~Arizona~
Ni una llamada, ni un mensaje, desapareció sin dar rastros algunos, se que dijo que nos tomariamos un tiempo para acomodar nuestras ideas pero, ¿Soy tan fácil de olvidar?
Me dijiste que yo era tu favorita con mis ojos jóvenes me viste cuando me sentía como un cárdigan viejo, me besaste las heridas mientras me llenabas de sombras mientras te ibas y yo siempre volvía, porque sabía que volverías así como sabía que ibas a doler.
Jo y Amy hablaban mientras yo trataba de integrarme a la conversación, pero no podía, tenía muchas preguntas sin resolver y un vacío.
— ¿Cómo sabes que te gusta una chica? - pregunte de la nada, debía informarme de algún lado.
Ellas se callaron y se miraron entre sí, y luego a mi.
— ¿Te gusta una chica? - preguntaron sorprendidas.
Oh, no sabía que decir, Callie me dejo demaciado confundida.
— Eh...no lo sé ¿Entienden?
Ellas me miraban aún más confundidas.
— Si no sabes tú ¿Cómo podremos ayudarte? Dinos que sucede - ellas hicieron una ronda en el suelo mientras nos sentamos con las piernas cruzadas.
— Me bese con una chica y fue Wow - abrí mis ojos en forma de impresión, provoco mucho en mi.
Ellas gritaron de emoción.
— ¿Y entonces? ¿Quien es?
— Leh! - Amy trato de adivinar.
— Si! Claro, ella siempre trato de conquistarte - comento Jo.
— No, claro que no ni siquiera hablamos.
— Entonces ¿Con quien fue?
Yo las observé incómoda, debía de confesarles, son mis amigas.
— Fue a Callie...
Jo y Amy me miraron atónitas, sin saber que decir o que hacer.
— Pero Az...
— Si ya lo sé, diran "Es mucho mayor que tu bla, bla" - lo dije sin mucha importancia.
— Esto es muy arriesgado y está mal - Jo trato de explicarse, pero a mí nada me hará cambiar de opinión.
— Es que, me hace feliz - sentía mis ojos lagrimosos, la verdad me está afectando su silencio, Nunca Escuché un silencio tan ruidoso.
— Oh Az, no te pongas así - Amy me abrazo, mis lágrimas traicioneras salieron - Te apoyaré en todo, soy tu amiga.
— Perdón por ponerte así - está vez fue Jo, pero ella no tiene la culpa solo trata de cuidarme.
— Ella no quiere verme - dije mientras era observadas por ellas.
— Es una cualquiera - dijieron enojadas - no merece tus lágrimas.
No me hagas llorar hazme amar déjame besarte bajo la lluvia...
Antes de que termine el receso fui al baño, quería estar un momento sola y arreglar el desastre de mi cara.
Creí que estaba sola hasta que ví salir a Leah en uno de los baños, la mire por el espejo y ella a mi, le sonreí y ella también.
— Hola ¿Cómo estas? - rompió el silencio.
— Hola muy bien ¿Y tú?
— Igual.
Asenti y volvimos a quedarnos calladas, ahí se me ocurrió lo más estúpido del mundo, si resuelvo mis dudas con ella?
— ¿Te puedo pedir un favor? - Pregunte.
— Claro, dime.
— Bueno, se que sonara raro, no está en tu obligación aceptar - comencé a balbucear.
Ella solo río.
— Ya dime.
— ¿Me darias un beso? Sin sentimiento alguno, solo quiero resolver algo...
Ella sonrió a mi petición, sentía que traicionaba a Callie, pero ella besa a otros labios, los de su supuesta novia y eso me enoja.
— Eso con gusto.
Quería saber si provocaba lo mismo que Callie, pero no se sintió así, sus toques eran diferentes a los de Callie y para nada placentero.
Gran error.
Luego de clases salí a ese mismo lugar que fuimos alguna vez con Callie, el café frente al mar, estaba sentada sobre el muelle, saque mis tenis ya que la marea estaba alta y metí mis pies al mar, tenía la esperanza de que Callie vendría, pero no fue así.
— Hey ¿Por qué tan sola? - dijo.
— ¿Me estás siguiendo? - hable molesta.
— Si ¿Y que vas a hacer al respecto? - hablo posesivo.
— Nada - dije sin más y volví mi mirada al mar.
— ¿Por qué no me atacas? ¿Estás bien? - se sentó a mi lado quitando sus tenis para poner sus pies al mar.
— Si estoy bien - menti - ¿Por qué me perseguiste?
— No quiero que vuelvas sola de tan lejos - dijo Cristopher con mucha sinceridad.
A veces es tierno.
— Gracias tonto - tenía que ser agradecida pero no demostrar estarlo, pero lo estaba.
— Trato de ser cordial ¿Y me tratas así? - golpeó mi hombro con el suyo, obvio le devolví.
Con mi pie le tire agua y el a mi, parecíamos niños jugando, luego de estar ahí un largo tiempo me llevo a mi casa.
Estaba agradecida.
— Gracias niñito - lo abrace, fue muy sorpresivo para el.
— De nada.
— Tengo que entrar - deje un beso en mejilla.
— Espera - tomo mi mano, yo lo observé para que siga - ¿Vamos mañana a comer pizzas italianas? Conozco un lugar lindo.
Sonreí.
— Claro, llámame y nos organizamos bien.
Al entrar mis padres estaban me casa, al parecer preocupados ya que me abrazaron.
— ¿Dónde estabas? Nos diste un susto cariño.
— Si estuvieran aquí, no pasaría esto - contesté de mala gana.
— ¿Con quién estabas?
— Con Cristopher - rodee mis ojos, sabía que se vendrían las preguntas y sus sospechas sin sentido.
Entre a mi cuarto con la esperanza de que Callie me haya dejado un mensaje, pero no, solo un visto.
No me hagas llorar hazme amar déjame besarte bajo la lluvia.
