Capítulo 10: Comprometida.
Las vacaciones de invierno no habían sido lo que Lynx esperaba, fueron un completo fiasco; para empezar, su reunión íntima familiar no había sido tan íntima como suponía. En la víspera de la navidad, se les habían unido a la cena la familia Montague, con el idiota de Graham Montague incluido. Y la razón era la peor de todas las cosas que a Lynx le habian sucedido en su corta vida, sus padre habían anunciado el compromiso entre Lynx y Graham.
Se casarian luego de graduarse de Hogwarts; y aunque Lynx se quejó, lloró e imploró, no había podido dar a torcer el brazo de su padre.
Así que se había pasado la mayor parte de sus vacaciones encerrada, solo visitada por su hermano, quien era el único en quien confiaba en esa casa. Ni su querido abuelo ni sus padres le habían avisado con anticipación de tal anuncio, un anuncio que cambiaría el rumbo de su vida por completo.
Ni siquiera los regalos de navidad de sus amigos la pusieron de mejor humor, nada podría animarla sabiendo que su vida estaba predestinada, manejada al antojo de su padre, que la usaba como moneda de cambio para conseguir más poder, riqueza o lo que carajos consiguiera con este trato.
Ella sabía que iba a casarse de esa manera, pero al menos hubiera esperado un aviso previo, poder elegir entre varias opciones, permitirle conocer a la persona. Por Merlín, esto era arcaico.
Hasta Draco, que generalmente seguía lo que le ordenaba o decía su padre sin chistar, había intentando interceder en su nombre, sin éxito alguno.
A penas lo supo, le envió un vociferador a Tonks llorando desconsoladamente, contándole lo sucedido.
Tonks le había respondido esa misma madrugada, que era el único horario donde sus padres no notarían una lechuza extraña entrando en la Malfoy Manor. Le volvió a repetir que podía huir en ese momento, que ella la cuidaria hasta que fuera mayor, y Lynx nunca había deseado tanto poder hacerlo, ser así de valiente.
Pero no podía, sabía lo que implicaba, no podía abandonar a Draco y a su madre a su suerte, por más enojada que estuviera con esta última. No podía vivir en un mundo donde jamás volvería a hablar con su familia de nuevo.
Al menos la consolaba saber que todavía tenía tres años más de libertad en Hogwarts, el único lugar feliz que le quedaba.
Hoy habían arribado nuevamente a Hogwarts, y Lynx se encargó de evitar a sus amigas a toda costa, encerrandose en su habitación a la hora de la cena.
Así fue como sus tres amigas la encontraron, hecha un ovillo sobre la cama de sábanas rojo carmesí.
Angelina tiró de su brazo para levantarla, las vacaciones de invierno le habían sentado bien luego del fiasco de cita que había tenido con George. Parecía entera, cosa que a Lynx le faltaba.
— A ver, evitas nuestras cartas, nos evitas en el tren, no vas a cenar —enumeró, corriendole el pelo de la cara—. ¿Qué demonios te pasa mujer?
Lynx abrió y cerró la boca repetidas veces, no sabiendo por donde comenzar. Lo único que le salió de los labios fue un sonoro sollozo, abrazando a su mejor amiga con fuerza mientras lloraba desconsolada.
Rápidamente Katie y Alicia de subieron a la cama y la abrazaron, acariciándole la espalda y el pelo para tranquilizarla.
— ¿Qué ocurre, Lyn-Lyn? —murmuró Katie, con la cabeza apoyada en su hombro.
Lynx se limpió las lágrimas con el dorso de la mano.
— Me voy a casar —sollozo—, con Graham Montague.
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Una Malfoy muy Black (Fred Weasley)
FanfictionLynx Malfoy es la primer Malfoy mujer en muchísimo tiempo, y viniendo de un linaje de puros primogénitos hombres e hijos únicos, su familia espera grandes cosas de ella. No se espera menos que la perfección misma. Pero Lynx esta lejos de ser perfect...