Cuando Sherlock recibió la llamada de Hannibal pidiendo si podía pasar las mañanas con Will mientras trabajaba el omega no lo dudó y aceptó de inmediato. Siempre en ese horario estaba con Isabella y James, John trabajaba en las mañanas y sus hijos mayores estaban en la escuela, así que no incomodarían a Will. Sherlock se presentó en la casa a la hora acordada y luego de que Hannibal le diera una larga lista de cosas que Will no debía hacer tomó su maletín y se marchó a su consultorio. El omega enarcó una ceja al ver las "indicaciones".
—¿Acaso está invalido? —murmuró.
Estaba al tanto de la amenaza de aborto que sufrió su amigo, pero esa lista le resultaba un poco extrema por no decir ridícula, aun así, no iba a protestar, debía ser consciente del momento difícil que ellos estaban pasando y él estaba allí para ayudar. James se sujetó de su pantalón mientras Sherlock empujaba el carrito de Isabella, era un alivio que Will estuviera en una de las habitaciones del primer piso. Al entrar le sonrió a su amigo quien estaba en la cama leyendo un libro.
—Vaya, transformaron este curto en un pequeño hospital —bromeó al ver los aparatos dispersos en el cuarto. Will al escucharlo volteó a verlo y le sonrió.
—Cortesía de tu hermano —le dijo. James rápidamente se soltó de su madre y caminó hasta la cama y con esfuerzo se subió a ella. Sherlock tuvo miedo de que su hijo le hiciera daño a Will, pero para su sorpresa no sucedió. El pequeño James frunció el ceño y puso sus manitos en el vientre de Will con suavidad.
—¿Bien? —preguntó con voz dulce que enterneció el corazón del omega. Will tomó una de las mejillas de James y besó su frente.
—Está muy bien —le dijo—. Gracias por tu preocupación, Jamie —agradeció, realmente los hijos de Sherlock eran niños increíbles.
—¿Es un nene? —preguntó James, acomodándose encima de su vientre. Sherlock iba a reprenderlo, pero Will le hizo un gesto, indicándole que no pasaba nada.
—Aún no lo sabemos, pero muy pronto podremos verlo. Tengo por aquí una foto suya, ¿quieres verlo?
James asintió con entusiasmo y Will estiró el brazo hacia el portarretratos encima de la mesita de noche, enseñándole la ecografía con una sonrisa. El pequeño frunció el ceño y agarró el marco, clavando sus dedos en el cristal.
—Aquí no hay ningún bebé —se quejó.
—¡Jamie! —le chistó Sherlock, pero Will se echó a reír con ganas, hasta que se le saltaron incluso las lágrimas.
—Eso pensé yo también, pero el médico y Mads me aseguran que es esa cosita de ahí —explicó mientras le señalaba a Jamie la pequeña mancha negra.
—¿Un haba? —preguntó James, mirando a su madre con gesto interrogante. Sherlock se permitió sonreír, más tranquilo, mientras sacaba a Isabella del carrito, que intentó al instante agarrarlo de los mechones rizados que tanto le gustaban.
—Eras muy pequeño y a lo mejor no te acuerdas de cuando Bella era así y mamá te llevaba a verla al hospital. Tú también fuiste así y todos tus hermanos.
—¿Y cuándo nos volvemos humanos? —siguió preguntando, realmente interesado. Will alzó las cejas, pensando que aquella era una muy buena pregunta. Quizás si Hannibal le diera una oportunidad podría llevarse bien con ese niño, claro que no ayudaba que Jamie estuviera claramente encaprichado con él.
—Bueno, ¿quién tiene hambre? —esquivó Sherlock con maestría, sacando de la mochilita colgada en el cochecito un biberón y una cantimplora llena de leche. Sus hijos se entusiasmaron al instante y olvidaron todas sus preguntas. Will contaba las horas para que a esa escena se sumara su bebé. No pensaba perder el tiempo, iba a aprender todo lo que pudiera para estar completamente listo para recibirlo.
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Caminos cruzados (Hannigram/Johnlock/Omegaverse)
FanfictionMeses después de sobrevivir a la caída, Will y Hannibal deciden instalarse en Londres buscando tener finalmente una vida "normal" como una pareja de alfa y omega. A pesar de vivir juntos su relación no es la mejor y cada día parece deteriorarse much...