Felix y Changbin habían sido abandonados en un orfanato, desde ese momento sus caminos se habían cruzado y conforme iban creciendo se hicieron amigos. En el «asilo de huérfanos» como algunos lo llamaban, vivían muy bien, los dueños los querían y trataban de maravilla, además de que les daban de comer y un techo, su vida estaba perfecta.
Bueno, eso fue hasta que un día mientras jugaban vieron a dos parejas, imaginaban que iban a adoptar a alguien.
En ese momento Felix recién había cumplido siete años, pero aún así comprendía la situación.
—Binnie, ¿Y si nos adoptan y nos separan? —le decía el menor con tristeza.
—No digas eso, eso no va a pasar, rogaremos que nos lleven a los dos o no iremos, ¿De acuerdo?
Felix asintió con una sonrisa y siguieron jugando.
Unos días después ambas parejas volvieron y con ellos la noticia de que ambos serían adoptados por ellos, pero también que esas cuatro personas eran amigos, así que ambos niños tenían esperanzas de seguir viendose, aunque su mundo de color de rosa se desplomó en cuanto se instalaron.
Su vida fue un infierno a partir de ahí, pero no todo era malo.
La madre adoptiva de Felix era muy amable con el, siempre lo defendía y mimaba, mientras que su padre lo entrenaba a más no poder para ser el líder. Aún así pudo superar esos obstáculos porque Changbin estaba con el y también su madre.
Aunque de nuevo la vida se empeñaba en hacerlo sufrir. Un año después de su adopción, su madre fue asesinada en un tiroteo que iba hacía su padre, el hombre se deprimió y juro vengarse de quien lo hizo.
Felix también entró en depresión y enojo así que aceptó los entrenamientos, exigiendose de más, al igual que Changbin.
Los padres del mayor se separaron unos meses después de su adopción, ya no podían estar juntos así que lo hicieron pacíficamente y el pequeño se quedó con su padre para los entrenamientos como futuro líder.
Aunque ambos se volvieron unos «niños problema» como lo calificaría cualquiera siendo violentos, todo eso se fue cuando Christopher se unió a ellos. El corazón de ambos se ablando cuando conocieron la triste historia del mayor de los tres, sus golpes y los abusos que sufrió.
—¿Lo viste, Binnie? Esta muy mal.
—Lo vi, el ha sufrido más que ambos, tenemos que cambiar un poco nuestra actitud, sobretodo con el, Lix. Ahora es tuyo así que cuídalo bien.
Felix asintió y conforme pasaron los años fue creciendo con Changbin y Christopher, fue a los once años conocieron a Jeongin, un niño un año menor que Felix, era el menor de los cuatro.
Era cierto que a pesar de todo Christopher a veces recibía malos tratos del padre de Felix e incluso del menor, pero sabía de antemano lo cruel que era y que a pesar de todo lo defendía del líder.
Para los quince años de los tres ya eran famosos entre las familias, sobretodo Felix que se dio a conocer que sería el líder de los Lee en la junta con las familias de cada año, además de que ahora Changbin era el líder de los Seo ya que su padre murió y tendría que vivir un tiempo el Italia, Yang Jeongin también ya era un líder, pero no se presentó en la junta ya que sabía que se presentaría Felix con Christopher, querían evitar una disputa mayor por lo que había pasado con el guardaespaldas del chico.
Todos sabían de lo que Felix hubiera sido capaz si lo veía en la junta.
Sus días como niños habían acabado y lamentablemente después de cinco años también su adolescencia, ahora eran unos hombres y unos muy crueles, jamás volverían a ser lo que eran por culpa del destino.
—Mierda Hyunjin, creo que me vas a matar. —Seungmim estaba nervioso por lo que hizo en el cabello de su compañero.
—¿Qué hiciste Kim Seungmin?
—¿Te gusta el color rojo? —le preguntó con una sonrisa nerviosa.
—¿¡Color rojo!? ¡Seungmin, voy a matarte! —Se levantó del asiento y comenzó a perseguir al chico, el cual se cubrió detrás de Changbin cuando lo vió.
—¿Qué es lo que pasa, Seungmin? —le cuestionó para luego mirar al mayor que estaba furioso, al ver su cabello solo pudo reír. —Wow, el color rojo te favorece, Hyunjin. —Siguió riendo a carcajadas.
—Esto es culpa del maldito de Seungmin, aún no me corta el cabello y ya estoy dudando en dejarlo hacerlo.
—¡Oye! Solo me equivoqué con el tinte y siempre me he cortado el cabello solo.
—Aún así, no planeó dejar que vuelvas a tocar mi cabello.
—Ya basta los dos, supongo que tendrás que ir a una peluquería para eso y luego a tatuarte, pero eso tendrá que ser después de que yo vuelva, el vuelo es mañana y no creo que quieras ir cuando aún no estas listo. —Se aguanto la risa con lo último.
—Si, creo que lo mejor es que no vaya con ustedes, quiero quedarme aquí. —Dirigió su mirada nostálgica al paisaje.
Holaa gente bella aquí el capítulo que debi haber subido ayer pero ando sad, pero esa tristeza la usé para reflejar lo que se viene en el capítulo que sigue de este, en un rato lo estaré subiendo, sin más Big Hug 🫂💖
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Te pertenezco [Libro Dos]
FanficContinuación de Me perteneces Es necesario leer la primera parte para entender esta.