Capítulo 3: Adiós

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Tysie tenía poco tiempo para estar con su hijo antes de tener que separarse de él durante un año, por lo que, no quiso perder ni un segundo. Toda la semana se la pasó preparando a Adit para aquel viaje. Debía aprender a luchar con aquel machete. Sabía que no iba a despertar su poder aun, por lo que, no se lo comentó. Ya lo haría cuando volviesen a verse. Lo importante aquella semana fue perfeccionar el estilo de combate de Adit.

Después de que volviese con un ojo menos, Adit comenzó a tener actitudes extrañas. Habitualmente se quedaba en trance y vagabundeaba por la isla. Este fue el principio del despertar de sus extrañas e incomprensibles habilidades.

Poco después del primer incidente de trance en la isla tras su vuelta sin un ojo, comenzó a ver más allá de su alrededor. Comenzó a poder ver su alrededor como si no hubiese paredes, suelos o techos. Era capaz de verlo todo sin problemas. Y esto molesto a su tío Zayre, ya que no iba a poder esconderle nada. Ni a él, ni al padre de este. Porque, a pesar de intentar volver a obtener la confianza de Adit para tener más secretos entre ellos a espaldas de Tysie, nunca volvió a conseguirla. No por lo ocurrido, pues Adit no tenía conocimientos sobre lo que en verdad ocurrió aquel día. Prefirió no pensar en aquel día y lo que ocurrió nunca más.

Por el momento, las habilidades nacientes de Adit pararon por unos años. Podría deberse a un tiempo de adaptación a su nueva forma de ser. Podría deberse a, simplemente, que aún no había crecido lo suficiente como para que nuevas habilidades llegase. Podría deberse a un trauma. Nunca supieron por qué Adit obtuvo dos habilidades en un lapso tan corto de tiempo y frenó de una forma tan abrupta durante dos años. Sin embargo, en el décimo quito cumpleaños de Adit, surgió una nueva habilidad: el poder cambiar su posición con otro objeto siempre que diese una palmada.

Al principio, solo podía realizarlo con objetos cercanos. A apenas dos metros de distancia. Y terminaba agotado por el uso de su habilidad. Pero, rápidamente, con la contante práctica, pasó a poder realizar un cambio de posiciones entre él y un objeto a la otra punta de la isla y entre objetos o animales. Además, apenas se cansaba al realizar los cambios. Podía estar durante horas realizando esta acción. Este hecho hizo que Tysie planease un estilo de combate inusual para Adit.

Sabía que allí afuera no iba a ser rival para los piratas, caza recompensas y mafiosos que fuesen a por ellos. También tenía presente que Kyman no era un robot, aunque a veces lo dudase. Podía fallar. Podía cansarse. Podía ser engañado. Por su cabeza pasaban cientos de escenarios donde Kyman podía ser derrotado con suma facilidad y Adit cayese en manos de algún infeliz que lo matase para hacerle daño a La Familia, lo usase como rehén o, pero, se lo entregase al Imperio. Por todo ello, planeó explotar aquella habilidad en su beneficio.

Tysie pasó un año entero enseñándole a realizar aquellos cambios rápidos en medio de un combate para esquivar ataques que pudiesen ser letales, o para posicionarse mejor para un ataque. Además de forzarlo a aprender a no depender de dar palmadas con sus manos. Sabía perfectamente por haber visto a la madre de este pelear, que podía realizar estos cambios sin dar palmadas.

Adit aprendió a moverse de aquella forma en combate. Sin embargo, estar tan pendiente de su enemigo y alargar los combates, hacían que Adit sufriese un gran agotamiento mental. Después de sus entrenamientos con su padre, terminaba tan agotado mentalmente que era incapaz de pensar durante una hora. Pero no podía quedarse así después de un combate, sería una presa fácil para cualquiera. Por ello, tuvo que aprender a usarlos en los momentos precisos y sin excederse.

Durante estos entrenamientos, en aquella semana previa a la partida de Adit, Tysie fue aún más estricto y duro en el combate cuerpo a cuerpo. Sus puñetazos dolían más de lo normal. Normalmente, Adit los esquivaba sin más. No le hacía falta usar su habilidad, pues se volvió más rápido. Sin embargo, Tysie aumento su velocidad para que la tuviese que usar otra vez. Quería que estuviese preparado para todo.

Hasta el Infinito Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora