Capítulo Dieciocho: Algo inesperado

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Con el correr de las semanas la noticia del nuevo compromiso entre Greg y Mycroft se hizo oficial. Sherlock estaba feliz de saber que ellos no iban a divorciarse, su hermano realmente había hecho muchos cambios en su vida que favorecieron a la nueva relación, prueba de eso era la nueva actitud que tomaron sus sobrinos, ahora eran mucho más divertidos y traviesos. La relación con Will y Hannibal también marchaba de maravillas, aunque para John y Greg ellos aún eran el matrimonio Rasmussen, decidieron que ese sería un secreto entre cuatros pues sabían que Watson y Lestrade nunca aceptarían tener una amistad con un asesino y su esposo.

Sherlock ya no tenía miedo de Hannibal, al contrario, disfrutaba de escucharlo hablar de temas que para John eran desconocidos. Cuando Gregory y Mycroft dejaron de ser pacientes de Lecter la relación pudo avanzar a una de amistad. Fue así que una tarde otoño se reunieron en la casa de Hannibal para almorzar. Evangeline aun parecía tener un flechazo con Hannibal y miraba con cierto recelo a Will, algo que el omega había notado, pero sabía que no era nada para preocuparse, aunque no estaba seguro si era normal que una niña tan pequeña se sintiera atraída por alguien que podía ser su padre. Aun así, Will se encargó de marcar su territorio cada vez que le era posible alejando a la pequeña omega.

Era extraño como se habían dado las relaciones, Hannibal tenía mucha más afinidad con Mycroft y Sherlock. Mientras Will había entablado una buena amistad con Gregory y John, incluso había alagado las horribles camisas del alfa y hasta le pidió la dirección de la tienda. Hannibal había hecho una nota mental de quemar todo aquello que Will comprara.

Las visitas de los niños a la casa fueron constantes y llevaron alegría a Will quien se emocionaba cada vez que Sherlock le pedía de favor cuidarlos por algunas horas. Incluso Hannibal, previniendo esas visitas, había equipado la cocina con otro tipo de alimentos que pudieran gustar a los pequeños, en una ocasión los invitó a cocinar con él y, aunque la cocina terminó en un verdadero desastre debía admitir que se divirtieron, incluso ahora James buscaba su atención.

Los malestares de Will iban y venían, unos días estaba perfectamente bien y al otro se sentía fatal, pero decidió no decir nada, no quería preocupar a Sherlock o peor aún a Hannibal, estaba seguro de que nuevamente eran sus hormonas dándole problemas, comenzaba a pensar que tal vez si debía someterse a una cirugía.

Por otra parte, Mycroft aun trabajando en casa tenía todo bajo control, sus contactos ya habían encontrado a quien era la esposa de Will y trabajaban rápidamente para conseguir la documentación necesaria para realizar un divorcio del que nadie supiera nada nunca, era su manera de agradecerle a Hannibal por ayudarlo en sus problemas con Gregory, debía aceptar que sin sus consejos y sabiduría no hubiera logrado tener una segunda oportunidad. Además, no podía negar que el alfa era encantador y se ganó su entera gratitud, pues ahora no tenía dudas de que tomó la decisión correcta al borrar cualquier pista que pudiera comprometer su estadía permanente en Londres.

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Tres meses después de que Greg le pidiera a Mycroft renovar sus votos matrimoniales la celebración se llevó a cabo en el jardín de su casa. Debido a que estaban en invierno se instalaron carpas con climatizador que mantenía el lugar con una temperatura agradable. En el lugar se dispusieron las mesas pulcramente ordenadas, la bajilla de porcelana y plata fueron escogidas minuciosamente por Mycroft, así como también la cristalería. Los platillos que fueron servidos fueron disfrutados por cada uno de los invitados y Mycroft hizo un agradecimiento a Hannibal por haber ayudado en la elección del banquete, realmente el alfa tenía un paladar exquisito, nadie dejó de alagarlo por sus elecciones.

Mientras Hannibal hablaba con John, pues estaban en la misma mesa que Sherlock y su familia, Will no se sentía bien, ni siquiera había tocado demasiado su comida, el olor le daba nauseas, le dolía la cabeza y sentía mucho calor.

Caminos cruzados (Hannigram/Johnlock/Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora