Capítulo Once: Noticia desalentadora

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Cuando llegaron al departamento los niños rápidamente fueron a sus cuartos para darse un baño y luego Sherlock los ayudaría a terminar su tarea, mientras John llevaba a los más pequeños a tomar una siesta él aprovechó para llamar a su hermano, Greg le respondió y le explicó que Mycroft estaba durmiendo, pero él le avisaría sobre su llamada. El omega cada día comprobaba mucho más que Lestrade era un gran hombre, a pesar de los errores de su esposo seguía a su lado. Sherlock esperaba que en cuanto Mycroft estuviera recuperado comenzara a luchar por su familia. Sherlock se acercó a la ventana y se perdió en sus pensamientos, había muchas cosas sobre Will y su esposo que le daban vueltas en la cabeza, no quería que su curiosidad por saber los secretos de los demás arruinaran su amistad.

—¿En qué piensas, Sherlock? —salió de sus pensamientos cuando John lo llamó. El omega volteó a verlo y le sonrió.

—En nada, creo que pasamos una tarde muy agradable —le dijo para caminar hacia él y darle un suave beso en los labios.

—Sí, realmente creo que ellos son una pareja muy interesante —comentó John—. No comprendo porque no tienen hijos, a Will parece gustarle muchos los niños y por lo que pude ver hoy a Mads también. —Ya se sentía con la confianza para llamarlo por su nombre de pila. Sherlock suspiró mientras ambos se sentaban en el sillón.

—Will tiene cita con la ginecóloga mañana —comentó Sherlock—. Él..., tuvo un accidente hace muchos años atrás y es posible que no pueda quedar embarazo, aun así, tiene la esperanza de que un tratamiento de fertilidad sea posible —le explicó. John guardó silencio por un momento, le resultaba injusto que omegas como Will que deseaban una familia no pudieran hacer sus sueños realidad.

—Bueno, la ciencia avanzó mucho en los últimos tiempos, estoy seguro de que todo saldrá bien. —Sonrió Watson, entonces Sherlock le correspondió y apoyó su cabeza en el hombro de su esposo mientras tomaba su mano, en momentos como esos se sentía muy afortunado de la familia que tenía—. Pase lo que pase le daremos nuestro apoyo. —Sherlock asintió y luego se quedaron en silencio, disfrutando de la compañía que le brindaba el otro.

ooOoo

Will estaba muy nervioso, no había dejado de mover su pierna derecha desde que llegaron al hospital y fueron guiados a la sala de espera. El temor por lo que la especialista pudiera decirle se mezclaba con la posibilidad de que alguien los reconociera. Hannibal tomó una de sus manos y le sonrió para darle tranquilidad, el omega respiró profundo y trató de convencerse de que todo estaría bien. Finalmente, media hora después una mujer de aproximadamente cincuenta años salió y llamó a Will, el omega se puso de pie y Hannibal lo siguió.

—Buenos días, soy la doctora Rachel Robinson —se presentó ella extendiendo su mano la cual ellos aceptaron—. Por favor, tomen asiento. —Ella señaló las sillas frente al escritorio y así lo hicieron. La doctora tomó el expediente de Will que contaba con información básica pero que la ayudaría en el proceso de la consulta—. Muy bien, señor Rasmussen. —Miró al omega y le sonrió—, por lo que acabo de leer ustedes desean tener un bebé —Esta vez dirigió sus ojos a Hannibal y él asintió.

—Así es —respondió Will mientras inconscientemente tomaba la mano de Lecter.

—Señor Rasmussen, usted pasó por una cirugía hace algunos años que dañó su útero —leyó ella y su mirada cambió por completo.

—Sí, los médicos dijeron que en mis condiciones es casi imposible embarazarme —murmuró—. Pero mi esposo y yo queremos saber si hay la posibilidad de recurrir a un tratamiento de fertilidad. —Will intentó sonreír, pero era prácticamente imposible hacerlo. La doctora asintió con una leve sonrisa que no llevó tranquilidad al omega.

Caminos cruzados (Hannigram/Johnlock/Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora