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~Arizona~

Callie desapareció de mi vida, no contesta mis mensajes, tampoco la veía en línea y ni siquiera estaba en su casa.

Ella se había ido y sin mi...

Estaba destrozada, rota y muy dolida. 

Quería llorar, gritarle a Callie cuanto la odio, si, en estos momentos la odio por hacerme esto.

— Te extrañaremos Amy - la abrace.

Otra cosa, se nos iba una amiga, Amy se mudaba a otro país por el trabajo de sus padres, estaba triste por eso también.

Un abrazo grupal se había formado entre las tres, somos tan unidas que esto nos afecta demaciado.

— Amelia, debemos abarcar - el padre se acercó a nosotras.

Nos miramos entre sí y volvimos a abrazarnos.

— No se olviden de mi zorras - seco sus lágrimas.

— Obvio que no lo haremos - reímos entre llozosos.

Antes de irse, Amy volvió a mi, me dió un fuerte abrazo y me susurro en el oído;

— No la pienses tanto, si ella quiere estar contigo no se hubiera ido.

Sin más corrió con sus padres, Jo y yo nos abrazamos entre las dos mientras sacudimos nuestras manos despiendonos de Amy.

— La extrañare - dije lloriquiando.

— Igual yo. 

Esa tarde invite a Jo a pasar el día en mi casa ya que no quería dejarla sola en un día como este.

— ¡Nos hace falta tanto Amy! - chillo.

— Si...¿Crees que volveremos a verla?

— Tal vez si...

Quedamos en silencio, hasta que hablo nuevamente.

— ¿Hay rastros de callie?

Negue, si hablaba lloraría aún más.

— Es una idiota ¿Cómo se pudo ir de esa manera? Es una idiota! Mira cómo estás!

— Jo...

— Hoy no te quedarás aquí! Saldremos.

— No crees que es inapropiado? Amy salió de la ciudad apenas hoy...

— ¿Crees que a Amy le gustaría que estemos aquí llorando?

Negué, tiene razón.

— No pienses en esa tonta, parecieran que estás en un círculo vicioso.

Si, lo sé pero igual la amo...

Y la odio.

— Luego nos arreglamos y quitamos nuestras penas - se tiró a mi cama tomando el control de la tv.

— Nos hará falta Amy...

Ya la extrañamos.

La noche llegó y nosotras ya estábamos listas para esta noche, Jo prácticamente me obligó a vestirme, parecía una muerta según ella.

— Vamos a encargar bebidas! - grito Jo ya que la música está fuerte, ella tomo mi mano para no perderme y fuimos hasta la barra - ¿Que quieres?

— Tequila.

Asintió.

Comencé a observar el lugar, todos bailaban felices, otros no tanto y casi la mayoría cayéndose de los ebrios que estaban.

My first winterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora