~Arizona~
Cómo una persona madura y que sabe pensar fue lo que no hice, acepte ir a la casa de la desconocida, bueno no tan desconocida, se su nombre.
Cuando llegamos al edificio de dónde vivía el portero nos miro raro, eso me causo mucha risa, nuestra vestimenta no estaba tan limpia.
Luego subimos al ascensor mientras hablabamos, teníamos mucho en común.
— ¿Vives aquí desde siempre? - Pregunto.
— Nop, de echo me mude hace dos semanas atrás ¿Y tú?
— También pero fue está semana - ella abrió la puerta de su casa - Así que perdona el desastre aún falta cosas que comprar.
— No te preocupes - juntas pasamos a su departamento el cual habían cajas por doquier.
— Ven - ella abrió la puerta que provenía el baño, ella comenzó llenar la tina con agua caliente - Primero limpiaremos a tu mascota.
Eso fue lo que hicimos, jamás creí estar en una casa de una completa desconocida, pero lo mejor de todo es que coincidimos en todo.
— ¡Quieto! - chille cuando Roqui se sacudió haciendo que nos empapemos. Con ayuda de Callie pudimos dejarlo quieto.
— Que revoltoso - Río la morena.
— La verdad si.
En un abrí y cerrar de ojos sentimos un chorro de agua en nuestras caras, de tan solo vernos empapadas reímos como dos niñas.
— Creo que ya es suficiente - me puse de pie.
— Saquemoslo - ella con ayuda mío lo sacamos de la tina y lo secamos con una toalla y secadora.
En todo esto Callie y yo seguíamos en las mismas condiciones, ella me prestó el baño y ropa, me parecía muy generosa de su parte.
— ¿Calliope? - salí del baño buscandola, lo primero que sentí fue el aroma a café y el calor de la calefacción.
— Hey - ella aparecio con dos tazas - Toma, crei que tendrías ganas de algo caliente Después de este día.
— Muchas gracias - lo tome y la seguí, su departamento estaba algo vacío ya que es recién mudada.
Llegamos a su sala donde había una pequeña fogata y ahí estaba mi perrito; recostado sobre la alfombra disfrutando del calor.
— Al parecer alguien ya se puso cómodo - dije acariciandolo.
Luego sentí a la morena sentarse en el piso donde estaba la alfombra, luego yo la acompañe.
— Y ¿Por qué te mudaste? - Pregunte.
— Quería independizarme - ella me miro - ¿Y tu?
— Por el trabajo de mi papá, todos los años nos mudamos.
— Que feo, no puedes tener a tus amigos cerca - dije.
Rei.
— Ya estoy acostumbrada.
Mi celular había vibrado y Vi un mensaje de mi mamá.
"¿Dónde estás? Tu hermano acaba de llegar.
— Mierda.
— ¿Sucede algo? - Pregunto preocupada.
— Mi hermano acaba de llegar de la marina - chille emocionada, no lo veía hace muchos meses.
— Oh eso suena genial - me sonrió.
— Me tengo que ir - me puse de pie - ¿Podemos mantenernos en contacto? - Pregunte - digo, así podíamos salir a tomar algo, y cuando quieras salir y no tengas a nadie puedes hablarme - divage.
Ella río por mi nerviosismo.
— Claro, amiga -.
Cuando ella se refirió como
"amiga" me hizo sentir feliz, ya que me cayó bien y me gustaría volver a verla. Compartimos números y arreglamos en vernos.¿Genial no?
Calliope me había pedido en taxi, fue muy cortes conmigo y compartio mi alegría por la noticia que recibí.
— Te llevaría en mi auto pero no tengo - dijo ya afuera del departamento.
Rei.
— No importa, recuerda escribirme - me despedí de ella subiendo al taxi junto a Roqui.
— ¡lo haré!
Llegué a mi departamento, corrí hasta el ascensor mientras marcaba el número de mi departamento, me emocionaba mucho ver a mi hermano.
— ¿Y Tim? - Pregunte ni bien llegué, mis padres estaban sentados en la mesa tomando te.
Ellos negaron haciendo saber que se fue, me prometió que se quedaría para mí cumpleaños.
— Idiota - Susurre molesta.
— Discúlpate enana - por detrás Escuché su voz.
— ¡Tim! - me tire a abrazarlo.
Me quedé hablando con el por lo que quedaba de la tarde, me emocionaba que estuviera aquí ya que lo extraño mucho cada vez que se va.
— ¡Hola chica! - Jo, mi amiga. llegó a la cena, la conocí el primer día de escuela y de ahí nos llevamos súper.
— Amy ¿Que tal?
— Vine a conocer a tu hermano - ella paso y fue directo a la cocina - Hola señor y señora robbins - ella abrazo a mi dos padres, Jo es muy fácil de querer.
— Jo dinos por nuestros nombres, ya eres de la familia.
Cómo dije, Jo es muy fácil de querer, mis padres la conocieron hace una semana y ya la concidera de la familia.
— Entonces me quedó a cenar - ella se sentó - ¿Tu eres tim? - Pregunto.
— Así es, ¿Y tu?
-— Jo - ella le guiño el ojo, ella no pierde el tiempo.