Pov: Dylan Tyler
-Ya llegamos- Digo apenas abro la puerta, avisando que ya habíamos llegado.
Deje el pan en la cocina y le pase los churros a Amber, ya que me los había encargado, luego me fui a dar una ducha para despejar mi mente.
Al contarle todo lo que paso con mi primo a Aila, hizo que reviviera todo en mi mente, todo eso que había enterrado en lo más profundo de mi ser, pero sé que era necesario que se lo contara, porque ella confió en mí al revelarme todos sus secretos, así que yo debía demostrarle que confiaba en ella.
Cuando Aila me dijo "eres muy buena persona para poder perdonar a tu primo" pensé, ¿realmente lo he perdonado? ¿Qué tan buena persona soy en realidad? ¿Qué otra cosa siento que hago bien, pero en realidad soy un desastre? Si lo pienso bien, no tengo nada de especial, no soy super inteligente, no tengo dones, no tengo nada de especial.
Termino de ducharme y bajo a tomar once con la familia.
-Y bueno Dylan ¿Cómo te ha ido en los estudios?- Pregunta mi tío mientras comemos.
-Bien, Aila me ayuda mucho- Respondo.
-Que bueno que te vaya bien, no como a este niño que no hace más que encerrarse a jugar videojuegos.
¿Jugar videojuegos? Quisas es su excusa para ir a fiestas y ser todo un caos, realmente no me creo eso de que dejo de hacer esas cosas.
-Papá, ya te dije que dejes de decir eso, no me va tan mal en la escuela y no juego todo el tiempo videojuegos, me esfuerzo- Dice Mateo, recalcando con la voz lo ultimo.
Veo como mi tía pone una mano sobre el hombro del tío Alfonso, como para decirle que deje de avergonzar a su hijo.
- ¿Kris te sigue gustando el dibujo? Y que hay de ti Estef ¿Aún tomas clases de piano?- Pregunta mi madre tratando de dejar el tema de Mateo atrás.
-Pues si, incluso gane el primer lugar en un torneo inter colegial que hubo el mes pasado y podre competir en un torneo comunal el próximo año, quien sabe quizás llegue a una competencia mundial si Dios quiere- Responde mi primo Kris.
-Y yo aún sigo en clases de piano, mi maestra dijo que pronto podre competir contra otros cursos- Dice mi Prima Estef.
- Wow, qué increíble, ambos deben de ser muy buenos.
- Sí, son muy buenos en lo que hacen, estoy muy orgulloso de ellos, a diferencia de otro...- Dice mi tío mirando acusadoramente a Mateo.
-Cariño- Lo reprocha amablemente mi tía.
-Tranquila mamá, ya perdí el apetito, con su permiso me retiro- Dice Mateo mientras se retira.
Mi madre me da una mirada para que vaya a verlo, pero yo finjo no entender, sé que si hablo a solas con él será un desastre y se me saldrá el tema de su traición.
Luego de terminar de comer, es hora de arreglarse para ir a dormir, me despido de todos y me voy a la habitación, realmente no quería estar en la misma habitación que Mateo, pero no pensaba dejar a Aila con Mateo, quien sabe como se comportaría Mateo, quizá le presentaría a sus amigos de mala influencia o le ofrecería drogas.
-¿Sigues despierto?- Pregunto.
-Sí... por cierto ¿Estamos bien?- Dice Mateo.
-Obvio que si primito- Digo de forma irónica, creo que lo aprendí de Aila, o quizá ya lo sabía y lo ocultaba- ¿Cómo no podríamos estar bien? No es como que si me hubieras hecho guardar uno de tus secretos a mi familia mientras yo no quería y luego me inculparas de drogarme.
-Pensé que ya me habías perdonado, pero te prometo que ya deje a mi novia, bueno más bien ella me dejo por no querer probar la droga, realmente nunca llegue a probarla y me alegro de eso, luego de tener que inculparte decidí dejar todo eso y verdaderamente seguir a Jesús y dejar de fingir que lo hacía.
-Ja, realmente crees que te creeré y confiaré en ti, lo único que sale de tu boca son mentiras, al parecer ni tu padre cree que seas tan bueno como finges, o si no porque te trataría así, si la tía no estuviera probablemente diría que eres una decepción- Digo, pero luego me arrepiento y me doy cuenta de que me pase con lo que dije.
-Buenas noches- dice mientras se voltea.
....
Despierto a las cinco de la mañana, no pude dormir bien luego de la discusión con mi primo. Aún no ha despertado nadie y yo necesito despejar mi mente, decido desayunar algo rápido y salir a trotar, ahora que lo pienso desde hace mucho que no hago ejercicio.
Mientras corro los pensamientos empiezan a surgir, ¿Por qué no hago lo que digo? ¿Por qué no puedo perdonar? ¿Soy digno del amor de Dios?. Pues no soy digno, no merezco ver su majestad, no merezco su amor, no merezco vivir, solo soy un pecador más, incluso peor que mi primo.
Pero veo a un anciano que se le han caído unos papeles y los intenta recoger, lo cual logra sacarme de mis pensamientos y me encamino a ayudarlo, recojo los papeles y se los entrego.
-Muchas gracias jovencito- Dice con una sonrisa amistosa y sincera, mientras me entrega un sobre- Ten, esto es para ti.
-¿Qué es esto?- pregunto bastante intrigado.
-Es una carta, solo léela, creo que lo necesitas.
-Muchas gracias-Digo mientras me alejo.
-Que Dios te bendiga- dice, ya a la distancia.
Cuando veo una banca me siento a descansar en ella y abro el sobre para leer la carta.
"Querido Dylan, quiero hablarte a través de esto, porque sé que es la mejor forma, sé que no podrás resistirte a ayudar a alguien, porque yo soy tu creador, sé que te sientes cansado e indigno, pero te recuerdo que nadie es digno de mi amor, pero gracias al sacrificio en la cruz de mi hijo Jesús, todos tienen la oportunidad de ser dignos y limpios, hoy debes de perdonar a quienes te han ofendido, así como yo he perdonado tus pecados, necesito que seas mi instrumento para acercarte a otros, yo tengo grandes propósitos para ti, por eso necesitó que hoy perdones a Mateo y lo ayudes a no descarriarse, él esta intentando cambiar, pero necesita de tu ayuda, necesita que lo consueles cada vez que se equivoque y que aún más importante ores, pide por él, por su bienestar espiritual y pide por ti, para que cada día yo te vaya perfeccionando, recuerda que eres una gran persona y que yo te amo, querido Dylan, recuerda que al igual que tienes defectos tienes virtudes y que cada día te estás superando y dejando esos defectos, porque yo soy tu Dios y te estoy amoldando y perfeccionando"
Siento las lágrimas, recorrer lentamente mis mejillas, y me doy cuenta de que he descuidado mi relación personal con Dios. Me arrodillo apoyado en la banca y empiezo a clamar a Dios, a pedirle sabiduría, a pedirle que me ayude a perdonar y a ser guía para otros.
De repente escucho unos niños gritando y.... despierto, estoy en la banca pero ya no tengo la carta, todo había sido un sueño, pero se que fue un sueño de parte de Dios.
Como ya había corrido mucho antes de ese sueño tomo mi celular y reviso la hora, ya son las 14:30 y tenía el celular silenciado con 10 llamadas pérdidas de mi madre y 20 mensajes de Aila, creo que ahora si me van a retar.
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La solitaria y el sociable (novela cristiana)
RomanceElla es solitaria, el es sociable, que ira a ocurrir en esta historia, él lograra cambiarla a ella o él terminara cambiando y más importante, estos cambios serán para bien o para mal, averígualo en esta historia y encuentra el secreto de que ella es...