Una Malfoy muy Black (Fred Weasley)

14. Sirius Black

Capítulo 14: Sirius Black.

Harry y Hermione la miraron con desconcierto, pero no era momento de preguntas; las ramas del Sauce boxeador se lanzaban hacia ellos dando latigazos. Esquivaban a duras penas las ramas del enfurecido árbol.

— ¡Socorro! —gritó Hermione histérica, dando saltos en su lugar—. ¡Por favor!

Crookshanks dio un salto al frente, deslizándose ágilmente entre las ramas que azotaban el aire, agarrándose con las garras a un nudo del tronco. Y de repente, el árbol dejó de moverse.

— ¡Crookshanks! —gritó Hermione, confundida—. ¿Cómo sabía...?

— Es amigo del perro —dijo Harry con pesar—. Los he visto juntos...Vamos, ten lista tu varita.

— Yo también había visto a Crookshanks cerca de las pisadas de un perro una vez —confesó Lynx con una mueca—. La noche que Black entró al castillo, por el pasadizo de la Bruja Tuerta.

Se apresuraron a acercarse al tronco, siguiendo a Crookshanks dentro del hueco que había en el árbol. Lynx lo siguió por una rampa de tierra hasta llegar a un túnel con el techo muy bajo. Crookshanks iba ya varios metros de distancia por delante cuando Harry y Hermione entraron al túnel.

— ¿Dónde está Ron? —les preguntó Hermione con temor.

— Quédense detrás de mi en todo momento —les ordenó Lynx—. Black es muy peligroso.

Los dos asintieron, aunque Lynx sabía que Harry no le haría caso. Siguieron caminando con la espalda encorvada varios minutos, mientras Lynx les contaba lo que había visto la noche que Sirius Black había atacado a la Dama Gorda.

— Nunca me imagine que se escondería...Donde sea que nos lleve este pasadizo. Debí haberlo supuesto —se lamentó Lynx, iluminando el camino con la varita—. Sólo un loco como él se atrevería a pasar frente al sauce boxeador.

— ¿Adónde irá este túnel? —les preguntó Hermione, sin aliento.

— No sé...Está señalado en el Mapa del Merodeador. Se sale del límite del mapa, pero daba la impresión
de que iba a Hogsmeade... —respondió Harry.

— ¿Será algún tipo de bóveda subterránea? Con Fred y George pensamos que nadie lo había utilizado nunca, como esta el sauce boxeador en la entrada... —divago Lynx, exhausta de caminar.

Efectivamente el túnel debía ir a Hogsmeade, por que a Lynx le parecía que el pasadizo de la bruja tuerta tenía la misma distancia que este. ¿Los llevarían a otra tienda de Hogsmeade?

El túnel empezó a elevarse y a serpentear en cierto momento, Crookshanks ya no estaba. Pero si se podía ver una luz tenue, que venía de una pequeña abertura.

Se detuvieron a recuperar el aire antes de avanzar con cautela hasta la abertura, con varitas en mano.

Del otro lado había una habitación llena de polvo, era vieja y estaba desordenada. Los muebles estaban destrozados, el suelo estaba lleno de manchas, las ventanas estaban tableadas.

Lynx volteó a ver a Harry y a Hermione. Hermione parecía muy asustada, pero Harry parecía decidido.

Se adentraron en la habitación vacía, notando que a la derecha había una puerta abierta que daba a un vestíbulo oscuro. Hermione iba agarrada del brazo de Harry mientras avanzaban.

— Chicos —susurró Hermione—. Creo que estamos en la Casa de los Gritos.

—Eso no lo han hecho los fantasmas —dijo Harry, mirando una silla de madera destrozada.