Capítulo Dieciséis: Unión

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Hannibal regresó temprano a casa, uno de sus pacientes había cancelado su cita, en otro momento eso le hubiera molestado, pero al pensar en que podría pasar un poco más de tiempo con Will lo hizo sentir mejor. Cuando entró a la casa se sorprendió no escuchar los ladridos de los perros, pero no tuvo que esperar mucho para saber lo que estaba ocurrido, escuchó ladridos, risas y gritos de niños. Caminó con pasos lentos hacia las puertas de cristal que daban hacia el jardín y sonrió cuando vio a Will entretenido en la piscina jugando con los hijos de Sherlock, no sabía cómo llegaron allí, pero ver la sonrisa del omega lo hizo sentir feliz. Dejando su maletín fue a la cocina y vio los bocadillos que Will había comprado.

Bufó, si hubiera estado enterado de la visita de los pequeños habría preparado algo él mismo, pero ahora tendrían que conformarse con eso, al menos lucían apetitosos. Buscó un plato y colocó los dulces perfectamente ordenados. Iba a salir al jardín cuando el timbre comenzó a sonar. Frunció el ceño al escuchar con la insistencia que lo hacían, era un alivio que la puerta del jardín estuviera cerrada para impedir que quienes se divertían en la piscina fueran interrumpidos. Fue hacia la puerta principal y la abrió, pero antes de que pudiera decir algo Sherlock prácticamente lo empujó y entró a la casa.

—¿Dónde están mis hijos? —preguntó con evidente molestia y cierto temor. Cuando llegó a casa luego de estar fuera unas horas y leer la carta de John casi se le fue el alma al piso, su alfa se había llevado a sus hijos y a casa de Will, precisamente con la persona que menos deseaba tuviera contacto con sus pequeños. Hannibal frunció el ceño al ver su falta de educación.

—Tus hijos están bien —le dijo usando un tono de voz que heló la sangre de Sherlock. Hannibal lo tomó de la muñeca con fuerza—. Quizás deberías verlo por ti mismo. —Prácticamente tiró del omega y lo hizo caminar, Lecter estaba cansado de que Will sufriera por lo ocurrido, era hora de que Sherlock tomara una decisión. Hannibal lo llevó hasta la puerta del jardín y poniéndose a su espalda lo tomó con fuerza del mentón para que Sherlock observara la escena de la piscina.

»Mira lo felices que son Sherlock —la manera en que le habló fue casi una orden—. Mira lo felices que son tus hijos, ¿no quieres eso para ellos? Verlos siempre sonreír —susurró muy cerca de él haciendo que el omega se estremeciera—. Will y yo jamás les haríamos daño —le aseguró—. Sí, soy un asesino, pero no he matado desde que Will me perdonó, él es el amor de mi vida, haría lo que fuera por él. ¿No harías tú lo mismo por John? El hombre que te ama, que se quedó contigo a pesar de todo. ¿Qué harías si descubrieras que bajo la fachada de buen padre se esconde un pasado de asesino? ¿Lo denunciarías? ¿Olvidarías todo lo bueno que vivieron solo por hacer lo que consideras correcto?

Las múltiples preguntas de Hannibal parecían grabarse como fuego en la mente de Sherlock. Hannibal sonrió, quería de alguna manera poder manipular la mente del omega para que callara lo que sabía y, por supuesto, que permitiera a Will estar cerca de sus hijos, sabía que para el omega era importante y él haría todo para conseguirlo.

—Voy a decirlo claramente, Will nunca podrá tener hijos. Esa es nuestra penitencia y la sufriremos hasta el día de nuestra muerte, sin embargo, ¿no merece él, que ha velado siempre por los desamparados un poco del consuelo que pueden proporcionarle tus hijos? Él incluso trató de matarme más de una vez sólo para proteger a otros. Estaba dispuesto a sacrificar su propia felicidad sólo por hacer justicia. Si yo fuera tú consideraría que no hay persona con la que pudieran estar más seguros que Will Graham —sentenció Hannibal y lo dejó con la boca abierta para que pensara detenidamente en ello. Se dirigió hacia la puerta de cristal y frunció el ceño al ver las marcas de dedos en su muñeca, pero decidió dejarlo correr esta vez y puso su sonrisa de compromiso más encantadora antes de abrirla un poco más y salir con la bandeja.

Caminos cruzados (Hannigram/Johnlock/Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora