~Arizona~
Pase la mitad de la noche en ese café, sentada en una mesa del lado de las ventanas contemplado el afuera, la noche oscura.
Mi celular sonaba sin parar, eran mis padres quería apagarlo pero tenía la esperanza de que Callie me llamara.
- Señorita - la mesera llamo mi atención - ¿Está usted bien? Es tarde y tú sigues aquí.
- Mm si, ya vienen por mi - menti.
Ahí mismo volvió a sonar mi teléfono, la mesera se alejo y atendí, Callie había llamado, era mi rayito de esperanza.
- Pequeña, recién salgo de cirugía ¿Está todo bien? - dijo preocupada.
- No, la verdad no Callie - mi voz se quebro, contenía mi llanto.
- ¿Quieres hablar? Estoy saliendo del hospital.
- Si, pero no estoy en casa - confesé, no quería estar aquí tan sola.
- ¿Dónde estás? - se alarmó.
- Tranquila, me encuentro en el café donde me llevaste.
- ¿Por qué tan lejos? Es tarde, deberías estar en casa.
- Porfavor, ven por mi - susurre en un hilo de voz.
- Ahí estaré - ella colgó.
Mi pierna ansiosa se movía sin parar, había consumido mucha cafeína, mi cuerpo estaba cansado y frío.
Pasando los minutos ví su coche estacionarse, me despedí de la mesera y salí de ahí, Callie se detuvo cuando me vio acercarme.
Escondí mis puños en las mangas del buzo, mis manos estaban heladas, cuando estaba lo suficientemente cerca me tire en sus brazos, como una niña pequeña llorando.
- Todo está bien - ella acaricio mi espalda.
- Mi madre me golpeó cuando le dije de mi atraccion hacia las niñas - solté sin más, ella tenía mucha culpa - No creí que fuera tan malo.
- Pequeña...lo que sientes está bien, tienes mi apoyo - ella acaricio mi cuerpo - Estás helada ¿Pasaste la noche aquí? - pregunto.
Asentí.
- Ven, vendrás a mi casa - ella me llevo del otro lado del auto y me ayudo a subir.
- Gracias por todo - susurre apenada.
Ella me sonrió, saco su chaqueta y la coloco en mis brazos.
- Lo necesitas, no quiero quejas - me cayó antes de hablar.
Callie condujo a su depar en silencio, estaba muy cansada así que no me moleste en mantenerme despierta y me dormí.
- Az - Callie acaricio mi rostro despertándome - Llegamos, vamos despierta dormirás Mejor adentro.
Asentí y baje junto a ella, estábamos en el estacionamiento del departamento, subimos al ascensor en silencio, me acerque a callie acurrucada en su pecho mientras la abrazaba de la cintura.
- Te estás durmiendo - dijo.
- No es así.
Si, me estaba durmiendo, deje que mi cuerpo se duerma junto conmigo, Callie me podría llevar hasta su cama.
~•~
Desperté abrazada a Callie por tercera vez, sonreí mientras la miraba a los ojos ella estaba despierta mientras me veía dormir.
