~Arizona~
Hoy salí súper tarde de la escuela, estaba agotada quería dormir, solo deseaba eso.
— Chicas ¿Hoy salimos? - Jo pregunto.
— Yo esta semana no saldré - comente.
A lo lejos veo a Cristopher en una moto, el no viene a esta escuela y menos tiene amigos aquí.
Me acerque hacia a el ya que no paraba de mirarme.
— Y tú qué haces aquí? - hable lo más ruda posible.
— Hola Arizona, buenas tardes - el ignoro mi molestia - Pasaba por aquí a pedirte una invitación.
Seguro lo mando mi mamá.
— Aah ¿Y para que?
— Bueno, quiero que seamos amigos...
No le creo nada.
— Si es así, no estoy interesada en tu amistad - trate de irme pero me agarró de la muñeca - ¿Y ahora que quieres?
— ¿Por qué te caigo mal? - pregunto.
No sabía que decir.
— Bueno, primero por...
— Ves? No tienes nada que decir, solo quiero que seamos amigos.
Tal vez, lo trato así inconscientemente ya que mi familia toda la vida me obligó a tener una relación con el.
— Bien ¿Dónde me quieres invitar?
El me sonrió, es lindo...
— Mmm ¿Te parece a un parque de atracciones? - pregunto.
Eso no se pregunta, amo ir a parques de atracciones, es como mi lugar favorito.
— ¡Claro, amo los parques! - chille y el se río.
— Bien, te paso a buscar mañana - el beso mi mejilla - ¿Quieres que te alcance a tu depar?
Negué.
— Puedo ir sola, es cerca.
La verdad no quería molestar, y más si es a Cristopher.
El se despidió de mi nuevamente y se fue, me pareció loco que tendré una especie de cita.
— ¡Cuentanos todo! - chillaron mis amigas, ellas presenciaron todo.
Yo rodee mis ojos.
— ¿Te gusta? Si que si.
— Claro que no, es un amigo.
— Mentira! Dinos! - ellas me acorralaron completamente, yo solo reía de las bobadas que decían hasta que mi sonrisa se borró al ver a Callie.
Ella me ignoro completamente, no me dejó ni un mensaje, no entiendo sus cambios de humores hacia mi.
— Luego les cuento, mi mamá me está esperando en casa - menti, debía de escaparme de Callie.
— Bien, pero debes de contarnos.
Asenti sin escuchar en lo que me decían y tome camino hacia mi casa lo más rápido que pude.
El cielo se había puesto Cris, había un viento horrible, me arrepentí de no haber aceptado que Cristopher me alcancé.
La bocina de un auto se escucho por detrás, mire deteniendome y era Callie, yo solo la ignore y seguí mi camino.
Las gotas de lluvia comenzaron a caer y cada vez más fuerte, Callie insistía en que suba a su auto pero mi orgullo me ganaba.
— Sube, no tienes que hablarme - grito.
Yo me detuve.
— Antes muerta me subo a tu auto.
Un relámpago se escucho, les temía más que otra cosa en el mundo, Pegue un salto y trate de seguir, tenía frío y ganas de llegar.
— Ven Pequeña, no te refieres - Callie lo dijo en un tono tan dulce, no escuchaba su "Pequeña" en semanas y me hizo dejar todo mi orgullo de lado.
Me acerque y ella abrió la puerta, ni bien entre me cubrió con su campera, sentí su aroma tan rico, y me sentí devuelta.
— Lo siento - ella dejo mi cabello mojado hacia atrás y por primera vez, sin que yo le pida, me abrazo sin decir nada, me había gustado tanto ese acto tan insignificante para alguien, y algo tan hermoso para mí.
También sentí como mi corazón se acelero, tal vez porque encontró el de Callie como un detector, pero este es de corazones, y encontro el indicado.
"Apareces y luego te desvaneces como escalofríos, haciendo que me desveles".
— ¡Tranquila Callie yo te protejo!
Un trueno ruidosamente aterrador se escucho, mi instinto fue apretujar a Callie y está vez fui quien la tenía en brazos.
Ella solo se rió, pero no entendía el porque, solo quería protegerla de eso trueno tan aterrador.
— Creo que esa seré yo quien te proteja, mira como estás temblando por un tonto trueno - río, pero me trataba de tranquilizar, le temía a ese tonto trueno, como decía ella.
— Un tonto trueno...
— Exacto - ella dejo un beso en mi cabeza - quieres que te lleve ahora?
— Si ya quiero irme a casa, gracias por aguantar mis enojos.
Ella solo me sonrió y arranco el auto.
— Te parece pasar mañana por mi casa? - pregunto cuando llegamos.
— No puedo...
Lo dije con tanta culpa.
— Por?
— Tengo una Cita - lo dije en modo burlesco, tal vez tratando de que esté celosa, no entendía porque quería ponerla así.
Ella se le cambio la cara, era la misma cara que la vez en el muelle, eso me traía malas vibras ahora, se sentía de otra manera.
— Mejor bajate ya - callie hablo de mala manera.
Yo saqué mi cinturon de mala manera también, no le daría el gusto, abrí la puerta y antes de cerrarla tenía que hablar
— Nunca entenderé tus malos tratos conmigo, un día me hablas y luego ya no, no te entiendo siempre cambias tu manera de tratarme, eso duele.
Sin más cerre la puerta de un portazo, no quería volver a verla ni saber de ella.
Llegue a mi cuarto, me tire en mi cama enojada y con ganas de llorar, ella me confunde y me hace sentir cosas que nunca experimente.
"Y nunca pienso en ella, excepto en medianoches cómo está".