Capítulo 7

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Pov: Aila Garza

Había despertado en el piso de la cocina, me dolía todo, apenas pude sacar el celular de mi mochila, tenía 48 llamadas perdidas y 76 mensajes, todos del único contacto que tenía, Dylan.

Luego de responderle, logre levantarme e ir a mi habitación, donde limpie las heridas y las vendé, esta vez no me golpeo tan fuerte como otras veces, la vez pasada fue cuando aún no nos mudábamos aquí, me dejo con un esguince en el brazo y cortes profundos en el hombro, esa vez se desesperó porque nos hacía falta dinero y me dijo que todo era mi culpa, que ojalá no hubiera nacido y que si no fuera por mí ella viviría muy feliz, realmente esa vez lo creí, lo único que quería era morir, pero luego pensé "que hay de mí, ella también arruina mi vida, yo no pedí nacer, pero tampoco pedí una madre drogadicta", pero luego logre perdonarla, no sé por qué, pero nunca he podido odiarla, ni siquiera cuando engaño a mi padre, con el padre de mi mejor amiga de la infancia.

Me acosté en mi cama quedándome dormida, al despertar sonó mi celular, era una llamada de Dylan.

-Hola, Dylan, que ocurre.

-Hola Aila, al parecer Hot dog volvió a escapar, lo llevaré a tu casa.

- ¡No! Quise decir, no porque no estoy en mi casa, puedes venir al parque que está cerca del centro comercial- No quería que fuera a mi casa, ya que no sabía si mi madre volvería pronto.

-Okey.

Llegué antes que él, así que me senté en una banca y empecé a pensar escusas para decirle.

-Hola Aila, aquí está Hot...

Levanto la cabeza y ve todos los moretones y heridas.

- ¡Aila! ¡¿Qué te paso?!

-Estaba sola en casa, mis padres fueron a trabajar y vino el ex de mi madre, el cual es muy agresivo y siempre que puede viene a molestar, como mi madre no estaba, me empezó a golpear y...- trate de usar la excusa que siempre le decía a los doctores cuando algo así pasaba pero me interrumpió.

-Aila, quiero saber la verdad- Me dice tranquilamente, pero serio.

- ¿De qué hablas?

- ¿Sabías que cuando mientes hablas muy rápido?

La verdad jamás lo había notado, ¿Cómo es que él lo sabe?

-Perdón Dylan, pero no puedo...

- ¿Por qué? Soy tu amigo y puedes contarme.

-No, no puedo, lo hago por tu bien y también porque ya no me miraras de la misma forma.

- ¿Cómo que por mi bien?, no entiendo, porque siempre dices que es por mi bien, no es como que si fueras un monstruo o algo así.

-Sí, soy un monstruo y no merezco nada, no merezco afecto y no merezco vivir.

-Aila no digas eso, tú no eres un mons...

-Sí, si lo soy, por mí culpa murió mi hermana...- Ya no pude soportar mentirle, debía decirle, quizá esa era la única forma de alejarlo.

-Aila, lamento oír eso, pero de seguro no fue tu culpa...

-Si lo fue, todo el que es cercano a mí se muere o se va y todo por mí, mi padre se divorció de mi madre cuando yo tenía 7 años, yo y mi hermana nos fuimos con él, mi hermana mayor tenía 16 años, un día fue con unos amigos al parque y se fue sola a casa, nadie la quiso acompañar y mi padre no la pudo ir a buscarla porque tenía que ir a buscarme a casa de una amiga, eran como las diez de la noche y a mi padre lo llaman diciendo que asaltaron a su hija y que estaba muy grabe en el hospital, mi padre me lleva con él al hospital porque no tenía con quien dejarme, mi hermana estaba inconsciente en una camilla, le habían disparado, no me dejaron pasar, ya que era muy pequeña y media hora después de que había entrado en cirugía la reportaron muerta- empiezo a llorar.

-Aila, eso no fue tu culpa, tú no podías saber que eso pasaría, solo tenías 7 años- dice Dylan.

-Si es mi culpa, si yo no hubiera ido a casa de esa amiga, mi padre la hubiera ido a buscar y ella seguiría con vida- las lágrimas empiezan a caer por mis mejillas y Dylan me abraza.

-Tranquila, puedes llorar, desahógate- dice Dylan.

-Luego de tres años estaba terminando mi terapia y había hecho una amiga, se llamaba Lía, siempre jugábamos juntas y me la pasaba muy bien con ella, era la primera amiga que tenía después de la muerte de mi hermana- Digo mientras sigo llorando- Un día estábamos jugando a la orilla del mar con su hermano y su hermano se enojó con ella, ya que ambas lo estábamos molestando así que la empujo, ella cayó al mar, por poco muere ahogada, pero unos salvavidas la salvaron, cuando su hermano le contó a sus padres, me echó la culpa de que yo la había empujado, sus padres le prohibieron verme y tiempo después se mudaron- Dylan me abrasa aún más fuerte.

>>Desde ese momento, empecé a cerrarme, no quería que les pasara algo a alguien, ya que a todos los que eran cercanos a mí les pasaba algo, mi padre me convencía de que no era mi culpa y trataba de ayudarme, pero un día me dejo sola, ya tenía 13 años, de vuelta de su trabajo mi papá tuvo un accidente, no me dejaron verlo y me enviaron con mi madre, una semana después del accidente mi madre me dijo que él había muerto, desde ese día me cerré a todo y todos, por eso no tengo amigos y nunca dejaré que alguien sea tan cercano a mí, ya que no quiero que nadie más muera- Empiezo a llorar sin parar.

-Aila no puedes culparte por eso, no fue tu culpa.

-Claro que, si lo fue, no hay otra explicación, todo fue por mí- Suspiro- Y para colmo cuando regresé con mi madre supe que era drogadicta, ya tenía 14 cuando descubrí que se drogaba hace 3 años, eso la volvió agresiva y siempre me golpeaba, por eso estoy llena de heridas, pero antes podía ir donde mi abuela, ella es quien me había regalado a Hot dog, pero mamá no me dejaba tener un perro así que vivía en la casa de mi abuela. Mi abuelita era muy sana, pero cuando volví donde mi madre ella empezó a decaer y termino falleciendo. No sé qué voy a hacer, el único ser que sigue conmigo es Hot dog, pero hace poco le diagnosticaron depresión, porque él sigue viviendo en la casa de mi abuela y pasa mucho tiempo solo, y ahora que tendré que trabajar gracias a que mi madre no me quiere mantener, tendré mucho menos tiempo.

-Aila te estás auto culpando por todo lo que ha pasado en tu vida, ahora entiendo que tienes una vida difícil, pero todo esto no es tu culpa, y yo te lo voy a demostrar, yo me acercaré a ti y no me va a ocurrir nada.

-Dylan, estás enfrentándote con la muerte, por favor aléjate.

Pov: Dylan Tyler

Luego de escuchar lo complicada y difícil que ha sido su vida me quede sorprendido, no sabía por qué Dios permitiría eso en la vida de las personas, pero sí sé que los planes de Dios son perfectos, o eso creo.

- Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros un porvenir y una esperanza. Entonces me invocaréis, y vendréis, y oraréis a mí, y yo os escucharé; y me buscaréis, y me hallaréis cuando me busquéis con todo vuestro corazón Jeremías 29: 11- 13 - digo tratando de animarla- por lo que cuando te sientas cansada, deprimida o simplemente quieres hablar con alguien, habla con Dios, ora, él siempre te escuchará, todos sus planes son para bien.

-Gracias.

-Llamaré a mi padre para que nos venga a buscar.

-No es necesario, no quiero molestar.

-No puedes ir caminando hasta tu casa, estás muy herida y si tu madre está en tu casa y se pone agresiva de nuevo puede ser muy peligroso.

-En serio, no quiero moles...-La interrumpí y llamé a mi papá.

-Hola papá, puedes venir a buscarme a mí y a Aila, estamos en el parque cerca del centro comercial, gracias.

Mi padre no se tardó mucho en venir a buscarnos, el viaje fue muy silencioso, de seguro mi padre no quería incomodar a Aila preguntándole que le había pasado, llegamos a su casa en unos 10 minutos.

-Aila, ve a empacar tus cosas y vuelve, será mejor que te quedes en mi casa.

La solitaria y el sociable (novela cristiana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora