Capítulo 34

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Felix camino hasta las escaleras y no le gustó nada el paisaje que vio.

Sus hombres golpeados, Jisung tenía un disparo en el hombro, Changbin, Christopher y Minho estaban muy golpeados, mientras que Hyunjin estaba peleando con Jeongin.

—¡Yang Jeongin! —Grito, llamando la atención de los dos hombres que estaban peleando. —¿Qué crees que estas haciendo tocando a mi hombre? ¿No te advertí que no lo hicieras?

—¡Ja! Parece que tu no entiendes que ahora mismo eres débil. Acabas de hacer que se matara la pareja de tu socio y vienes aquí a reclamar la tuya, wow.

Felix rió por lo bajo a lo que Jeongin camino hasta el para tomarlo del cuello de la camisa.

—¿Qué es tan gracioso?

—Tu hablas y hablas de la lealtad que debería tener hacía Changbin por ser mi socio, pero tu no la tuviste por tu padre ni por mí. Claramente te dije que jamás iba a perdonarte lo que hiciste con Chris aquella vez, pero ahora... —Felix se quito las manos del contrario de encima y le sonrió. —Te perdonó.

Jeongin se sorprendió a tal punto que se separó lo suficiente de Felix y ese sentimiento aumentó cuando recibió una bala en el hombro y luego otra en la pierna haciendo que quedará en el suelo.

El mayor se acercó a el y se arrodilló para quedar a la misma altura.

—Mírate, vengativo, sin nadie por rencoroso y con un caos hecho por tí, tal vez esto no hubiera pasado si tu padre no hubiera muerto, si esa bala hubiera fallado tal vez seguiríamos siendo amigos, no estaríamos como ahora, tu casi muriendo y yo herido, pero eso poco importa ahora. Te hubiera matado yo si mi hijo realmente estuviera en mi casa, pero no es así, esta en un lugar a salvó. —le explicó. —¿No tienes nada que decir?

—¿Por qué me perdonaste? Tu no perdonas.

—No, pero mi madre me hizo ver que éramos unos niños, tu más que nadie, eras alguien inseguro porque según tu te robaba el amor de tu papá, pero no era así. En cuanto a tu muerte ya no está en mis manos, al principio así era, pero... —suspiro y miro a Hyunjin. —Como dije antes, yo te perdonó, pero eso no quita que nos veremos en el infierno, Jeonginnie.

Le disparo de nuevo y se movió de la vista de Jeongin y frente a el apareció Seungmin, cosa que lo sorprendió.

—Seungmin...

—Tal vez mi señor te haya perdonado, pero yo no, intentaste matarme, me usaste y lo peor de todo es que secuestraste a Changbin, lo heriste y eso es como si me lo hubieras hecho a mí, como tal yo no te perdonó.

—Lo imaginé, nunca pensé que tu serías mí más grande karma, aunque se que no me perdonas, lo siento, Seungmin. —Le sonrió mientras por su mejilla bajaba una lágrima.

—Que lastima, esas palabras ya no sirven de nada.

Seungmin camino hasta Changbin quien lo recibió en sus brazos para que se acomodora en su pecho.

Jeongin murió desangrado por los múltiples disparos que recibió, además de los golpes.

Jisung fue llevado al hospital después de eso, mientras que el doctor personal de Felix atendió a las heridas de los demás.

Los días pasaron, un nuevo año había empezado y la vida le sonrió a casi todos en la mansión de los Lee.

—¿Entonces es todo? —pregunto Felix.

—Si, mi señor, Noah es un nombre que quedó atrás, no le hace bien al niño quedarse con un nombre que le pusieron sus secuestradores, además Beomgyu es un buen nombre para la nacionalidad coreana  y Lucca para la italiana. —le sonrió su abogado.

—Gracias, pensé que era lo mejor para el empezar a olvidar aquello.

El hombre asintió y bajo las escaleras hasta la salida.

Felix sintió una mano en su hombro.

—¿Te parece si vamos a ver a Jisung al hospital? —le preguntó Christopher.

El chico asintió y se dirigieron al lugar, al llegar a la habitación, Jisung estaba leyendo.

—Hola Sunggie. —Lo saludo Christopher.

—Hola mi señor y tu Chris, ¿Qué hacen aquí? —les preguntó.

—Vinimos a verte, quería saber cómo estabas. —respondió Felix.

—Como verá, muy bien, el doctor dijo que en unos días más puedo regresar a la mansión. —anunció alegremente.

Los tres se quedaron platicando por varias horas hasta que fue hora de regresar a la mansión, Christopher notó al hombre a su lado más serio de lo normal.

—¿Pasa algo con Hyunjin? —soltó la pregunta.

—Algo así... antes de la pelea habíamos discutido si se puede llamar así, aún está empeñado en escuchar el «te amo» de mi boca, pero realmente desde la muerte de mamá que no se lo digo a nadie.

—Se lo dijiste en italiano porque no decirle el significado, todo este tiempo se los has dicho, pero en otro idioma.

—Lo se y el vuelo a Italia es mañana y ha estado evitandome a toda costa.

—Me parece que antes de decirle lo que tanto quiere escuchar de tí, primero debes aprender a soltar ese miedo a que las personas que amas mueran. Nunca has tenido una buena muestra del amor por tu padre, más sin en cambio lo conociste gracias a el, creo que esas dos palabras no son nada en comparación a lo que el ha hecho por tí, pero sólo es mi opinión. —Christopher se encogió de brazos con una sonrisa.

—Tal vez tienes razón...

Te pertenezco [Libro Dos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora