9. La no cita

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Capítulo 9: La no cita.

Diciembre había llegado al fin, pronto Lynx y Draco volverían a casa a pasar las navidades con sus padres y su abuelo, Abraxas Malfoy, a quien Lynx quería mucho. No sería la favorita de la familia pero definitivamente seguía siendo la favorita de su abuelo.

Agradecía volver a casa mañana, a decir verdad. Todo el asunto de Sirius Black, los dementores y estudiar para los TIMOS la estaba volviendo loca, necesitaba despejarse un poco de todo el asunto con su familia. Esta sería el primer año en muchísimo tiempo que los Malfoy no festejarían una gala festiva para la ocasión, solo sería una íntima reunión familiar, de esas que Lynx extrañaba.

Al menos había solucionado una de sus tantas incógnitas del año: el profesor Remus Lupin no estaba ayudando a Black a matar a Harry. Lynx lo había confrontado en cuanto tuvo oportunidad y le pareció que era sincero, sabiendo que James Potter era su mejor amigo.

Y confirmó más esa teoría cuando al mismo tiempo descubrió que su profesor era un hombre lobo; solo tenía que unir los hilos, la clase de Snape, el que este enfermo constantemente, sus heridas, todo cuadraba. La prueba definitiva fue cuando notó que la luna llena coincidía con las ausencias de su profesor.

De igual forma, a Lynx no le importaba ni se lo diría. El profesor Lupin era el mejor profesor que había tenido en Defensa Contra las Artes Oscuras, su condición no afectaba eso. Y sabía también lo que les costaba a los hombres lobo conseguir trabajo, otra razón por la que el profesor no se arriesgaría a ayudar a Sirius Black.

Y si se lo preguntaban, Harry Potter tenía más vidas que un gato. Dumbledore lo había salvado aquella vez en el campo de quidditch, ralentizando caída. Tristemente, la escoba del chico no había sobrevivido, el Sauce boxeador la había hecho trizas.

Lynx sentía mucha pena por él, por su hermano sabía que la relación entre un hombre y su escoba era muy valiosa. Así que había estado pensando en que podía darle al chico para hacerlo sentir mejor, primero había pensado comprarle dulces en Hogsmeade, pero luego...

Digamos que, se le ocurrió algo mejor.

— ¿Ya se despidieron lo suficiente? —les preguntó Lynx a los gemelos, le divertía verlos acariciar con cariño el Mapa del Merodeador.

Lynx los había reunido apenas se le ocurrió la idea de darle el mapa a Harry para animarlo, además, presentía que él le daría un mejor uso que ellos tres. Los gemelos accedieron al instante, podría decirse que ya no necesitaban el mapa, lo conocían de memoria como para poder arreglárselas sin el.

Habían decidido dárselo el día de hoy, para la última visita a Hogsmeade del trimestre. Mañana la mayoría de los alumnos partirían a sus casas por las festividades.

— Déjanos despedirnos como corresponde, mujer —se quejó Fred, dándole un sonoro beso al viejo pergamino—. Es como si dejáramos ir a nuestro hijo.

Lynx se rió, alzando una mano para revolverle el cabello.

En estos dos meses las cosas habían vuelto lentamente a su rumbo, el tema de su casi beso había quedado enterrado en el pasado, y Lynx y Fred volvieron a ser amigos como antes. Algo que había extrañado mucho.

Fred se quejó, pero no le quito la mano.

— Eres un niño, Fred. George, ¿Puedes fijarte dónde esta Harry?

George asintió, quitándole el mapa bruscamente a Fred de las manos.

— Va camino al tercer piso, podemos interceptarlo frente a la estatua de la bruja tuerta.

— En marcha entonces, muchachos.

Por suerte para ellos se encontraban en un aula en desuso en el cuarto piso, así que solo tuvieron que bajar un piso para interceptar a Harry.

Una Malfoy muy Black (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora