en el Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas nació Lynx Narcissa Malfoy.

Lynx nació dos años antes que su hermano, Draco Lucius Malfoy, lo que claramente la convertía en la primer primogénita mujer en una larga lista de primogénitos hombres Malfoy.

Ser la primera en algo, para los estándares aristocráticos, no siempre significa algo bueno. En las más grandes familias sangre pura de todo el mundo mágico se apreciaba más el seguir las tradiciones que crear nuevas, la innovación no era algo bien visto.

Pensaban que si a las generaciones pasadas estas tradiciones les habían funcionado, ¿Por qué cambiar las cosas ahora?

Y Lynx Malfoy era toda una novedad: Mujer, primogénita y por si fuera poco en su físico predominaba el gen Black, a diferencia de su hermano Draco que era todo lo que un Malfoy debía ser.

Draco tenía los ojos grises como la plata, el porte soberbio de los Malfoy y el inmaculado cabello platinado que siempre lo tenía bien peinado con gomina. Un pequeño Lucius Malfoy en toda la regla.

En cambio Lynx era esbelta, un poco más alta que el promedio. Caminaba por el lugar con la elegante arrogancia que todos los Black poseían desde la cuna, y si bien compartía los mismos ojos color plata que su hermano, Lynx tenía además la característica melena oscura que la mayoría de los Black poseían.

Y para una familia de cabello pálido, su cabellera morena resaltaba al lugar donde fuera. Y como es de esperarse, alguien que llama tanto la atención es también una persona de la que se esperan muchísimas cosas. Grandes expectativas estaban puestas sobre alguien que portaba tan evidentemente los genes de dos de las familias más importantes del mundo mágico.

Al principio su padre le tuvo algo de recelo a su hija, ya que era una ferviente prueba de su ineptitud. Su tarea como primogénito Malfoy era traer al mundo a otro igual a él, un varón, y que también se le pareciera físicamente. Y en su lugar recibió una niña que tranquilamente podría parecerse más a su vecino que a él mismo.

De vez en cuando lo atormentaba el recuerdo de aquella vez que visitaron a su cuñada Bellatrix en Azkaban, cuando Lynx tenía seis. Y  no lo atormentaba por algún encuentro desafortunado con los dementores, sino por el comentario que le hizo su cuñada al ver a Lynx por primera y única vez.

— ¡Se parece al bastardo de Sirius! —exclamó mientras se reía como loca, canturreando las palabras— ¿Oíste primoooo? Hay alguien que te hará compañía pronto —le gritó a su primo, el traidor de los Black. Lucius ni siquiera sabía que estaban en celdas cercanas. Black no le respondió.

Pero esa solo era la loca de su cuñada queriendo molestarlo, por lo que pronto el recelo que le tenía a su primogénita desapareció. Lynx podría no parecerse a él, pero si era una digna Malfoy. Educada, callada, de buenos modales, respetaba a sus superiores y sobre todo despreciaba a todos los impuros. Todo lo que se podía esperar de una buena hija.

Y claro, también ayudó que dos años después llegara un hijo varón a su vida. Siempre preferiría a Draco por sobre Lynx, pero al menos ya no la miraba con recelo cada vez que la niña le pedía atención. Al menos en el futuro le sería útil, cuando la comprometiera con alguien con quien quisiera afianzar relaciones, sea por estatus o por negocios.

Narcissa, por otro lado, era una madre devota. Los amaba a ambos por igual y los llenaba de cariño y halagos cuando la ocasión lo permitía.

Un Malfoy jamás demostraría afecto desmedido en frente de las demás personas, era algo de mal gusto. El afecto solo podía ser mostrado en la privacidad del hogar, aunque allí también era escaso. A Lucius le parecía que el afecto excesivo los haría débiles de carácter, así que Narcissa solo podía tratarlos amorosamente cuando su padre no estaba cerca.

Una Malfoy muy Black (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora