Te pertenezco [Libro Dos]

Capítulo 23

Tal como había pedido Seungmin, Changbin fue llevado a una habitación mejor de donde estaba, ahí despertó encima de la cama, pero estaba encadenado del pie al mueble.

Intento romperla, estirando para que se rompiera la madera, pero fue inútil, derrotado volvió a acostarse hasta que la puerta fue abierta se sentó de inmediato.

—Jeongin... ¿¡Qué mierda hago aquí!? ¡Esto es una injusticia a tu guerra con Felix! —gritaba furioso.

—Felix cometió el error de no poner reglas, además, ¿No crees que es injusto siete contra uno? —le cuestionó con una sonrisa. —Aunque... pronto estarás acompañado.

—No te atrevas a poner un dedo en los demás, vas a crear un conflicto dentro de los Lee.

—Changbin, eso es lo que quiero, nos vemos después tengo muchas cosas que hacer, entre esas ponerme al día con Seungmin. —le sonrió de lado para luego salir de la habitación.

Changbin sintió su corazón quebrarse al oír el nombre del chico, solo cayó rendido en la cama de nuevo con un gran suspiro detrás.

«Felix... espero que su plan no salga bien o tu eres el que saldrá más perjudicado.»

Seungmin regresó también a la mansión, cabizbajo por lo que había sucedido momentos atrás, pero en su vista se atravesó Felix.

—Mi señor...

—Seungmin, ¿Cómo te fue? ¿Encontraste algo? —le cuestionó.

El chico apretó su puño y negó.

—Nada, parece que el viento se lo llevó.

—Yo si encontré algo. —Saco de su bolsillo el ariete que antes le había enseñado a Christopher. —Es de Yang Jeongin, me imagino se lo abras visto puesto mientras eras...

—Su perro. —completó la frase, cabizbajo por el vago recuerdo.

—Exactamente.

—¿Qué dijiste?

Felix y Seungmin se giraron a ver quién había hablado, para su sorpresa era Minho con Christopher y Hyunjin.

—Te pregunte algo Kim Seungmin, ¿Qué fue lo que dijiste? —repitió el castaño mientras se acercaba al menor.

—No es nada.

—Dijiste que eras el maldito perro de Yang Jeongin, ¿Eras tu el maldito infiltrado que habían mencionado? —cuestionó mientras lo tomaba de la camisa.

Christopher se acercó a el para calmarlo.

—Tranquilo, Minho, no es el mejor momento para pelear.

—Estas tan tranquilo, como si no fuera grave, me drogaron junto con Hyunjin por su culpa y quien sabe cuantas otras veces pudimos haber muerto.

—Es que yo ya lo sabía. —confesó a lo que a Minho soltó al menor.

—¿Lo sabías? ¿Todo este tiempo lo sabías? ¿Ustedes también? —dirigió la pregunta a Hyunjin y Felix.

—No te dijimos porque solo era algo entre mi señor, Changbin y yo, me enteré hace unos días, tal vez semanas que Seungmin ahora estaba de nuestro lado. —le explicó mientras tomaba de los hombros a su pareja.

—Chris, somos pareja, se supone que no tenemos secretos.

—Simplemente esto no podía decírtelo. Recuerda que antes de ti, primero está mi señor. Ya deberías saberlo.

—Entiendo que mi señor es lo más importante, pero tuve una mínima esperanza de que confiarías en mi al menos para estas cosas, solo espero que no llegue el día en que tengas que decidir a quien proteger, Chris. —Minho se giro, tomando el camino para ir a las habitaciones, se notaba que quería llorar.

Christopher quiso seguirlo, pero Hyunjin no se lo permitió.

—Vas a empeorar las cosas, dejamelo a mí.

El mayor asintió y dejó que el chico fuera tras su amado.

Felix y Seungmin suspiraron, sin decir nada, el mafioso se acercó hasta Christopher para palmear su hombro.

—Lamento haber sido causa de disputa entre Minho y tu.

—No te preocupes, creo que el idiota soy yo después de todo.

Seungmin por su parte no dijo nada, solo esperaba que esa disputa no sea usada por Jeongin que a través de un audífono, escucho todo.

Después de eso, días pasaron, la búsqueda siguió aunque Seungmin seguía planeando como decirle a Felix donde estaba Changbin sin que Jeongin se diera cuenta, mientras que Minho y Christopher seguían sin dirigirse la palabra, solo para las misiones y la búsqueda, pero no habían hablado de ellos.

Minho iba caminando por los callejones de la ciudad, buscando por cada rincón alguna pista, mientras lo hacía encontró el saco de Changbin, así que decidió seguir buscando por ahí.

De repente, ruidos empezaron a salir del fondo del callejón y con su arma en mano se acercó lentamente, mientras estaba en eso no se dio cuenta que detrás de él había alguien, que sigilosamente llegó hasta el y le dio un fuerte golpe en la cabeza.

—Dos fuera, quedan cinco. —murmuro Jeongin al recibir el mensaje de uno de sus subordinados, el cual decía que ya estaba hecho lo de Minho. —Muy pronto, Lee se quedará solo.

tro capítulo con más dolor, lo siento 🥲 pero es por el bien de lo que se viene, alguien se va a poner histérico... Cof cof Chris... Cof cof. Sin más nos leemos después. Big Hug 🫂💖