Una Malfoy muy Black (Fred Weasley)

15. Peter Pettigrew

Capítulo 15: Peter Pettigrew.

Todos se sobresaltaron, era verdad lo que decía Black, Snape siempre estaba husmeando.

— Encontré esto al pie del sauce boxeador —dijo Snape, arrojando la capa de invisibilidad, sin dejar de apuntar a Lupin con la varita—. Muchas gracias, Potter, me fue muy útil —su cara rebosaba de triunfo—. Tal vez se pregunten cómo supe que estaban aquí —dijo con ojos enfurecidos—. Acabo de ir a tu despacho, Lupin. Te olvidaste de tomar la poción esta noche, así que te llevé una copa llena. Fue una suerte, en tu mesa había cierto mapa. Me bastó un vistazo para saber todo lo que necesitaba. Te vi correr por el pasadizo.

— Severus... —comenzó Lupin, pero Snape no lo oyó.

— Le dije una y otra vez al director que ayudabas a tu viejo amigo Black a entrar en el castillo, Lupin. Y aquí está la prueba. Ni siquiera se me ocurrió que tuvieras el valor de utilizar este lugar como escondite.

— Te equivocas, Severus —dijo Lupin, nervioso—. No oíste todo. Puedo explicarlo. Sirius no va a matar a Harry.

— Dos más para Azkaban esta noche —dijo Snape, con odio en sus ojos—.
Me encantará saber cómo se lo toma Dumbledore. Estaba convencido de que eras inofensivo, ¿Sabes, Lupin? Un licántropo domesticado...

— Idiota —dijo Lupin en voz baja—. ¿Vale la pena volver a meter en Azkaban a un hombre inocente por una pelea de colegiales?

De repente, de la varita de Snape surgieron unas cuerdas delgadas como serpientes, que se enroscaron alrededor del profesor Lupin. Este cayó al suelo, sin poder moverse ni hablar.

Black intentó abalanzarse sobre Snape, pero Snape lo apuntó con la varita.

— Dame un motivo —susurró—. Dame un motivo para hacerlo y te juro que lo haré.

Black se detuvo, ambos se miraban con odio.

Hermione dio un paso vacilante hacia Snape y dijo:

— Profesor Snape, no...No perdería nada oyendo lo que tienen que decir,¿No cree?

— Señorita Granger, me temo que vas a ser expulsada del colegio —dijo Snape—. Tú, Potter y Weasley se encuentran en un lugar prohibido, en compañía de un asesino prófugo y de un licántropo. Y ahora te ruego que, por una vez en tu vida, cierres la boca.

— Pero si fuera todo una confusión...

— ¡CALLATE, IMBÉCIL! —gritó Snape—. ¡NO HABLES DE LO QUE NO COMPRENDES!

Lynx alzó su varita en contra de Snape.

— ¡No permitiré que le hables así a Hermione! —le gritó —. ¿Y yo, qué?¿Le tienes tanto miedo a mi padre como para salvarme el pellejo?

Snape la miró, con el ceño fruncido.

— Si tu padre supiera... —gruñó—. No seas tonta, Malfoy. Debes comenzar a entender con quién debes y con quien no debes estar.

— Oh, pero yo se muy bien con quien debo estar. Iré hasta las últimas consecuencias con este trío —le aseguró con prepotencia, cruzada de brazos. La punta de su varita echaba chispas rojas, al igual que la varita con la que Snape apuntaba a Black.

Snape la ignoró furioso, volteando a ver a Black.

— La venganza es muy dulce —dijo—. ¡Habría dado un brazo por ser yo quien te capturara!

— Eres tú quien no comprende, Severus —gruñó Black—. Mientras este muchacho meta su rata en el castillo —señaló a Ron—, entraré en él sigilosamente.